miércoles, 21 de diciembre de 2011

AMOR, PAZ Y BIENESTAR.

FELIDADES
***
ENDECHAS  "IRREVERENTES"

Soñabas en ser Dios...¡Salvador!
pero te faltaba una cruz.
Para encontrarla en Tu destino
emborrachaste al puebo con el vino
de la VERDAD...¡y la LUZ!
***
El establo sin heno
huele a Niño nacido
sin semilla de esposo,
sin espasmos de Madre.

El vino de Tú sabiduría
se desbordó en la copa
de la Virgen judía
***
Rabí chiquito, me duele el alma
cuando veo que un Necio
quiere ocupar Tu lugar,
y endiosado protege
a una chusma de vagos
que solo saben medrar.
***
Niño recien nacido
Hijo de Nuestra Madre linda:
Yo también te quiero,
yo también te adoro, 
 yo también espero
de Tu humilde cuna,  Paz,
yo también te canto
como un peregrino más
de la caravana triste
que hacia Belén camina.



lunes, 12 de diciembre de 2011

TOPONIMIA ANCESTRAL DE LUGARES DE CÁRTAMA: EPOCA ROMANA

El Cortijo, "La Alhóndiga", en el que  hubo lugar el hecho a que se refiere el relato que antecede,  y será escenario de mi nuevo libro (D.M) "Ecos de la Alhóndiga",  está enclavado en  el "Val de Cártama",  que tantas veces aparece en las Crónicas referidas a las escaramuzas y razias fronterizas entre moros y cristianos (de dicha época es el romance  fronterizo que tanta fama dio a Cártama, "El Abencerraje y la bella Jarifa").
Ya a finales del siglo XVIII aparece en el Diccionario Geográfico de Málaga una nota de nuestra topinimia, que encabeza este comentario,  en la que consta la existencia de este cortijo, que pese a su  nombre árabe, yo mantengo que su antiguedad se remonta a los romanos: Las jambas del portón de entrada a su patio labrantío están levantadas con enormes bloques de marmol labrado´, más que probable de una antigua mansión romana seguramente hallados en el propio solar, cuando se levantó esta instalación de compra venta de granos, que eso significa el término, "Alhóndiga". ¡Cuántas cosas hermosas guarnecen la Historia e Intrahistoria de nuestro pueblo...!

Artículo de fondo publicado en El Aguijón:"LEJANOS RECUERDOS DE UN NIÑO DE LA GUERRA"

LEJANOS RECUERDOS DE UN “NIÑO DE LA GUERRA”


                                                        Mié, 07/12/2011 - 
"La luz de las estrellas palidece

y no consuela como en nuestra infancia...

Porque se está matando al hombre arde mi canto

que quiere dar coletazos que despierten siglos...

Le está doliendo su dolor al hombre...

Porque no quedará vivo quien nos cante

el naufragio indecente de las ratas,

porque los que viven lo hacen sin memoria..."

                   ( R. Garciasol )

Atardecer de agosto de 1.936 en un cortijo, “La Alhóndiga”, en la ribera huertana, a un tiro de honda del cauce del el río Guadalhorce, umbroso y nemoroso soto guarneciéndolo.

Aquel niño jugaba en los alrededores de la cortijada. De improviso, reparó en el extraño hombre que estaba sentado en el balate del largo camino de rodaderas que, de este a oeste, atraviesa las tierras de regadío de la finca y pasa a no más de 20 metros del enorme caserío de ésta.

Su figura abatida reavivó en mi, que entonces no pasaba de los cinco años de edad, los presentimientos que, desde unos meses antes, tenía pegados a mi espíritu cual una de esas garrapatas adherida a la piel del enorme y leal perro con el que todas las tardes salía a jugar con la hermanilla, de como unos dos años y medio, por el idílico paraje que circundaba el cortijo en el que, en una de sus rústicas dependencias, mis padres tenían su hogar.

Mi mente infantil no pudo evitar incardinar de inmediato a aquel lastimado ser humano en el tenso miedo que, de un tiempo acá, percibía en las palabras y adustos semblantes de mis padres y en el de los gañanes, boyeros y peones de la hacienda. Intuía, y temía, que algo grave alteraba la inmensa paz y bucólico devenir de aquella, para mí, entrañable comunidad cortijera. Me empezó a invadir una cierta melancolía por algo bello de mi corta vida que presentía se estaba acabando sin que pudiera precisar, ni siquiera intuir, sus auténticas causas.

Lo que más me desasosegaba, era que ya no venía a enseñarme el alfabeto, los números y a ponerme planas de palotes, el amado maestro rural, “Bizco de Antequerilla”, como antes diariamente lo hacía. ¿Ya no me quería el maestro bueno que amén de enseñarme cosas preciosas, nos traía, a mi hermanilla y a mí, caramelos, peladillas con almendra dulce dentro y algún que otro juguete de vez en cuando? Me empezaba a invadir una profunda tristeza de ausencia; sobre todo, tenía ya por cierto que algo grave estaba pasando, que se empezaba a confirmar aquella tarde con la aparición de aquel hombre de pobres trazas que, en su visible derrota física, había terminado casi recostado en el talud que, con el de la otra margen, encajonaban el camino.

Aquel hombre vestía prendas sobreusadas y ajadas, lo que añadía a su abatida compostura una apariencia infinitamente penosa. Posiblemente, por alguna razón, se había puesto en camino desde el tajo con las ropas de trabajo sin tener tiempo de cambiarse. Pese a ello y a mi corta edad, no me infundía miedo su figura, y estaba seguro de que no se trataba de uno de los “tíos mantequitas”, con cuyo cruel menester, se asustaba entonces a los niños para que fueran obedientes y, en sus juegos, no se alejaran mucho de sus casas.

Tenía el indigente prójimo encastrada la barbilla en su pecho, y se cubría la cabeza con un sudado sombrero de fieltro con cuyas anchas alas se ocultaba el rostro, quizás por miedo a que le conociera algún caminante de aquella realenga, en cuyo lindazo, él estaba zozobrado. En sus manos, entre las rodillas, a duras penas sostenía un jarrillo de hojalata, con en el que, para saciar la sed aquella tarde estival, había intentado escanciar agua del pozo de la otra vera del camino (pozo, que fue otrora alivio de caminantes), pero la bomba hacía años y años que estaba mohosa y rota y su cabida casi soterrada.

Ostensiblemente, a aquel ser humano le faltaban las fuerzas físicas y evidenciaba un gran abatimiento emocional. Sí, tenía miedo, el mismo miedo que veía en mi entorno vital. Abrió desmesuradamente los ojos cuando oyó tiros en lontananza como, cada dos por tres, se oían ya casi todos los días, simultáneos a sobrecogedores lamentos. En las alturas del cielo, ahora no volaban las palomas sino, insidiosamente, bandadas de negros grajos descolgados de las sierras colindantes planeaban en círculo lanzando agudos y espeluznantes graznidos, al igual que, en menor cantidad, hacían los buitres también estirados sus viscosos y largos desplumados cuellos oteando el “Arroyo de los bichos muertos”, llamado así porque en su hondo cauce y entaramados márgenes, los labradores y ganaderos tiraban los animales de granjas muertos por accidentes o epidemias, especialmente porcinos y, allí, eran consumidos por las aves carniceras en un santiamén. Ecología vital que entrañaba drama.

No supe qué me indujo, en vez de salir corriendo asustado hacia mi casa, a acercarme al hombre inerme sin miedo y, de rodillas a la altura de su cabeza, alzarle el sombrero. Su mirada, apagada e implorante, me estremeció. Mecánicamente grité “¡maaama, ven corriendo, corre, corre, aquí hay un hombre muriéndose...!

El precepto de amor y servicio al prójimo era cotidianamente puesto en práctica por mis padres, como por una gran mayoría de las gentes de aquellas generaciones: Cada día que salía el sol, la afluencia de pobres necesitados de socorro era constante a la casa-cortijo de la Alhóndiga; desde la puerta imploraban a mi madre: “Ama, una limosna por Dios”, y ella, bonita y dulce como las rositas de pitiminí que cultivaba en el exterior bajo las jambas de los ventanales de la casa para que ofrecieran frescura dentro, le contestaba, “aguarde hermano...”. Cuando salía desde el interior, indefectiblemente portaba en su delantal, anudado a la cintura y los picos cogidos con sus manos a guisa de talego, una generosa provisión de las viandas más habituales del cortijo: pan moreno de trigo amasado a puño en la artesa, tocino con vetas de magro sacados de la orza, pellas de higos verdejos prensados rezumando ya azúcares, batatas cocidas en el perol que colgaba de los lares del humero, o, asadas en las ascuas, y, “tenga hermano, siéntese en el poyo bajo la parra de la puerta y coma tranquilo...” , y el desvalido respondía: “Que Dios se lo pague, hermana”.

Cuando, a mis voces llegó, corriendo como una gacela asombrada, a donde yo estaba junto al pobre hombre abatido, ella, dándole dulces cachetes en su cara sin afeitar y con los ojos en el infinito, pero respirando (habría sufrido un desmayo), me ordenó categórica aunque con voz de sobrecogida caridad: “¡Corre hijo mío, corre y llama a Paco el Tito el boyero y a Frasco Porra que acaba de llegar a la pesebrera con la carreta cargada de entresaco de maíz, y diles que vengan corriendo a ayudarme a llevar a este hombre a la casa...ah, y dile al “chiquichanga” que apareje una bestia por si hay que ir al pueblo por el médico, este hombre está mu malito, mu malito...” Ni un perdigón peonando en barbecho, habría corrido más que yo a cumplir la petición de la madre buena. Han pasado 75 años, y aún tengo gravada en mi mente la imagen que, cuando volvía corriendo delante de Paco el Tito y Frasco Porra, ofrecían mi madre sentada junto al desdichado prójimo con su cabeza sostenida por uno de sus brazos y abanicándolo con su propio sombrero con la otra. El enorme y bonachón Frasco Porras cogió al hombre en sus brazos y lo llevó a la gañanía, cabe la vivienda de mis padres, acostándolo en uno de los catres que en ella había para los peones “manteníos”.

Aquel ser humano derrotado por el miedo a la vida, no llegó a conocer a mi padre, como deseaba porque, en esos momentos, aún andaba laborando por los tajos. En esas, desde el cortijo se vio salir del pueblo una enfervorizada multitud dando gritos revolucionarios y flameando grandes banderas de la FAI, CNT, PC, y otras. Al hombre, visiblemente recuperado ya tras comer y descansar, se le descompuso el semblante y decidió marcharse de bulla. El ama buena le preguntó: “Y ahora ¿a onde...? y, el buen hombre: “Ama, he de seguir mi suerte, por eso he pensado volver a mi casa en Pajares, en el paraje de Casapalma, porque si aquellos (señaló a los manifestantes) llegan a ella a buscarme y no me encuentran, pueden molestar a mi familia: de madrugada, estaré con mi mujer y mi hija...” El ama tendiéndole la mano: “Pues que Dios le acompañe y a nosotros no nos olvide...” Salí tras él por el portón del enorme patio del cortijo, me dio un beso y le vi caminar hasta perderse en lontananza hacia Dios sabría qué destino. Frasco Porras, simuladamente le ofreció algo (supe después que un revolver) que el hombre no aceptó.

Al volver yo a mi casa, ubicada dentro del enorme patio de labranza, mi madre miraba absorta hacia las huertas. Algunas lágrimas manaban de sus bellos ojos. También ella tenía un presentimiento en relación al esposo cabal que laboraba, pese a estar ya próximo el ocaso, en los tajos por un jornal de diez reales.

Esto sucedía, como he podido constatar después, el día 8 de agosto de 1.936, y el día 1 del mismo mes había tenido lugar el primer “asesinato” en la retaguardia, después de la quema de todas las imágenes y ocupación de la Iglesia para fines “cívicos”: Fue ese primer asesinado el vecino Juan Berrocal Carvajal, de 40 años, pequeño labriego, y aquel mismo día 8 fue también “paseado” el empresario José Mª Prolongo Herraiz, de 33 años, dueño de la fábrica de embutidos “Prolongo”, lo cual creó en Cártama un ambiente de profunda tensión y miedo, que no desapareció hasta mediados de febrero de 1.937.

Seis días después, Frasco Porras dijo a mis padres delante de quien esto escribe: “El hombre que socorrimos hace unos días, ha sido asesinado en su propia casa; con una coyunda lo han amarrado a un pilar de obra de la vivienda y, delante de él, han violado a su mujer e hija. Después acabaron con su vida”. Es “memoria histórica”.

FRANCISCO BAQUERO LUQUE
                                                                            ***

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Enviado por Anónimo (no verificado) el Jue, 08/12/2011 - 16:49.
Bonita estampa, que consigue representar a la perfección lo que después se relata tan descorazonadamente. Y que además, no hace más de decada y media, aún se veía como habitual por nuestras calles y caminos. Otra época, otra forma de vida, con sus sabores dulces y amargos.


Víctimas de un lado y otro, tan víctimas unas como las otras. Frente a los que pretenden seguir dividiendo, a los que establecen diferencias entre unas y otras, cualquiera que sea su índole, ninguna diferencia está por encima de la injusticia que desde ambos bandos perpetraron.


Testimonios tan vivos, como el nuevamente relatado por Paco "Talento", deben de servir para no olvidar que la realidad, sobre todo la de un período tan convulso, no se puede pintar de un solo color. Pero además, debe de servir para no volver a caer en trampas bajunas, como la del período "zapateril" -que afortunadamente comenzamos a dejar atrás-, en la que desde la más rabiosa ceguera sectaria, se trata de utilizar como instrumento de lucha electoral, el dolor de una contienda fraticida, ya pasada y superada, en beneficio propio y de la "secta".


Gracias Paco.





lunes, 28 de noviembre de 2011

EN DEFENSA DEL NOMBRE DE NUESTRO PUEBLO

Una de las muchas  muestras del activo arqueológico de Cártama: Cabeza de Ceres (S. II d. C)


De un tiempo a esta parte, no se como nos las arreglamos los cartameños --metámonos todos y sálvese quien acredite lo contrario--, que sólo salimos en los medios informativos, comarcales y nacionales, para dimes y diretes bajunos o de torpe traza, que haberlos los hay y los habrá, como en toda colectividad, tal sucede desde los vándalos engendrara a esta región andaluza. Lo peor es cuando en los problemas íntimos de cada lugar meten baza algunos periodistas. Algunos de estos plumíferos paletero, al parecer recién salidos de la miga y con el cascarón aún pegado al culo, nos han tomado de un tiempo acá por el “chumino” de la Bernarda.



El último guiño lo acaban de hacer en “La 5”, cadena televisiva de ámbito nacional que, como siempre, con recogedor y escoba de peón no cualificado en mano, va barriendo por las calzadas arrabaleras para dar a conocer a los cuatro vientos cuanto de sucio acopian. Asina ha hecho con el “transcendente hito nacional” de que en Cártama este año no se va a instalar el alumbrado público navideño; ¡toma: ni en multitud de municipios más por estos andurriales meridionales de la hispana piel de toro, no te jodes...!



No quiero abundar mucho en ello pero, las “luces” a quien por lo visto le faltan es, a todas luces, a la susodicha cadena televisiva, pues cogiendo el rábano por lo gordo, da transcendencia informativa a lo accidental de unas fechas que entrañan un significado y una referencia con 2.000 años de mensaje salvador que permanece vivo igual de solvente y benéfico en el corazón de la humanidad, cuando toda la pretenciosa urdimbre de ideologías políticas, sistemas filosóficos adventicios, y planteamientos “seudoprogres”, están ya en el muladar de la historia con, en su gran mayoría, millones de muertos a las espaldas.



Ciertamente, a qué negarlo, Cártama hoy por hoy sufre una relajación en su brillante línea cultural consuetudinaria, propio ello de todos los cuerpos sociales vivos.

Por cierto, posiblemente de lo anterior tenga, no muy en lontananza, mucha culpa el apoyo mediático que por la paga prestan a ideas periclitadas algunas cadenas televisivas y emisoras de radio de la línea de la Tele 5 de marras, con su María Antonia Iglesias (mejor sea el año y que no se la encuentre uno de noche a media luna en un descampado); el ínclito y desparpajado de frenillo (lingual, otro es impensable), Jorge González (no “Jordi”, ¡qué cursilería...!) que ha promocionado audiencia, así está el patio, con la morbosa entrevista, entre otras del mismo empaque, a la madre del Cuco días atrás; un tal, muy conocido en su casa, de pelambrera albina y con apelativo tirando a enciclopedia ilustraburros (¿So pena, acaso?); y, otros arbustos de análogo ramaje ideológicamente esclerótico, etc.



Pues sepan estos señores de Tele 5, que Cártama comparte con los pueblos ribereños del Guadalhorce una enjundiosa historia que hunde sus raíces en la noche de los tiempos, y que merece, --como brillante tesela del mosaico histórico de España y de América (sí, de América) que es-- un trato periodístico más profesional y responsable que el que en varias ocasiones nos han dado ya estos, y otros, plumíferos que sólo saben periodísticamente esquilmar noticias en los canteros de cebollinos, dando el culo al actual devenir patrio, tan irresponsablemente precarizado por elementos de su línea ideológica de sobra conocidos.

Cártama, sépanlo, tiene unos ancestrales e impresionantes activos históricos y culturales que, ¡vive Dios!, merecen más respeto que cualquier otro lugar de la Bética: De la presencia del hombre prehistórico en su solar dan fe testigos arqueológicos de belleza e interés singular; ibero turdetana, las maderas de sus entonces poblados serrijones fueron, según viejos anales, empleadas en la construcción del Templo de Salomón, llevadas allá desde los pueblos guadalhorceños por los fenicios; fue municipio federado de Roma como atestiguan miles de restos arqueológicos (estatuas, inscripciones, medallas, monedas, mosaicos, etc) que ya quisieran para sí otros muchos pueblos, y, de Cartima, según más que verosímiles propuestas, fue hija Claudia Prócula, esposa de Pilato, y la única defensa, según San Mateo, que tuvo Jesús durante el juicio que le condenó a oprobiosa muerte de cruz; de Cártama fueron los jesuitas Hermanos Altamirano, amigos y protectores de Feijoo, que tuvieron gran influencia en la Corte de Fernando VI y Bárbara de Braganza, siendo uno de ellos, Luís Lope de Altamirano, el jesuita enviado por el Papa a las Reducciones Guaraníes del río de la Plata en virtud del Tratado de Límites para convencer a sus hermanos de la Orden a que lo cumplieran, y cuya figura aparece en la célebre película alusiva, “La Misión”; de Cártama fue el enorme poeta y erudito, fundador de periódicos, Director del Teatro Español de Madrid, etc, Enrique López Alarcón y, para terminar porque la lista sería larga en exceso, de Cártama fue el genial actor de teatro y creador de un noble arte nuevo (la escenificación de la poesía para que la pudiera paladear y comprender el pueblo liso y llano de todos los pueblos de España e Iberoamérica) José González Marín quien, además, protagonizó la más bella y emotiva cantiga mariana de todos los tiempos y lugares, de donde se derivó que, en época aciaga de nuestra historia, Cártama suscribiera votos de hermandad con todas y cada una de las repúblicas hermanas de allende los océanos.



Ha quedado muy bien recogido dicho hito en el libro, recién aparecido, “Cártama histórica. El Juglar y la Virgen Peregrina”. Enterasen de la historia e intrahistoria de los pueblos que tan a quemarropa y ligereza maltratan, señores de Tele 5.



miércoles, 23 de noviembre de 2011

DOS GRANDES AMIGOS HASTA LA MUERTE: GONZÁLEZ MARÍN Y JULIO ROMERO DE TORRE

PARA EVITAR DIFICULTADES EN LA LECTURA DEL TEXTO QUE ENTECEDE, VIENE A DECIR ASÍ:
"Cuando murió Romero de Torres no hubo manera de alejar a "Pacheco" (su perro galgo fiel) de la capilla ardiente...Y "Pacheco" allí inmóvil, más hierático que nunca, abrumado por la trsiteza, cerca de aquel cuerpo que ya no se inclinaba sobre él con un propósito de caricia. En tres días no quiso comer "Pacheco", ni quiso marcharse de aquella estancia.
Cuando el hijo del pintor vino a Madrid para levantar el estudio y trasladar muebles y cuadros a Córdoba, trajo consigo a "Pacheco". Eran los últimos días del estudio que había sido marco   tantas horas de labor, de alegría y de entusiasmo. Desfilaba mucha gente para ver por última vez la estancia, que era como un relicario de sonrisas flamencas. Y "Pacheco" (le puso así Julio Romero, siempre romántico, por un bandolero muerto a traición en Córdoba) estaba allí, como tantas otras veces, pero ahora en una actitud y con un espíritu nuevos, dominado por la tristeza de no ver al amigo de toda la vida.
Un día estaba en el estudio, con otras personas, el gran recitador JOSE GONZÁLEZ MARÍN. Sabía unos versos dedicados al pintor en la hora de su muerte, --en la que también estuvo omo amigo íntimo que fue del pintor--. Alguien propuso que  los recitara. La gente hizo corro en torno al actor y éste se dispuso a comenzar.
Cerca, sobre un diván,  como casi siempre, estaba "Pacheco", indiferente, deprimido. Al ver que la gente se arracimaba al rededor de JOSÉ GONZÁLEZ MARÍN, el perro abandonó su sitio, se abrió paso antre los moyentes y se colocó en primer término ante el actor. Así estuvo quieto, atento,  hasta que recitador acabó la poesía en  recuerdo de Romero de Torres. Entonces, el perro volvió al diván y se tendió otra vez en su misma actitud kindiferente y apesadumbrada de antes...


martes, 22 de noviembre de 2011

MÁS RAZONES DOCUMENTALES PARA QUE CARTAMA RECUPERE LA MEMORIA DE SU INSIGNE HIJO, ARTISTA UNIVERSAL

De algunas Peñas Culturales y Hermandades (Peña Juan Breva de Málaga, "Moraos" de  ambos  Alhaurines, Fundación G.Lorca, Casa América etc), me piden siga publicando en este blog datos sobre el  eximio artista español y guadalhorzano, José González Marín, en aras de acumular testimonios para  un, en ciernes, acto  de intelectuales de toda España y, posiblemente de la Casa Real, como  desagravio de lo que de este ínclito personaje, honra nacional,  hacen con su memoria en su propio pueblo, Cártama, en lo que, incluso, quisieron implicar a la propia Reina de España, Doña Sofía.
Por esta parte no hay incoveniente en satisfacer tal petición.


¿CÓMO NO OFRECER ESTOS DOCUMENTOS REFERIDOS A SU ILUSTRE PAISANO, A LOS CARTAMEÑOS?

Fue el artista de las candilejas más celebrado en su época, tanto en España como en América y África de habla hispana; quien retomó la juglaría culta y la hizo dueña de las tablas escénicas, el genial intérprete que con sólo anunciar el título de un poema al recitarlo, ya había elevado a caballero de la lírica a su autor, el hombre bueno y culto cuya amistad  se disputaban todos los artistas, eruditos, jefes de Estados y el pueblo liso y llano de dos continentes ¿cómo en su pueblo se le quita su nombre al Teatro que lo llevaba y que se  concibió en su honor por un gobierno socialista y republicano? Precísamente..., ¡quitarle su nombre a un teatro y en su pueblo natal!... ¿hay quien sea capaz de explicar tal entuerto contra un pueblo, contra la cultura y la historia de un pueblo? ¿Lo haría cualquier otro pueblo de España? Indudablemente, NO. ¿A qué altura dejan la inteligencia, la cultura y el sentido común de dicho pueblo quienes tal hacen? Lean esta crónica de época, espulgada de entre miles más,  y verán de qué  personaje cartameño estamos hablando. ¡Pobre Cártama...!

LOLA FLORES Y PEMÁN, ARTE Y POESÍA SIN POLÍTICA BARATA: BELLEZA

SE DIJO: El arte es una flor que nace en el camino de nuestra vida que crece para endulzarla. Aunque hoy por la técnica se está mejor,  antes por el arte y su verdad  se vivía mejor, porque nada es bello sino lo verdadero. Lola Flores y Pemán: Belleza y verdad plasmadas, aquella en gestos y música; ésta , en renglones negro sobre blanco.

HOMENAJE A BUENAVENTURA L. VIDAL 1ª PARTE LITERAL

HOMENAJE A BUENAVENTURA L. VIDAL 2ª PAGINA LITERAL

lunes, 21 de noviembre de 2011

AÑO 1.934 UN CARTAMEÑO UNIVERSAL EN EL HOMENAJE A BUENAVENTURA L. VIDAL

Ordenando mi archivo, me ha aparecido este documento, que no tiene precio por su importancia histórica para Cártama y la España del arte noble y eterno:  La poesía y el Teatro. En atención a mis lectores, he querido ofrecerlo a ellos con prioridad a otros temas ya anunciados que quedan aplazados.

Allá por el año 1.934, los artistas y hombres de letras  españoles ofrecieron en el emblemático Teatro Fontalva, en plena Gran Vía madrileña, un homenaje a su compañero,  Buenaventura L. Vidal, con la participación del dramaturgo (premio Nóbel de literatura en 1.922),  Jacinto Benavente, la genial  y afamada actiz dramática, Carmen Díaz y, con un papel  estelar, otro genio de las candilejas,   creador de un arte noble como fue el de llevar la poesía insuperablemente escenificada a las gentes del pueblo llano, o sea, hacer partícipe a éste de forma asequible y comprensible en alas de un arte exquisito, lo más noble de la cultura nacional, haciéndola además de aristócratica en las clases altas, también aristocrática en el  sentimiento y la inteligencia popular, algo. que siempre agradeció, como consta en las crónicas de la época, las llamadas clases de izquierda que quedaron equiparadas en el arte de altura a lo mas selecto de la intelectualidad, auténtico milagro, ello, que sólo consigue el genio; miles y  miles más de crónicas como ésta, dan fe de ello. y, lo que es más, es motivo de legítimo y noble orgullo para cualquier hijo bien nacido de Cártama, pueblo natal del Exmo Sr.  don José González Marín que hizo el milagro para España y todo el mundo de habla romance; tomen nota sus detractores a los 56 años de su muerte.

Denuestos injustos, que sólo  ha recibido, sarcásticamente, en el pueblo que fue su cuna y al que tanto bien hizo, mientras los que le critican lo han llevado a la ruina y el atraso cultural.

Él, empero,  se codeaba, dando gloria a su pueblo de nacencia, con premios Nobel y personajes emblemáticos de la cultura y el arte de la España y la América de su época. Gloria y pátina para Cártama.

Sirva el testimonio gráfico y la literatura que la acompaña, aquí inserta, de prueba fedataria de lo  arriba                                enunciado                                                               

lunes, 31 de octubre de 2011

NOS LO CEDE ASOCIACIÓN ERMITA LOS REMEDIOS.- ES HISTORIA O INTRAHISTORIA

PARECE QUE NO PASA EL TIEMPO...

AL FINAL LA MENTIRA ENGAÑA SOLO A LOS QUE LA DICEN Y LA TRAFICAN BELLACAMENTE



CON SU  ARTE, CON SU CONDICIÓN DE HOMBRE BUENO Y CABAL, COMO CRISTIANO COHERENTE, HA SIDO UNO DE LOS ESPAÑOLES  QUE  MÁS GLORIA HA DADO A SU PATRIA GRANDE Y A SU PATRIA CHICA.
ESCRIBIÓ CON  CARNE Y HUESO LA MÁS HERMOSA CANTIGA MARIANA DE TODOS LOS TIEMPOS, QUE HONRÓ A CÁRTAMA POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS.
PERO ALGUNOS PESOISTAS QUE NADA TIENEN DE SOCIALISTAS PORQUE SÓLO SON MACARRAS TRINCALINAS  OBEDIENTES A LA VOZ PATÉTICA DE SU AMO, HAN DECIDIDO  QUE EN CÁRTAMA QUIENES VALEN SON ELLOS, POR ARTE Y GRACIA DE UN CARNET SECTARIO.-
Y CÁRTAMA PAGA EN MALA FAMA E INDIGNIDAD POR ELLOS QUE HAN EXILADO LA MEMORIA DEL MÁS EXIMIO RAPSODA DE TODOS LOS TIEMPOS, TAL QUEDA DEMOSTRADO POR TANTAS CRÓNICAS COMO LAS ARRIBA INSERTADAS,  DEL PUEBLO AL QUE TANTO BIEN HIZO Y  FUE SU CUNA.
ES PARA LLORAR Y VOMITAR.
EL SR. ESCALONA QUE TANTO CRITICÓ AL PSOE POR "TAMAÑA BELLAQUERÍA"  HA TERMINADO ARRIMANDO SU COSTILLAR ADVENTICIO AL SOL QUE MÁS CALIENTA. CON PERDÓN POR LA PICARDÍA, DECÍA ALGUIEN  USANDO DE JUN DICHO POPULAFR, QUE "AHORA TAMBIÉN HA TERMINADO CAGÁNDOSE EN EL CHOCHO COMO LAS VACAS VIEJAS".
ANTE TODO ELLO, QUÉ DECIR MENOS DE  LO QUE AQUÍ SE DICE, Y, A VER QUIEN TIENE...RAZONES PARA DESMENTIRLO




HERMOSO HITO HISTÓRICO HOY INCOMPRENSIBLEMENTE OLVIDADO

En los muros del Santuario cuelgan las banderas  que hermanaron a Cártama y España con todas las repúblicas HISPANOAMERICANAS .

En efecto, muy pocos saben hoy en Cártama (sí recoge el hecho el libro que intitulo, "El Juglar y la Virgen Peregrina") que cuando la Imagen de nuestra Patrona la Virgen de Los Remedios, fue exilada peregrina por todas y  cada una de las repúblicas  Iberoamericanas, con sus ciudades y sus pueblos importantes, el Presidente de Gobierno de cada una de ellas, le entregaba una copia de la enseña nacional de esa nación, hasta un total de 16 paises,  en señal de exvoto y HERMANDAD ENTRE ESPAÑA Y AMÉRICA  en la noble representación de uno de sus pueblos, CÁRTAMA  y su PATRONA,  que honró a aquellas tierras y fue honrada por elllas  de esta manera y otras de singular significado histórico.
Cártama, pues, desde aquel día, y con ella, ESPAÑA,  está hermanada con lazos oficiales y filiales con todas las naciones  de Hispanoamérica.

 ¿Qué pueblo de cualquier parte de geografía alguna habría dejado de potenciar tan bello hecho. Al parecer, sólo Cártama y sus mandamases. Las entrañables banderas fueron quemadas en los años sesenta  del siglo pasado, por odio y envidia. Por el mismo motivo mientras no se den otras razones que sean verdad y no vulgares inventos, que hoy se quita el nombre de José González  Marín al  Teatro que lo llevó  en su pueblo desde su construcción en 1.942.
 Sin más comentarios.






domingo, 30 de octubre de 2011

EL HOY MALTRATADO GUADALHORCE, ANCESTRAL Y RICO PATRIMONIO DE CÁRTAMA Y SU CULTURA.



Modelo de miliarums romano  (hoy al parecer en el museo loringiano) cual el aflorado en la calzada en la  calzada romana a su paso  por el Cortijo de las Tres Leguas, toponímico que indica, precísamente, la distancia de esta cortijada a Málaga


Cuando una ciudad o pueblo se ubica en la confluencia de importantes y ancestrales rutas, es casi seguro que cuenta con una profunda historia repleta de hechos y vivencias singulares. Mucho más si estas rutas bordean el curso de un importante río. Este es el caso de Cártama y otros pueblos de la ribera del Guadalhorce que cruzaban importantes vías iberas y después romanas paralelas al curso del río. Esto está, como veremos en otro capítulo de este blog, demostrado por miliarums, restos significativos y antiguos documentos.




Alguien dijo que “los grandes ríos son la savia de la cultura”. Entre esos grandes ríos generadores de culturas emblemáticas, tenemos el Nilo, el Eúfrates, el Tigris y otros de India y China, a cuyas orillas se formaron las primeras sociedades organizadas, que dieron lugar al nacimiento de la ciencia, la literatura y las artes. Lo mismo, en la medida de sus particulares circunstancias cuantitativas y cualitativas, podemos decir de ríos españoles, entre ellos, el Guadalhorce y los pueblos a los que sus aguas abrevan.



Paralelamente a las márgenes de nuestro río, han serpenteado desde los primeros tiempos vías y calzadas de acceso a Málaga, lo cual ha dado especial relieve histórico a estos pueblos ribereños. Incluso, otrora, fue navegable nuestro donoso cauce fluvial, al menos hasta Cártama, como en otras páginas hemos dejado dicho, según nos atestiguan elocuentemente restos de puertos de embarque en el Peñoncillo y Vega de Riarán (posiblemente otro en el Soto del Moro) hoy ya arrasados. (Seguirá)
Paulatinamente, a lo largo de varias inserciones en este blog, se hará  una amplia exposición historiológica, faunística y vegetal de nuestro emblemático río Guadalhorce, sin el cual, Cártama no existiría ni tendría la enjundiosa historia que anida en sus lares. (I).


viernes, 28 de octubre de 2011

CARTAMA 22.12.1.955: NOTA DE SOCIEDAD

             DIEGO MARÍN SEPÚLVEDA FUE OTRO CARTAMEÑO DE PRO

lunes, 24 de octubre de 2011

POR DOQUIER BROTAN TESTIMONIOS QUE DEJAN EN ENTREDICHO A QUIENES LE HAN QUITADO EL NOMBRE AL TEATRO Y, A CÁRTAMA

ESTO DECÍA EN 1.937 UN  PENSADOS COMUNISTA SALVADOREÑO DE GONZÁLEZ MARÍN, 

jueves, 20 de octubre de 2011

HOMENAJE A SALVADOR RUEDA EN 1.931.- SIEMPRE SE RECURRÍA A EL PARA ACTOS DE ALTURA ARTÍSTIICA Y LITERARIOS

A MIS AMABLES LECTORES DE IBEROAMÉRICA: Distinguidos  amigos y compatriotas, aunque sea  en la lejanía: Acuso emocionado recibo a vuestros email interesándoos por datas e hitos  biográficoas y profesionales del egregio cartameño "embajador del arte" (así lo definís alguno) que con los arpegios de su voz única y la inefable sinfonía de su lira,  fue haciendo patria --sí, patria-- por esas repúblicas hermanas en más de veinte visitas que hizo a ellas durante su vida artística. 
 Puedo aseguraros  que vuestros correos ha suscitado en mi espíritu una reconfortante emoción, y os puedo decir que, en efecto, España a través de nuestra Patrona, la Virgen de Los Remedios, un dia Peregrina por América por mor de un hito aciago de nuestra historia, en los brazos del mejor raspsoda-juglar  de todos los tiempos,   SE HERMANO CON  ESAS NACIONES Y SUS GENTES DE RAIZ HISPANA EN SU MAYORÍA A NIVELES ESTATALES SIGNADO CON BANDERAS NACIONALES QUE ESTUVIERON ORLANDO EL SANTUARIO SERRANO DE ESTA VILLA MUCHOS AÑO, con lazos de arte y marianos  porque, al igual que Andalucía, y por ende Cártama, iberoamérica  es "tierra de Maria".
Como veis, en la historia moderna de este singular, y peculiar, pueblo, contamos con una epopeya que se suma a las de lols tiempos romanos y agarenos tal lo reseño en mi citado libro "El Juglar y la Virgen Peregrina", por tierras de allende los oceanos.

En efecto, el poeta malagueño, Salvador Rueda, amigo de Gonzaalez Marin como testimonio la fotografia que encabeza este suelto, fue uno de los creadores del modernismo poçetico con vuestro paisano, Ruben Dario, ya veis si Cartama esta entroncada con la historia universal.

Cumplo en estas paginas con vustros deseo y veremos si es posible el envio a esas latitudes de mi libro  relativo a esta cantiga de arte y devocion mariana, unica en la historia de España y America.

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NOTA: LOS DEFECTOS DE PUNTUACION SON DEBIDOS A PROBLEMAS DE MI ORDENADOR. PERDONEN 

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Si, Cartama mantiene el nombre del insigne hijo del terruño en la calle que lo lleva.

Seguire añadiendo datos de este tenor en honor de vosotros, paisanos lejanos.


miércoles, 19 de octubre de 2011

GONZALEZ MARIN CON LAS JUVENTUDES SOCIALISTAS

FUE EL ARTISTA DE TEATRO, PRIMERO COMO PRIMER ACTOR DE LAS MÁS SEÑERAS COMPAÑÍAS COMO MARÍA GUERRERO,  ENRIQUE BORRAS, THUILLER, ETC. Y DESPUÉS COMO "POETA DE POETAS" ÚNICO QUE MÁS ACTUACIONES BENÉFICAS HIZO A FAVOR DE LAS JUVENTUDES  Y PARTIDOS SOCIALISTAS, COMUNISTAS, DERECHA Y CENTRO,  HOSPITALES, CARCELES, PENALES (DE UNO Y OTRO REGIMEN PORQUE ESTABA POR ENCIMA DE LA POLÍTICA Y LO SABÍAN LOS POLÍTICOS), HOSPICIOS, SANATORIOS INCLUÍDOS LOS LEPROSOS Y TUBERCULOSOS, ETC. Y UNOS CHIQUILINDONGUES Y RETARDADOS MENTALES DE SU PUEBLO HAN CREADO UNA CORRIENTE DE OPINIÓN SOBRE ÉL INFAME E INJUSTA QUE A QUIEN PERJUDICA ANTE LA GRAN  OPINIÓN ES A LA PROPIA CÁRTAMA Y A LOS CARTAMEÑOS  ENGAÑADOS POR LOS CONSABIDOS POLITIQUILLOS NECIOS, INCULTOS E INEFICACES GESTORES QUE HAN ARRUINADO A CÁRTAMA.
SI LES QUEDA UN ÁPICE DE SENTIDO COMÚN BIEN HARÍAN EN RECTIFICAR; ESO LES HONRARÍA
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NOTA: UN GRUPO DE AMIGOS Y LECTORES ME HAN PEDIDO QUE SIGA INCLUYENDO EN ESTE BLOG RASGOS DEL ULUSTRE CARTAMEÑO, "QUE FUE,Y ES, HONRA DE SU PUEBLO".
 Y ASÍ LO IRÉ HACIENDO, PERO TAMBIÉN DE OTROS ASUNTOS Y PERSONAJES SEÑEROS DE NUESTRA BENDITA COMARCA.

¿QUÉ OTRO CARTAMEÑO PUSO TAN ALTA EL PENDÓN DE SU PUEBLO?

SIN MÁS COMENTARIOS SOBRE EL GRADO DE  IDIOCIA DE LOS QUE EN SU PUEBLO HAN QUITADO SU NOMBRE AL TEATRO QUE LO LLEVABA DESDE 1.942.-
DENTRE LOS AUTORES APARECE OTRO GENIAL POETA CARTAMEÑO: ENRIQUE LÓPEZ ALARCÓN

viernes, 14 de octubre de 2011

A MAYOR ABUNDAMIENTO DE TESTIMONIOS SOBRE UN ILUSTRE CARTAMEÑO


Este reconocimiento se producía siendo aún la II República española  el régimen imperante y, en Cártama, con un Ayuntamiento socialista  especialmente  radicalizado.
Cada vez que aparezca un testimonio de esta  veracidad se dará a conocer a mis amables lectores en aras de la verdad histórica que, al fin, será la que prevalecerá sobre el error y la inquina fanática.  

jueves, 13 de octubre de 2011

CERVANTES (II)

Creyó que eran gigantes, y resultaron molinos cuyas aspas en liza abatieron a rocín y caballero...


Un molino

perezoso al par del viento.

Un son triste de campanas.

Un camino

que se pierde polvoriento,

surco estéril de la tierra castellana.

..............

Una venta.

Un villano gordo y sucio,

de miserias galeote

Somnolienta

la andadura de su rucio,

no aparece en la llanada Don Quijote.


Cervantes, cuya magistral obra cumbre inspira al poeta los versos que anteceden, había nacido en Alcalá de Henares en 1.547, y bautizado el 9 de octubre. A los 22 años se sabe que estaba en Roma como paje del legado pontificio, Acquaviva. Ingresó soldado con el Maestre Miguel de Moncada, lo que le dio ocasión de visitar desde Roma el corazón de Italia: Ancona, Ferrara, Nápoles, Génova, Venecia y otras ciudades., acrecentando así su conocimiento de lenguas, lugares y de la condición humana. Ávido de aprender, fortalece su ingenio acogiendo en su intelecto enorme cantidad de obras de arte al tiempo que estudiaba la literatura clásica, del Renacimiento italiana y española e inglesa, en donde otro genio coetáneo, daba a luz otra obra universal, Hamlet.



Formando parte de la tripulación de la Marquesa, nave de la escuadra de 300 naves mandadas por don Juan de Austria, tomó parte en la batalla de Lepanto contra el turco, el día 7 de octubre de 1.571, de lo que se han cumplido en este mismo mes de octubre, 440 años. Allí, Cervantes como todos los soldados de la flota de la Santa Alianza, luchó al grito (¡mire usted por donde!) de “¡¡Por la Virgen de Los Remedios !!” advocación a la que en Valencia, antes de zarpar la escuadra española para unirse a la del Papado y la veneciana, se encomendaron los capitanes españoles. En la batalla de Lepanto perdió de un arcabuzazo “la mano izquierda para gloria de la diestra”, hecho que el mismo Cervantes describe de esta guisa literal: “Blandía con una mano la espada y de la otra manaba a borbotones la sangre. Mi pecho se hallaba desgarrado por una profunda herida y tenía la Manon izquierda destrozada, pero tan inmensa la soberana alegría que inundaba mi alma, que ni siquiera asentía mis heridas”
En el Quijote, arguye una autora, como en toda obra de arte y de vida, hay oposiciones y contrastes aparentes que al cabo se reducen a una síntesis profunda y universal. Así por ejemplo en dos mujeres de su obra (hablaremos en otra hoja de este somero estudio del Quijote, de las mujeres en la obra cervantina), Dulcinea y Aldonza aparentan propuestas contradictorias, y no son sino aspectos de la misma mujer, de la Mujer ideal y real que Cervantes creó con la pobre arcilla de la tierra y con el rico aliento de su numen.

miércoles, 12 de octubre de 2011

HABLEMOS DE LITERATURA: CERVANTES

Sin al menos  esenciales nociones de materias humanisticas, como  la historia, la literatura, la filosofía y otras, nadie se puede considerar hombre culto, y menos, amante de la cultura. Por eso, esta página de hoy la dedicamos a uno de los escritores más grandes que ha conocido la humanidad, el español Miguel de Cervantes Saavedra.



El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, manantial de honda filosofía, es la obra cumbre de don Miguel de Cervantes Saavedra. Relata este libro la historia del Caballero de la Triste Figura, a quien la lectura de los malos libros de caballería, como hoy a los patológicos adictos de la televisión basura, le habían hecho perder el juicio.

Según Menéndez y Pelayo, Cervantes al poner en entredicho con su Quijote los libros de caballería --los que relataban las proezas de personajes famosos como Artús y los Caballeros de la Tabla Redonda, los amores de Lanzarote y Ginebra, Tristán e Isolda, Amadís de Gaula, Amadises y Palmerines, Lisuartes y Floriseles, etc, hazañas todas de común lectura del pueblo del siglo XVI-- no quiso matar un ideal, sino transfigurarlo y enaltecerlo incorporando a su libro cuanto de poético, noble y hermoso había en los de caballería, no haciendo de su obra antítesis o, prosaica negación.

Decía el propio Miguel de Cervantes, que con su Quijote “el melancólico se mueva a risa, el risueño la acreciente, el simple no se enfade, el discreto se admire de la invención, el grave no la desprecie, ni el prudente deje de alabarla...” Proveyendo de armadura a su personaje, lo hizo recorrer las tierras de España en un famélico rocín acompañado de un zafio labriego, muy leal y ladino, Sancho Panza, que pasaba por ser su escudero, quien, con su “loco” señor, se dio a la aventura de nobles ideales en un mundo en el que ya no le quedaban adeptos a éstos. El afán altruista de riesgos y peleas contra las gentes de mal vivir, llevó a su señor, tal describe la pluma del genial Manco de Lepanto, a confundir molinos de viento con gigantes, un rebaño de ovejas con un ejército, hombres pacíficos con “felones y malsines”, etc, lo que hicieron del extenso Don Quijote de la Mancha, uno de los libros, con la Biblia, más leído de los escritos en todos los tiempos.

Cervantes, consigue en este tomo una representación simbólica de la humanidad, siendo al mismo tiempo el más real e idealista de los escritos, el más alegre y, al tiempo, el más triste. Lord Byrón dijo de él, “ante el placer de leer el Quijote en su propia lengua desaparecen los demás placeres...” porque, en sus páginas, se contiene el más perfecto retrato del ser humano con sus vicios y virtudes, en lo sustancial, siempre igual desde su origen en la tierra. En sus páginas, aparecen los diversos estados del ánimo y modos de los que nos rodean, lo que lo sitúan en la primera novela del mundo.

Pues bien, ¡oh paradoja!, esta obra maestra que además de amena penetra magistralmente en el conocimiento del alma y corazón humano, la escribió un hombre en cuya vida no gozó de otra cosa que miserias ininterrumpidas, calamidades y contratiempos de toda laya. En su tiempo, existía una encarnizada lucha, en la que participó gloriosamente, entre la Europa cristiana y los mahometanos.

Se sabe que desde la primera juventud tenía un intenso afán por instruirse, leyendo hasta los trozos de papel impreso que encontraba tirados por las calles. Leyó toda suerte de libros latinos, italianos y griegos, con lo que se dotó de un importante acerbo cultural que su inteligencia consolidó en genial.

La vida adversa que llevó le impidió asistir a la Universidad, lo que no fue óbice para, a los veinte años, escribir unas celebradas composiciones poéticas a la muerte de Isabel de Valois, esposa del monarca español.

Nuestra insigne escritora, Concha Espina, en un bellísimo libro cervantgino, dice que el dolor es el padre de la poesía y su madre la misericordia. Del infortunio y la piedad estrechamente abrazados en las almas próceres, nacieron los más sabrosos frutos del ingenio, esas creaciones inmortales que al cabo de los siglos conservan todavía la gracia, la ternura y la fuerza de su florida juventud... En la cárcel, entre el ruido de las cadenas y el hervor de aquellos ranchos mal olientes, nació el rey de los libros españoles, la epopeya del mundo moderno, El ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha.














domingo, 9 de octubre de 2011

UNO DE LOS ARTÍCULOS DE OPINIÓN ANTERIORMENTE ANUNCIADOS

El autor en su estudio

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EMBUSTEROS POLÍTICOS, Y NO POLÍTICOS
Siempre que escribimos, o hablamos, de esas consabidas minorías ostensiblemente depravadas y corruptas que suelen imprimir carácter parrandero al colectivo a que pertenecen, es obligación de bien hacer, el dejar constancia de que en nuestro convencimiento está que existen muy honorables excepciones. Todo el mundo tiene conciencia del bien y del mal, por lo que sólo deben darse por aludidos, y de qué manera, los que rentabilizan “caca”, bien por acción o por omisión que, tanto monta. Pero ojo: Si en una sala cerrada tertulian cinco personas de las que sólo dos fuman, cuando salen huelen a humo las cinco.

Si un prójimo, de a pie o político con mando en plaza, miente descaradamente, no le cuadra otro apelativo que el de embustero y, si la trola que propala es capitalizada (interés personal o político) automáticamente el grado de embustero asciende al de cínico.

Si un prójimo roba de alguna de las múltiples formas que clamorosamente se hace ostensible diariamente, qué otra cosa se le puede llamar, por escrito o en pláticas, sino ladrón de tomo y lomo.

Si un prójimo mata a un semejante, para el común no es sino un asesino; y, qué decir si la víctima es una inocente e indefensa criatura que aún mora en el cálido y nutriente seno materno. Lo grave es que aquí, en España, nadie protesta ni alza la voz contra este herodiano proceder que, hoy por hoy, adquiere caracteres de holocausto de inocentes nonatos a los que se matan de la forma más espeluznante que imaginarse pueda, y ello, en el vientre de la madre, bajo la argucia dialéctica de que, ésta, es la dueña de su cuerpo, con lo cual, encima, también insultan estos hijos de puta (honoris causa), la inteligencia más roma. Al feto-niño en desarrollo, le ha dado hospedaje una persona humana que, sarcásticamente, llaman madre pese a ser anuente con el desnaturalizado crimen de su propio hijo. Con esa misma regla de tres, valga el símil, ¿qué cabría decir de un posadero que tuviera licencia legal para matar a su antojo y comodidad a los huéspedes porque él es el dueño de la posada?

Pero, centrémonos en lo que resta del espacio aquí disponible, en el vicio de la mentira, tan socorrido para uso de las gentes de mal vivir desde la perspectiva de la ética y la honorabilidad consuetudinarias en nuestra civilización.

El error objetivo de este vicio es que la mentira (tan perniciosa para la salud social) no se castigue, y que, su tráfico, por quien quiera que lo realice, le sea indiferente no sólo a las leyes positivas dictadas por los políticos, sino también, y ello es lo peor, al natural código del honor. A veces --he aquí la corrupción de los conceptos que ha logrado el poder sobre el pueblo a través de la propia mentira circulada por los potentes medios de comunicación y creadores de opinión-- hasta cae gracioso y simpático a quienes engaña un redomado embustero. En todos los rincones de nuestra piel de toro emergen hoy como ortigas en infectos muladares, la mentira estratégica, o hecha hábito social. Y si, según Apolonio, la mentira social es tráfico propio de esclavos, el pueblo español es hoy más que nunca esclavo de sus políticos, y, lo más sangrante, es que los mentirosos saben ya que el pueblo es propicio a creerles. La verdad, que es la virtud contrapuesta al vicio de la mentira, está hoy oprimida y aherrojada, aún siendo aquella, según Píndaro, el fundamento de las virtudes más sublimes, tal lo atestiguan la experiencia y la razón,

Los embustes, incluso cuando, como hoy vemos excesivas veces, beneficie a los maliciosos y cínicos que los trafican, que son muchos, constituyen un horrendo vicio antropológico digno de extirpación social: Los hombres se distinguen esencialmente de los animales por la palabra, por lo que cuando la prostituimos de su divino cometido con la mentira, los hombres descendemos a la categoría de animales; Así sucedió, entre otros episodios históricos paradigmáticos y definidores, cuando la mujer de Putifar, despechada, atribuyó ante éste al casto Jesús solicitudes lascivas y, por tanto, adúlteras. Cabe preguntarse, pues: ¿Qué es un mentiroso que permuta ilusiones por realidades, ya sea el tal, o la tal, del común del pueblo, político gobernante, adinerado o indigente? Un monedero falso que pasa el cobre de la mentira por el oro de la verdad, un ruin, un infame, un vil traidor, un ensuciador de conversaciones, un detestable falsario de noticias --tal vemos a diario-- indigno de una sociedad humana moralmente sana.

En otro “A BOCAJARRO” ampliaremos sobre este nefasto vicio social, no obstante tan utilizado hoy para autopromocionarse politicastros de tres al cuarto, ante un pueblo indiferente, cuando no anuente. La distorsión de los principios, entre ellos el de la verdad, es una grave faceta de la crisis que padecen los pueblos.

                                                     AA. VV


martes, 4 de octubre de 2011

CARTAMA Y EL CANTE JONDO (ÉGLOGA)

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          SALVADOR GONZÁLEZ ANAYA, ORIUNDO DE CÁRTAMA, ESCRITOR Y PROFUNDO CONOCEDOR DEL FLAMENCO 
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(Para quienes saben acariciar la piel de la vida al son de un cante jondo)
Las primigenias crónicas ya nos sugerían una Cártama vivero de artistas, que siguió siéndolo a lo largo de los siglos en todos los ámbitos de la excelencia humana hasta nuestras datas. Así, lo he dejado documentalmente demostrado en mi libro, “Cártama histórica. El juglar y la Virgen Peregrina”.
En tal sentido, refiriéndonos al cante jondo --una despensa de saberes, de dolores y pasiones --, ya a finales del siglo XIX y durante la tercera década del XX (de seguro que antes existieron otros artistas que mi memoria no alcanza a concretar), de Cártama fue, Cipriano Díaz “Pitana”, de profesión cosario caminero con carro de reata y bolsa, hoy ya incurso en los anales del flamenco que, en el ejercicio de su profesión, hacía a diario con su carro mulero el recorrido de Cártama a Málaga desde la media noche a la alborada.
Tanto cuando caminaba en la lobreguez de las noches invernales, como cuando la radiante luna redonda le encendía la trocha y, al contorno lo orquestaba una sinfonía de croares de ranas en las almatriches, un rin rin de grillos bajo la fresca grama, el buf buf del búho en los majanos, el solitario y melancólico quejo de la oropéndola contrapunteados por un ladrar de perros a lo largo de la cinta del río --¡oh noches lorquianas en estos pagos de la ribera guadalhorceña!--, Pitana, a la luz del farol boyeril de aceite y torcía acoplado al carro, espantaba la soledad del trayecto y la modorra de los fuertes, pacientes y circunspectos mulos del tiro, desgranando en el aire embalsamado de hortelanos vahos, su repertorio enjundioso y profundo de seguidilla, martinete, malagueña, temporeras raiceras, caracolas, tangos, cañas y..., caleseras, que él adaptaba a su trajín con exquisita voz y singular estilo terruñero: “Arre mulilla torda/ cascabelera/ a la hija del alcalde/ quien la cogiera; o, este otro cantar fragoroso, castizo y de complicidad con la reata de su carruaje: “A esta mula castaña,/ la Dorailla,/ tengo yo que marcarle/ más campanillas”.
Las mulas, identificadas con su mensaje animoso, se engallaban arreciando el paso mientras, el potro cunero de la cabeza, lanzaba un relincho componiendo el paso, al tiempo que zarandeaba las esquilas para que sonaran a guapeza de macho en las neblinas de la noche. Y así, hasta llegar a la Venta de El Viso, cercana ya a Málaga, alto en el camino, para trasegar un buen calibre de pirriaque de Ojén que le aclaraba las telarañas de la garganta y poder seguir cantando los pesares y alegrías del amor, compañeros siempre de la perra vida, sentado en el pescante carretero hasta arribar a la capital, cuando ya las cabrillas del cielo se despiden con un abrazo sideral a la aurora que asoma, con sus tumbagas de diamantes, tras los cerros.
Cuando logró superar su timidez ante el público, sí cantó Pitana en el de Chinita y otros cafés cantantes de Málaga, en liza con los mejores cantaores de la época: Juan Breva, Chacón, Niña de los Peines, etc; fue creador de una preciosa malagueña, que, precisamente, se conoce como, “Malagueña de Pitana”, al parecer inspirado en otra de la cantaora malacitana “La Chirrina”. Así me lo confirmó el poeta, flamencólogo y escritor costumbrista de estos pagos, Antonio Beltrán Lucena, sentado a mi vera durante el festival que aquí reseñamos
Con acierto cierto, y gusto plausible, mi pariente, Antonio Luque, hace poco ha abierto una peña en la emblemática barriada de doñana en Cártama, bajo el apelativo de, “Peña Flamenca Pitana”, verdadero oasis de arte en el desierto cultural de estos tiempos.
Coetánea de Pitana, fue la humilde mujer de jornalero, Mariquita la del Terralo (Chirra de Cártama), que cantaba las saetas de forma profundamente mística y singular, única por su peculiar pureza --“cuando canta la Chirrina cree uno estar en tierras de Jericó y tener próxima la dulce silueta de Jesús” le oí decir en una ocasión en el ya desaparecido Bar de Miguel Vargas al ilustre académico González Anaya, que me honró con su amistad--, hasta el extremo, de que cuando el rapsoda, Pepe González Marín, la llevó a un concurso de saetas en Sevilla, se trajo para Cártama el primer premio. La saeta..., ese quejío humano que dice la pena de la Madre de Dios y los padecimientos del Dios hecho Hombre, muerto en Cruz en abono de la bondad de sus hermanos, todos los seres humanos. Cantaba la Chirra en un balcón de la calle Enmedio en cualquiera de aquellas procesiones locales de Semana Santas de antes (hoy desaparecidas ¡pobre Cártama!), al paso de la Dolorosa tras su Hijo con pìes y manos clavados en el madero: “Por envidia te asotaron, / por orgullo te prendieron, / y tus ropas los sayones / aluego se repartieron” Y esta otra: “No aflijas con tu quebranto / esa cara tan bonita: / que mañana es Viernes Santo / y el sábado resucita”. Ese Sábado Santo que en Cártama se llamaba el de “las latas”, pues la resurrección de Jesús la celebraba la chiquillería arrastrando a toda correr por las calles empedradas (todas las del pueblo que no fueran terrizas) una ristra de latas atadas con hiscales de esparto o palma, rejuntadas durante mucho tiempo al efecto.
Y luego, fueron El Zocato, Carbonero, sin contar grandes cantaores anónimos, generalmente especialistas en temporeras que se expresaban en los tajos, la trilla, la arada..., tales, entre otros, Francisco Moreno Botello (Frasquito de la Codorniz), que a uno se le espeluznaban las pelusas al escuchar su cante estremecido, mientras faenaba en el tajo campero, en especial cuando entonaba, con pícara jerga de amor en ristre, aquella granaína que adaptó a su personal estilo: “Rosa, si yo no te cogí/ fue porque no me dio la gana,/ al pie del rosal dormí,/ rosa tuve por cama/ y por cabecera un jazmín...”
Y, de la misma estirpe social que Frasquito, fue su tío, Pedro Botello, quien estando de guarda en la Estación Suburbana de la Alquería, cuando esta vía férrea, Málaga a Coín, se construía, pergeñó la siguiente letra que cantaba por malagueña: “No tengo noche ni día, / ni domingo en la semana, / tengo una guardería / en la vía suburbana / enfrente de la Alquería...”
No quiero dejarme atrás al gañan morero, Antonio Aranda (Niño de la Ramona), al que tantas veces remudé en el trillo para que él revesara a la sobra de la pesebrera, quien cantaba de forma magistral la trilla y la arada, de tal forma, que el célebre filólogo y flamencólogo, profesor Manuel García Mato, cuando estuvo por esta zona recogiendo cantes populares para sus compendios acompañado de mi recordado amigo perote, Pepe Rosas (trotamundo del folklore con la entonces Sección Femenina por todo el mundo hispano), se llevó en pentagrama el cante de El Niño de la Ramona, con toda verosimilitud hoy testimonio silente y sedente por alguno de los archivos de nuestra madre patria. Él, en el rulo de trilla, al cansino paso de las colleras, cantó ante Jacinto Benavente, casualmente en aquella ocasión en el sombrajo de gañanía junto a la era de mi padre, mientras esperaba con varios amigos a meter mano a merendar gazpacho y mojete, una copla que despertó la curiosidad del permio Nóbel, y que literalmente reza así: “La mujer del alcalde/ de Alhaurinejo/ pesa diez arrobas / sin el verdejo”. Mientras yo, aún zagalón, le daba agua a la reata de bestias de la trilla en la acequia, me costó no poco trabajo explicar al patriarcal don Jacinto el significado y motivo de aquella letra quien, al saberlo, se destornilló de risa. Nadie sabe quien le enseñó al N iño de la Ramona, una bella copla de besana con letra de F. Rodríguez Marín, que dice así: “Los surcos de mi besana / están llenos de terrones, / y tu cabeza serrana / está llena de ilusiones, / ¡pero de ilusiones vanas”!
En definitiva, dentro del amplio campo expresivo del flamenco en todas sus manifestaciones, en el cante jondo aparecen las plurales cambiantes del sentir popular significadas en los distintos enunciados formales, palos, que le imprimen elocuencia suma a este arte. También, el lenguaje popular es subsidiario de muchos términos del flamenco y cante jondo que constituyen hoy la arqueología semántica de una cultura campesina ya desaparecida. Tan sólo en las letras del flamenco llegan hoy a nosotros designaciones como: agostadero, arreador, alverjón, balsones, manijero, garbera, gurriato, dornajo, faenero, chiquichanga, rejadilla, manque, raspa, viergo, santateresa, la bamba (copla del columpio) y, tantas otras que sería imposible incluir en un trabajo de estas dimensiones; menos aún, citar las composiciones que las contiene, aunque vamos a incluir la siguiente como un ejemplo por miles:
La niña qu´ está en la bamba

se lo quisiera desí,

y me ocupa la bergüensa.

Dígaselo usté por mi

A qué varón que tenga mi edad no se le ríen las pajarillas al evocar cuando del dintel de cualquier puerta alta, o en la rama de algún árbol amarrábamos los cordeles haciendo columpio y, mientras las niñas cantaban la bamba, los zagalones cogíamos por las caderitas a la moza sentada en un saco entre las cuerdas y la remontábamos cuanto podíamos para, el regreso, recibirla nuevamente abrazados a su cintura subiendo asido a ella unos dos metros hasta volver al suelo nuevamente, y volverla a lanzar al aire con toda la potencia de nuestros brazos en celo, para a la bajada repetir nuevamente el abrazo con ella. “Juventud divino tesoro ya te fuiste para no volver...”
Cuanto queda escrito es una previa puesta en ambiente de la escueta reseña del 8º Festival Flamenco, José Hurtado “Ramolichi” que, como otros años, tuvo lugar en Cártama la noche del pasado sábado 24 de septiembre con el aforo completo. Pepe Ramolichi, como su padre y hermanos, fue mi amigo y, así lo recuerdo. Como tal, siendo yo presidente de la Asociación de Vecinos Ermita Los Remedios, organicé en el Hogar del Jubilado un festival didáctico de flamenco en el que mi entrañable amigo, José María Lopera, gran escritor, poeta y flamencólogo de Álora explicaba la composición métrica y sentido de los palos flamencos, y Pepe Ramoliche los iba cantando con su peculiar y pulido estilo. Ambos lo hicieron desinteresadamente. Una bonita velada que nunca olvidaré.
En dicho Festival Flamenco de “Ramoliche”, participó un plantel de cantaores, guitarristas y bailaoras, dos de ellos hijos de Cártama, cuya juventud no fue óbice para dejar claro se trata de consumados y consagrados artistas que dejaron muy alto el pendón de sus respectivos terruños: En primer lugar, y de forma sorpresiva al no estar anunciada, desgranó cantes hondos con exquisito gusto y personal estilo. la joven de 15 años, María del Carmen Aranda, nieta del titular del festival, José Hurtado “Ramoliche”, acompañada por la guitarra de Paco de Ronda, al parecer su director artístico, a los que el público les dedicó entusiastas y redondas ovaciones.
Destacadas actuaciones tuvieron Vanesa Fernández y Paco Carmona acompañados por las guitarras de Pepe Satorre y Francisco Vinuesa, y también tuvo una actuación impactante la bailaora Reme Fernandez.
Y, también al cante, el joven cartameño de 20 años, Antonio Luque “Canito”, un maestro consumado pese a su edad, avezado ya en lides flamencas por escenarios y salas de toda España, como también, en algunos del extranjero. No puedo sustraerme a cierto apasionamiento al reseñar la actuación de Antonio Luque “Canito”, amén de por los méritos de su arte, porque he seguido su carrera hacia la cumbre del arte, paso a paso, desde niño y, en lo sentimental, lleva el nombre y el apelativo de mi abuelo, y tío abuelo suyo, Antonio “Canito”, cuya remembranza me saca pellizcos de nostalgia de el Cortijo El Convento, Junto al Alamillo en los aledaños del Alhaurín de la Torre, en donde vivía, y otras emociones no menos vivas de mis familiares y de él en el Cortijo de Doña Ana en Cártama. Así pues, Cártama sigue dando personajes de pro a la historia local, andaluza y nacional.




     

RAZONES PARA CONOCER NUESTRA HISTORIA


   
En reiteradas ocasiones se me ha pedido que, ya que hablo tanto de la Historia en este mi blog (y seguiré haciéndolo), explique el concepto que tengo del fin y utilidad de la Historia. A ello voy en los párrafos que siguen.

***

Fin y utilidad de la historia.- El fin de la historia es inducirnos a imitar las buenas acciones de nuestros antepasados y no caer en los errores que, en ocasiones, los condujo (como parece suceder en estos tiempos) a la decadencia y a la ruina, porque la “historia escrita bajo el influjo de un espíritu de verdad y justicia, llega a ser escuela de moral para todos los hombres” y, viceversa.



Motivos que nos obliga a estudiar nuestra historia.- 1-º El interés que para todos debe tener el conocimiento de la vida de nuestros antecesores dentro del marco de nuestra patria, chica y grande. 2- º El noble sentimiento que despierta la hermosura de nuestra historia que lleva a tener como un timbre de gloria y orgullo el ser continuación de ella.



Jerónimo de S. Jesús, en uno de sus magistrales legados historiológicos venía a decir: La Historia hace presente lo pasado, cercano lo distante, notorio lo secreto, perpetuo y casi eterno lo caduco; constante lo voluble y ofrece a la vista muchas veces lo que se Ivo sólo una vez y aún apenas alguna, caso de las leyendas que nacen del pueblo (1) Ella renueva lo viejo, acuerda lo olvidado, resucita lo difunto y, con una casi divina virtud, restituya a lasa cosas su antigua forma y ser, dándoles otro modo de vida, no ya perecedera, sino inmortal y pèrdurable.



(1) Este espíritu reivindicarte de la historia e intrahistoria de nuestro pueblo, con la parte alícuota que le corresponde en la de España, se ha escrito mi libro, “CARTAMA HISTÓRICA. EL JUGLAR Y LA VIRGEN PEREGRINA” y, a los supuestos antes indicados creo haberme atenido para gloria de mi pueblo, lo cual afirmo sin falsa humildad.



La Historia , pues, como testigo de los tiempos, anuncio de los siglos, luz de la verdad, vida de la memoria, espuela de la virtud (si se escribe con lealtad a la verdad), archivo de la posteridad, monumento de la antigüedad, incentivo del valor, estímulo de la gloria, tesoro de la prudencia, oficina de las artes, teatro de las ciencias, madre de los aciertos (la que conduce a errores no es historia), y espejo limpio de las acciones y costumbres humanas, es la universal muestra de la vida.



En su escuela se aprende la policía del gobierno, la observancia de la religión, la institución de la familia, y la buena dirección de todos los estudios. De aquí toman documentos la paz, esfuerzos la milicia, noticias el estudio, ejemplos el valor y nuevos y mayores alientos la piedad.

Muy ignorante y torpe el que en largos años de su vida no sabe más que lo que alcanza su edad, aunque en ella alcance todo lo que en ella pasa y sucede.



 


domingo, 2 de octubre de 2011

RAPSODA ENSEÑANDO SU PUEBLO A ILUSTRES VISITANTE

  CON ESTA  BELLEZA LITERARIA DESCRIBIÓ EL POETA LA SUBIDA A LA ERMITA DE CÁRTAMA

"Pino el sendero y atrechado por pedregosos escalones, los caminantes se demoran para alentar.
La agria  pendiente bordea al cerro, contorneándolo, y a la otra margen se derrumba en taludes y precipicios. ¡Qué hondo silencio! ¿No escuchais? ¿El silencio? Precísamente; su sonoridad sin ruídos. Ni una piedra que se desgalgue por los desmontes, ni una copla que pueda venir de la hondura, ni el bambolearse  de un ramaje, ni el pipiar de un pájaro...¡Nada! Sólo  mi voz. Se siente el ímpetu de gritar: ¡Mundo despierta y vive!

                                               Salvador González Anaya