jueves, 28 de marzo de 2013

“QUIÉN ME PRESTA UNA ESCALERA... "


         

                                     
para subir al madero,
para quitarle los clavos
a  Jesús el Nazareno”.
                  (Antº Machado)

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Dedico este artículo a mis amigos , los Hermanos de Padre Jesús de los "moraos" de Alhaurín el Grande, a los que tantas deferencias debo, y cuya fiesta grande,  tan gratos recuerdos de niñez y juventud me despierta.

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Desde hace muchos años, mantengo la costumbre de   leer con fruición espiritual cada vez más acentuada en Semana Santa, libros (prosa y poesía) relacionados con la Pasión del Justo por antonomasia, al que tengo, como cristiano,  por Hijo de Dios y Dios  mismo.

No siento complejo al decir lo que antecede: Nació  Jesús el Nazareno hace 20 largos siglos y, aún, se sigue hablando  día a día, y en todo lugar, de Él. Desde entonces acá son incontables las civilizaciones, sistemas filosóficos, políticos,  incluido marxismo --con sus variantes comunismo, socialismo, trotskismo, etc-- que han ido desapareciendo, mientras la doctrina y el testimonio de vida que Jesús de Nazaret nos legó, ha resistido, y resiste, todos los embates históricos que han querido, y quieren, aniquilarlo para suplantarlo. A veces, con persecuciones cruentas y letales de lo que siempre salió más fortalecido. Nadie  se atrevería, sin caer en el ridículo,   negar esta evidencia histórica.

Su inefable  doctrina es de amor, no de odio;   por eso está incardinada en los corazones de los seres humanos imprimiéndoles sentido de  eternidad. De ahí su prevalencia en lo temporal.

Hace unos días, un articulista  establecía, en su columna diaria, reservas, incluso históricas, sobre el  Galileo. Es la moda. Pero, respetuosa, en incluso fraternalmente,   me atrevo  a decirle  que yo también, ha muchos años experimenté  en mis adentros (la vida suele hacernos víctima de  injusticias que nos dificultan  toda creencia objetiva)   “mi noche oscura del alma”. 

Alguien (no recuerdo quien, pese a mi pertinaz capacidad memorística), me dijo: “te emplazo a que me digas una sola razón, fundada, para cuestionar la existencia de  Dios. Por el contrario, son infinitos los argumentos que avalan su existencia;  para constatarlo, basta abrir los ojos físicos,  los del alma y atender el dictado del raciocinio.  Pero no quieras desvelar objetivamente el profundo arcano de Dios, porque es misterio; solo vale  la fe. Por demás, la existencia de Dios Creador la  proclaman con arpegios de transcendencia,  sus creaturas  y la infinita armonía y leyes del universo, su  Creación”.

Dos días después, me entregó un recorte de periódico que contenía la siguiente cita de Einstein: “Cada vez que la ciencia hace un descubrimiento, es  una ventana por la que se ve  Dios”.

En más de una, y de dos, ocasiones, me vi envuelto en las brumas de la muerte (accidentes de coche, uno a altas horas de una oscura  noche, dos aneurismas de aorta con intervenciones quirúrgicas de decenas de horas en quirófano, etc) y salí de ello de forma  atribuible a la mediación de una Bondad Superior. No es de este momento abundar en este relato.

Si observamos las manifestaciones procesionales de estas fechas conmemorando  el drama  del Gólgota, y pese  a cuanto puedan tener éstas  de lúdico y de aparatosidad formal, como, a veces, de aparente folklorismo las manifestaciones marianas,  en el fondo de sus corazones los seres humanos de todas las clases sociales y nivel cultural,   rezan a unos referentes con íntima y transida emoción de trascendencia. Desde el totemismo en los albores de la humanidad, el ser humano tiene  atávica certeza  de Dios, y cada pueblo y civilización, lo han venido expresando a su manera. 

El arte, ese inefable don del espíritu,  a lo largo del devenir de milenios ha ido dado testimonio de las expresiones del sentimiento religioso del pueblo de cada era y época:  Miguel Ángel, con sus célebres frescos de la capilla Sixtina; Rafael;  en España, Velazquez y su  célebre Cristo en la Cruz, Dalí, El Greco. Y en la música,  el Ave María de Gounod, el Mesías son muestras, una por miles, de la incidencia en el espíritu humano del numen  Dios. Y... en la poesía: El Cantar de los Cantares, los infinitos versos de  San Juan de la Cruz que ofrece alturas sublimes, el propio Lope de Vega, y Calderón, etc.etc.

Pero, ciñámonos a lo popular que en semana Santa se manifiesta en las noches de procesiones con ese dolorido rictus de pena y amor de  las imágenes, y de rezos y saetas que dice el pueblo. Saetas del pueblo  que se clavan en el corazón, cuando una Virgen, da igual que sea de la Esperanza,  de Los Dolores,  de Zamarrilla, ve sufrir a su Hijo Justo, que parió en una noche de luna en un establo de Belén; “viste su manto de luto y, con cara llorosa  y las manos de azucena cruzadas sobre el corazón traspasado”, entre fulgores de luces y cabrilleo de rezos, es parada por la voz del capataz de trono: el silencio  da voces en el corazón de los cristianos, cuando es interrumpido solemnemente con el esmorecido cante de una  saeta.

Er cuerpo yeva doblao
Por el peso de la crú,
Y los sayones asotan
Su cara yena de lú.

Y, al poco trecho, otra a la Madre dolorida:

De las flores mas bonitas
Voy a jasé una corona,
Pa ponérsela a María
Hermosísima paloma.

Y, otra,

Por envidia te asotaron,
Por orguyo te prendieron,
Y tus bropas los sayones
Aluego se repartieron.

Y miles y miles que dicta su corazón al pueblo liso y llano: 

 Claudia Prócula de Cartima,
A su esposo le rogó:
“No te metas con el Justo...”
Y  él  las manos se lavó.

Y la procesión multitudinaria sigue lenta y recogida hacia su encierro; el pueblo que la conforma, establece empatía con el sentido literal y profundo de las saetas, y con los pesares de un Dios, que se ha hecho Hombre en aras de los pobres y los desvalidos, de los que han hambre de pan y de justicia.

En las postrimerías de la noche, llega como un eco diluido en el sentimiento de la aurora  los arpegios de la última saeta:


¡Mirarlo por donde viene
Er mejó de los nasios!
Los ojos esparpitaos
Y el rostro descolorío”   

Decía en el párrafo inicial, que por estas fechas suelo leer prosa y poesía referida al drama bíblico: “Como llora Sevilla” emocionante ambientación poética de la Semana Santa escrita por el  Padre Ramón Cué; El Apocalipsis de San Juan; todo el poemario de nuestro San Juan de la Cruz, “El villancico y la saeta” de mi amigo, ya desaparecido, Manuel Benítez Carrasco:


Al verte, mástil sin vela
Abandonado del cielo,
Intento darte consuelo.
Y eres Tú quien me consuela...

...y dejando entre tus dedos
Todo el poder, clavado,
Aún me ofreces el costado
Para quitarme los miedos...

Pero Tú arreglas las cosas
A tus maneras divinas;
Y, al devolverme las rosas
Te quedas con las espinas...


. Nunca falta en estas fechas la  relectura de un poema  de José Luís Estrada Segalerva (Romance de aquella ermita) dedicada a nuestro Pepe González Marín, a quien tantas y tantas veces acompañé a Alhaurín el Grande el día de Padre Jesús de los  “moraos”, del que era gran devoto y amigo de sus Hermanos, y él mismo un Hermano más:

 












martes, 26 de marzo de 2013

FELICICITACIÓN A FERNANDO BRAVO Y AL EQUIPO DE GOBIERNO

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Mi más sincera felicitación a Fernando Bravo por su trabajo de investigación en relación a sendos escudos nobiliarios sobre la ilustre familia Salcedo y Yegrós, que antaño dieron, y dan hostoriológicamente, prez y pátina a nuestro devenir de pueblo señero.

Todos hemos visto a lo largo de décadas dichas referencias en la casa de la familia Pino, entroncada con la de Salcedo, pero ha sido él quien ha tenido la curiosidad intelectual y la paciente disponibilidad de desentrañar su origen.

Reitero mi en hora buena a Fernando Bravo y, al equipo de gobierno del Ayuntamiento de Cártama que ha expuesto dichos  testigos nobiliarios en el salón del  Ayuntamiento de Cártama para conocimiento del pueblo.

Corresponde a Fernando también prospectar otros escudos (uno en la calle del Agua y otro en la casa solariega que hay haciendo esquina con Juan Carlos I), al parecer de la familia Galvez, entroncado con los de Macharavialla,  que también tuvieron entronque con Cártama alguna de sus ramas. 

sábado, 23 de marzo de 2013

EXTRAORDINARIO SOBRE SEMANA SANTA (PASOS) DE LOS AÑOS ANTES DE 1-920 EN CARTAMA

Esta entrega forma parte de otras entregas anteriores  bajo el título, "Por qué no hay procesiones de Semana Santa en Cártama".

Es una fotocopia del capítulo XI del libro, "EL LLAVERO DE ANICA LA PIMIENTA", del eximio escritor y miembro de la Real Academia Española de la Lengua, oriundo de Cártama (su madre nació y vivió en el "Cortijo Anaya", frente a las Tres Leguas), y de quien he hablado ampliamente en varias ocasiones, en especial en mi libro, "CÁRTAMA HISTÓRICA. EL JUGLAR Y LA VIRGEN PEREGRINA".

Dicho capítulo, que a trancas y barrancas, como informático autodidacta que soy,  aporto el capítulo XI, que entre otros méritos, tiene el de recoger los diálogos en el argot sencillo y simple de los actores de dichos  PASOS, gente del pueblo liso y llano. Que lo disfruten ustedes.






POR QUÉ NO HAY PROCESIONES EN CÁRTAMA (II)

Dedico esta II entrega a mis paisanos, especialmente a los jóvenes. **** Antes de proseguir con el tema semanasantero de Cártama, en esta segunda entrega debo tocar la razón por la que sí tenemos cada 23 de abril, tan apróximadamente a la Semana santa, la gloriosa procesión de Nuestra Patrona, la Virgen de los Remedios, mientras las de Pasión se cortaron en fechas próximas a la guerra civil, sin que después se restaurasen, cual hicieron otros pueblos colindantes, de forma pujante. Ello conlleva necesariamente recordar el emotivo retorno a Cártama de su Patrona el día 26 de febrero de 1.938, como colofón de su andadura por las repúblicas iberoamericanas y New York. Peregrinaje de una “virgencita de Cártama en la madre Patria”, como le rompieron en llamarla por aquellas tierras transoceánicas los admirados devotos de todas las razas (guaraníes, quechuas, miskitos, caribeños, etc, integrados, como también, mestizos de españoles e indios, y españoles, italianos, chinos, etc. etc., emigrados), que le rezaron en sus idiomas y dialectos ancestrales respectivos, sobrecogida el anima ante la singular odisea mariana que estaban protagonizando el trío español de Cártama: El juglar y raptor, González Marín, su ayudante escénico, Antonio López Plana,“Antoñico”, y, la trasminada imagen de una virgen “chiquita”, Patrona de un humilde pueblecito lejano en la distancia, pero ya cercano en sus corazones por mor de la poesía hecha quejíos del alma común de los pueblos hispanos, en la garganta del sin par juglar peregrino y, la presencia de la Virgen exilada que, en los brazos del aedo y su ayudante, iba visitando todas las ciudades y pueblos de las repúblicas hermanas. Andanzas de amor y lirismo, que quedaron recogidas con sus pormenores y detalles en mi libro, “CARTAMA HISTÓRICA. EL JUGLAR Y LA VIRGEN PEREGRINA”, en el que, temiendo herir susceptibilidades, omití en él este entrañable hito que hoy recojo. Porque he meditado profundamente sobre ello, considero un deber ciudadano y de lealtad a mis paisanos de nuevas generaciones, narrar el más que emotivo hecho. Entre otras consideraciones, porque tengo 82 años, y pocos coetáneos míos quedan ya, si es que queda alguno, que viviera el sublime momento, más bien memento, y, además, estén en condiciones de narrarlo por escrito. Por otro lado, la Historia contada con seriedad y rigor es, en frase cervantina-ciceroniana, “madre de la verdad, émula del tiempo, depósito las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y avisos de lo presente, advertencia de lo porvenir” El devenir histórico ha hecho axiomática esta sentencia, que mueve a reflexiones de vida a todo ser consciente. Somos historia. Con mi humilde prosa solo pretendo ayudar a mis amables lectores a imaginar el inenarrable suceso. Describir la emoción de todo un pueblo que dio por quemada la imagen de su multisecular Patrona impregnada de los sentires, oraciones, peticiones, rogativas, confesiones íntimas de penas y alegrías de generaciones y generaciones de antepasados ante el sagrado icono, es harto difícil, al menos a este escribidor. Pero, tal lo se y puedo, lo relato sucintamente. Son unos hechos que he vivido personalmente y, después, mil veces he escuchado narrarlos a los dos protagonistas humanos de esta cantiga mariana de nobles connotaciones históricas. Nada más lejos, y menos dado mi carácter, que anhelar reconocimiento alguno por ello, ni por otras aportaciones en relación a la historia de mi terruño. Por el hecho de haber sido amigo íntimo de los protagonistas que me hicieron compartir sentimentalmente tan bella odisea histórica, me siento un privilegiado. Pero, no soy masoquista y, lo mismo que me es indiferente cualquier halago, sí me duele la sinrazón de juicios de valor, ciertamente duros y punzantes que, paradójicamente, ello me ha deparado de algunas personas, por cierto, pocas, pero con capacidad de crear corriente de opinión contra la fama y el honor ajeno. Desde el año 1.579 que los cartameños sacaron su Patrona en rogativa ante un mortal epidemia de peste que Ella sanó, tal consta en actas capitulares y eclesiales --por ello llamada desde entonces La Remediadora (De los Remedios)--, según los anales nunca ha habido un 23 de abril que Cártama dejara de pasear, a hombro de sus hijos, a su Patrona remediadora. Ni siquiera aquel sonado y nefasto 22- 23 de abril de 1.936. Ya tenía asumido el pueblo (aún laceradas sus almas por las letales consecuencias de la cruel y, por cainita, estúpida guerra civil) que aquel 23 de abril de 1.937 sería el primero, y para siempre, que Cártama no vería a su Patrona en presesión por su secular itinerario del lugar. Y así era: En Cártama no estaba Ella, su Santuario destruido, y la entrañable tradición, patrimonio por excelencia de los cartameños, rota. Pero..., el día 24 de abril de ese mismo año de 1.937, llega de La Habana un telegrama remitido por Pepe González Marín, informando a todo su dolorido pueblo que la Virgen de los Remedios se la llevó consigo al zarpar para cumplir contratos artísticos en América, y la llevaría en su brazos recorriendo todas las repúblicas iberoamericanas, sus ciudades y pueblo, como pregoneros de poesía, devoción mariana y hermandad. La tradición, pues, no se había roto sustancialmente: habiéndole cogido la fecha de sus fiestas en Cuba, igual que siempre en Cártama, también allí, la Virgen de Los Remedios cartameña fue paseada a hombros de devotos caribeños y españoles residentes, por las calles de La Habana entre una multitud asombrada de la gesta que presenciaban. Al mismo tiempo anunciaba en el telegrama que a primeros de febrero de 1.938, devolvería a su pueblo la imagen de su Patrona, salva. Y que, la quemada, era una copia que él dejó en su lugar ¿Existe otro dechado de tradición mariana que contenga una cantiga de este tenor? Me he leído durante la investigación para mi libro, “EL JUGLAR Y LA VIRGEN PEREGRINA”, decenas de libros marianos, y, no he encontrado caso de tal tenor en lugar alguno. Como en tantos otros sitios de la geografía española, durante este periodo bélico fueron quemadas las imágenes de la Iglesia Parroquial de Cártama (algunas antiquísimas y de inmenso valor artístico, como veremos detalladamente en otra entrega), destruido el Santuario mariano y el archivo multisecular, para destinar la Iglesia a oficinas políticas y almacenaje de mercaderías. Pero volvamos al sobrecogedor y emotivo recibimiento que el pueblo de Cártama hizo a su Patrona al regresar de América el día 26 de febrero de 1.938, que dejo, por razón de espacio, para una IIIª entrega.

EN EL DÍA DE LA MUJER





DOROTEA

En su maternidad,  dedico este panegírico a mi joven amiga, Noelia Suarez 

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Homenaje un tanto apasionado a la mujer. Tratándose de sumarse a la exaltación de su condición de fémina inefable,  siempre  símbolo y praxis de la abnegación y la solicitud entrañable (joya que puso Dios como colofón de su Creación), no puede ser de otra  manera, que con  pasión efusiva. ¿Cómo no, si son a la vez madre que nos pariera, novia como segundo estadio  del despertar a las maravillas de la vida en la que ella  pone complacencia y  goce --“carne de la mujer, ambrosía más bien, ¡òh maravilla!”, que diría Rubén Darío--;  compañera, amante, hermana, amiga y, musa necesaria de quienes tienen alma de poeta. Va por vosotras.

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Como enamorado de dos feministas por excelencia, Teresa de Jesús (“fémina inquieta y andariega”) y del Quijote cervantino, llevo a cabo este proyecto de  exaltación femenina desde los auspicios inspiradores del libro “MUJERES DEL QUIJOTE (Al amor de las estrellas)” de Cocha Espina, que al igual escribiera, “La niña de Luzmela”, “La esfinge maragata”, “Despertar para morir” y, otras que descubrí, y  degusté con fruición, desde mi adolescencia, bajo las indicaciones (permítanme este recuerdo gratificante)  del  gran catedrático profesor de literatura en el Instituto Aguilar y Eslava  e Internado de la Purísima Concepción, asociados, de Cabra, don José Escalada, nombre que jamás se nublará en mi memoria y gratitud.



Como orlas gráficas, usaré las mismas sugestivas pinturas del antes citado libro, con firma de su autor en uno de los ángulos.

Luna nueva, campo dormido, noche de verano en la ribera. Cielo de terciopelo, puro, despejado y resplandeciente, cielo estival cartamitano que nos mira con  pupilas iluminadas de estrellas mensajeras, invitadoras al sueño  sobre la buena y amada tierra... 

Desde las baldas cortijeras, cantan los gallos  acentuando el silencio limpio aún de  impertinencia de rumores.

Arriba, en la penumbra del lugar, bajo el arrullo luminoso de la luna blanca, miles de vidas laten al unísono dormidas con igual ignorancia, incapaces de seguir las huellas reveladoras del Misterio.

Pero no, en un habitáculo de dilatado ventanal, la luna es compañera y consoladora de las cuitas amorosas del Alonso Quijano, el hidalgo terruñero, que sí sueña despierto con un ideal transido de melancolía; sueña con una mujer que en sus desvaríos de poeta andante la sublima en un entramado de madrigales irreales.

Sueña el caballero Don Quijote con Aldonza, no por cierto el dechado propio y fino para encarnar los ideales del caballero. 

Lorenzo Corzuelo, labriego de pan comer,  tenía una hija, Aldonza, moza que pese a ser  membruda y silvestre, se convirtió en dueña y señora del ensoñador caballero andante, quien, acostumbrado a vislumbrar en sus libros de lecturas ( con aventuras de Caballeros andantes y Amadís),  musas, emperatrices y altas princesas, y pasear con ellas  su encendida imaginación por las verdes riberas de la tierra guadalhorzana. Idealizó  hasta  las más altas cumbres del pensamiento a aquella zafia tobosana a la que rompió en llamar, Dulcinea del Toboso.

Calladamente la quiso durante muchos años, con esa lealtad, con esa noble continmencia, con esa delicada timidez, prendas morales de los poetas y de los héroes, cuando los hay auténticos sobre la faz de la tierra.

De aquel gran amor tan casto y escondido, tan lleno de inefables revelaciones, brotó sin opción a dudas en don Quijote el firme propósito (para merecer de la mujer de sus altos ideales),  de salir a deshacer entuertos, a imponer la verdad, el bien y la justicia con el brío y denuedo de su brazo, pues pocas proezas hay en el mundo que en la inspiración enamorada hacia una mujer, no tenga su raíz.

Dulcinea es pues, una ilusión sutil, pero, al fin y al cabo, mujer ideal que Cervantes creó con la pobre arcilla de la tierra y con el rico aliento de su numen la idealizó en el mas hermoso  simbolismo, enseñándonos que todas las mujeres son bellas, porque todas las mujeres son madres, hasta las que no han parido:   el corazón de todas y cada una de ellas es una cuna en  que arrullan a un niño.

 Loor, pues, a la mujer.


viernes, 22 de marzo de 2013

EL QUIJOTE Y LA CULTURA CAMPESINA (III)




            Hago  hoy la tercera  entrega del trabajo que relaciona dichos del Quijote y expresiones populares, en especial en ámbitos rurales. Argot éste, jugoso, sencillo, expresivo y directo, especie de parábolas de suma elocuencia, que Miguel de Cervantes, gran observador  de la sicología y vida del pueblo llano, supo incluir como perlas idiomáticas en su famosa obra.

VENIR COMO ANILLO AL DEDO” Venir a pelo, a cuento, adecuado a un momento preciso. En el Quijote, Cai. XX, 1ª parte: “que dice , que viene aquí  como anillo al dedo.

“AL CABO”  En último lugar, por fin, finalmente. En el Quijote, Capit. VII, 1ª part: “Tal es la enemistad  que me tiene; más al cabo han de poderpoco sus malas artes  contra la bondad de mi espada”

CARGAR LA MANO   Abultar, exagerar, cargar las tintas. En el Quijote, Cap.  XXXIII, 1ª part: “Con estos pensamientos, más honrados que acertados ni provechosos, estuvo otro día escuchando a Lotario, el cual cargó la mano de manera que empezó a titubear la firmeza de Camila”

POR CIMA”  Sobre, por encima. En el Quijote, Capit. XXIII, 1ª pat: “Luego esparcieron  por cima de la sepultura muchas flores y vramos”

DAR COCES CONTRA EL AGUIJÓN”  Intentos vanos, pretender doblegar al más fuerte. En el Quijote,  Cap. XX, 1ª part: “y si vos querei8s porfiar, y espolear,  y dalle, será enojar a la Fortuna, y dar coces contra el aguijón
            Creo que fue Iriarte, o Hartzenbuch (cito de memoria) quien en la moraleja de una de sus fábulas decía;

                                               “...Quien pretende sin  razón
                                                Al mas fuerte derribar
                                                No consigue sino dar
                                                Coces contra el aguijón”

“COGER LAS DE VILLADIEGO”  Salir de estampida, marcharse apresuradamente. En el Quijote, Cap.XXI,  part. 1ª: “que según él puso los pies en polvorosa y cogió las de Villadiego, no lleva pergenio de volver por él jamás”


SACAR DE CUAJO”  Arrancar de raíz. En el Quijote: Capit. XXV, 2ª parte: “y estoy maravillado como no le ha acusado el Santo Oficio, y examinándole, y sacándole de cuajo   en virtud de quien adivina”. SEGUIRÁ.

“ERE” (S) DE LA JUNTA Y, HOSPITAL COMARCAL

 
Doña María Jesús Montero, Consejera de Sanidad de la Jtª de Andalucía: "Eficiencia..." ¡Se ve!    

        
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(Cedido por Asociación Ermita Los Remedios, que inserto gustoso)
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            En el Pleno Municipal de ayer, 21 de marzo de 2.013, en el turno de Ruegos y Preguntas, y  como se tenía anunciado, el portavoz para este acto del Foro Vecinal, --al que pertenece esta Asociación  de Vecinos, Ermita Los Remedios--  D. Gerardo Hernandez Les,  expuso de forma brillante por su claridad y  ajuste a la indiscutible  realidad de verdad, la opinión vecinal sobre  el tejemaneje que la Junta de Andalucía se trae en relación al Hospital Comarcal del Guadalhorce, que ya ha devenido en auténtico “affaire”.

             Suscribimos una por una todas las palabras de D Gerardo Hernández Les, pero a título  de entidad particular, creemos más que pertinente  comentar las palabras que la Consejera de Sanidad, doña María José Montero,  pronunció antier, día 20, en Málaga, que, como ciudadanos y  afectados por dicho “affaire”,  se nos antoja un lamentable desbarre, un manifiesto abuso de ritmos dialécticos con ánimo de desconcertar y engañar deslealmente “como a chinos”,  al sufrido ciudadano.

            Desde el principio (año 2.005), esta  AA.VV. lo vio siendo parte fundadora de la Plataforma iniciada en Pizarra. Todo tenía visos de constituir una inflación engañosa de valores entendidos, que prometían  con sus boquitas a bombo y platillo, lo que no tenían intención de cumplir.

            Antier, en el Parque Tecnológico la Sra. Consejera dijo literalmente: “...hace varios años, la Junta de Andalucía ya asumió los seis millones de euros que debía  aportar el Ayuntamiento cartameño al proyecto”. Naturalmente  que hubo de asumirlos: era un atraco. No más saberse ese espurio “débito” de Cártama, esta Asociación se dio el piro de la Plataforma de marras.  

            Ya sabemos que los políticos de todo pelaje operan por acá, y acullá dentro de la piel de toro, con un entramado  de componendas y mentiras que llaman gobierno. Pero aquello que se anunció en la peroxia  era demasiado, y, por ende, inasumible; era, y es,  un “entramado” chafarrinero; una chirriante cháchara de desleales (a la comarca y a Cártama) insultante y tramposa.

            La señora Montero, añadió: “en este momento, la autonomía no es capaz de poder compensar lo que “otras administraciones” no pueden poner”,  y añadió. “Aquí se generó un proyecto  a tres bandas en la que dos  “administraciones” (Junta y Diputación) han ido cumpliendo sus compromisos, pero en estos momentos no podemos suplir el esfuerzo de otras “administraciones”.  

            ¿Se refería doña María Jesús al Ayuntamiento cartameño, o, en puridad, a  todos los municipios atañidos por el proyecto, al parecer doce más?. De los cuales, y dicho sea de paso, alguno alega que “mientras haya un alcalde gilipoya que pague por todos, el no endiña un puto euro para el Hospital de todos, oye, de todos”; así, con dos huevos el tío.

           Hace muy requetebién el actual equipo de gobierno en  negarse a pagar lo que a todas luces no le corresponde  a Cártama. Sobre ello, esta AA.VV. elevó queja al Defensor del Pueblo, y cual valor entendido, vino a contestar que cada “administración” podía hacer con otra los convenios que creyera oportuno. También con “un par de valores entendidos”, el señor Chamiso: Equiparan  la potencia económica de la Junta y la de la Diputación, con el activo y disponibilidad de un humilde y empobrecido Ayuntamiento provinciano.

          Sobre este  escandaloso "affaire" ampliaremos en otra entrega; "affaire" que estaría conjurado con que la Junta dedicara a ello, un 8 o 9% de los, según suena, 900 millones de Euros que se han ido por las abigeas piqueras de los ERE, constituyendo el mayor atraco, embozado en lo oficial, que se ha dado en la historia de la democracia española, si es que a esto se le puede llamar democracia.

            Por cierto, los sobre 7.000.000 de euros que pagó, según dice doña María Jesús (mejor sea el año)  la Diputación, obviamente se detrae de servicios a los municipios de la provincia, incluída Cártama. Y, a todo esto, es  a la Junta a la que corresponde,    pagar, paradójicamente,  el coste íntegro del tan llevado y traído Hospital Comarcal que debiera llevar funcionando desde 2.008 acá. De verguenza politica esta la cosa solo regular.

            Como la perorata de la eximia dama, María Jesús Montero  (¡menuda es ella!), tiene mucha más tela que cortar, dejamos para otra entrega la parte afilada de este comentario réplica que, no sólo es de justicia, sino de dignidad inalienable.

jueves, 21 de marzo de 2013

martes, 19 de marzo de 2013

RECUERDOS DE ESTUDIANTE EN CABRA




Busto de Aguilar y Eslava, y portada de entrada
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El autor y condiscípulos en el campo de deportes del colegio. Año 1.947

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Currículo académico sobresaliente y cuadro de honor
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Siguió el interés por la cultura
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De un periódico del siglo XIX
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Subida del claustro a clases, salón de estudios y dormitorios
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Aquí estudié en aquellos lejanos tiempos de la década de los cuarenta. hasta 5º de Bachiller, terminando 6º , 7º y Reválida (Granada) en Los Hermanos Maristas de Málaga.
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Profesores y alumnos ilustres

En sus más de 300 años de historia, son muchas las personalidades ilustres vinculadas a este centro educativo, ya sea como alumnos, profesores o benefactores.
Entre los alumnos que han pasado por sus aulas encontramos a:
·                    Dionisio Alcalá Galiano, (1760–1805), destacado marino, militar y científico español,
·                    Antonio Alcalá Galiano, (1789-1865), consejero de Hacienda y diputado a Cortes por Cádiz.
·                    José de la Peña y Aguayo, (1801-1853), abogado, diputado a Cortes, senador del Reino y ministro de Hacienda.
·                    Andrés Rosales Muñoz, (1807-1872) canónigo de la Catedral de Granada, obispo de las Diócesis de Jaén y de Almería y senador del Reino.
·                    Mariano Vargas y Alcalde, magistrado y diputado a Cortes.
·                    Juan Ulloa y Valera, alcalde de Granada, diputado a Cortes y secretario general del Ministerio de Hacienda.
·                    Martín Belda y Mencía del Barrio, (1820-1882), primer marqués de Cabra, un político al servicio de Isabel II de España que ocupó diferentes cargos: presidente del Congreso, ministro de Marina, gobernador del Banco de España.
·                    Blas Infante, (1885-1936), padre de la patria andaluza.
·                    Niceto Alcalá Zamora, primer presidente de la Segunda República española (1931-36).4
·                    Pedro Garfias, (1901-1967), poeta español perteneciente a la Generación del 27.
·                    José Garnelo y Alda (1866 - 1944), pintor montillano y académico de San Fernando.5 Donó al Instituto un cuadro de la Inmaculada.
·                    Manuel Pérez Pérez, alcalde de Córdoba en 1995.
·                    José Calvo Poyato, alcalde de Cabra entre 1996 y 2003.
·                    Carmen Calvo Poyato, consejera de Cultura (1996-2004) de la Junta de Andalucía, ministra de Cultura (2004-2007) del gobierno de España y vicepresidenta del Congreso de los Diputados (2007-2008).
·                     
Algunos de sus profesores más ilustres fueron:

·                    Juan Carandell y Pericay, geólogo y geógrafo vinculado a la Institución Libre de Enseñanza. Catedrático de Historia natural, impulsó la celebración en Cabra del XIV Congreso Geológico Internacional (1926), donde se realiza un estudio exhaustivo de la sierra de Cabra.6
·                    Manuel González-Meneses Jiménez, catedrático de Matemáticas y director del Instituto entre 1916 y 1930. Académico correspondiente de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba. Se le concedió la Encomienda de la Orden de Alfonso X el Sabio.
·                    Ángel Cruz Rueda, abogado, catedrático de Literatura, director del Instituto (1930), alcalde de Cabra (1936-40) y premio Nacional de Literatura (1929)7


Y entre los benefactores hay que citar a algunos de sus antiguos alumnos:
·                    Martín Belda y Mencía del Barrio, ministro de Marina, apoderado general de la reina Isabel II de España, presidente del Congreso y gobernador del Banco de España. Donó una colección del diario de sesiones de las Cortes.
·                    Juan Valera y Alcalá-Galiano (1824-1905) escritor, diplomático y crítico literario. Durante su época de Consejero de Instrucción Pública y con algunas donaciones personales, como su biblioteca personal.
·                    Juan Ulloa y Valera, alcalde de Granada y secretario general de Hacienda.
·                    Felipe de la Corte, marqués de Cabra, coronel del cuerpo de Ingenieros y gobernador de las islas Marianas. Donó unas mandíbulas de cachalote al gabinete de Historia Natural.