miércoles, 25 de noviembre de 2015

RECONOCIMIENTO AL CRONISTA OFICIAL

            Recientemente, el Cronista Oficial del Ayuntamiento de Cártama, don Fernando Bravo Conejo,  ha publicado un denso trabajo sobre la “Dehesa Baja” cartameña y sus enclaves diseminados que, según mi modesto parecer, merece ser aplaudido y reconocido en su valor como  recopilación  de nuestro acervo histórico que, de no existir trabajos de este tenor, quedarían con el paso de los tiempos como una mera y difusa referencia en lontananza.


 Como cartameño, y fuera parte otras cuestiones, mi leal  reconocimiento y sincera enhorabuena.   

sábado, 21 de noviembre de 2015

FUE EL POETA DEL PUEBLO



El insigne y universal artista, José González Marín --cartameño de nacencia y crianza (entre la gente de su pueblo, Cártama,  y   en ésta  quiso también estar enterrado)--, fue el creador de un arte nobilísimo con el que sublimó la poesía española, dando   a conocer a nuestros poetas, y los de allende el océano de habla hispana, por tres continentes ciudad a ciudad, pueblo a pueblo, llegando con su verbo y su mimo artístico sin par  al alma de todas las clases sociales, en especial (como reza el recorte que se acompaña  de la época de la II República), a las más humildes y menos favorecidas de instrucción escolar y lectiva. 

Por ello, un gobierno republicano, con un ministro socialista de cultura, le concedió la más alta distinción, la Gran Cruz de Isabel la Católica, que lo elevó a la categoría de Excelentísimo señor, título del que,  por su humildad, jamás de vanaglorió. 

Cártama lo hizo Hijo Predilecto y le puso su nombre a un Teatro que se hizo en su honor (¿que otro nombre se le podía poner al único teatro  de su pueblo  teniendo en cuenta  que Cártama es su cuna y él era un genio de fama mundial y  adalid de un arte escénico nuevo, noble y único con el que dio fama y patina a su pueblo?); nombre que los nuevos sabelotodo de la política le han quitado  para ponerle un apelativo a dicha  sala que encima conlleva una garrafal falta de ortografía. Y hasta la propiedad del nicho en que está enterrado han querido afectar. 

Y viene la pregunta de cajón en estos tiempos  de falaces y sectarias "memorias" históricas, y en virtud ello de ciertos rumores: ¿Qué otro recuerdo suyo le van  quitar Cártama, a la comarca y a la España teatral ahora...? 

NOTA. No he querido adjuntar foto para centrar   la atención de los lectores solo  en el artículo (elijo uno entre miles del mismo tenor) que inserto a continuación, de grata lectura para cualquier amante de la cultura.

 Es un artículo editorial de un periódico de 1.935 que honra a todos los cartameños bien nacidos de cualquier  las tendencia política; algunos de los pseudoizquierdosos, advenedizos muchos,   han cometido el caciquil entuerto de denigrar la memoria de nuestro personaje y otros paisanos de antaño y hogaño  con calumnias dictadas por  designios opacos. Quiera Dios que la historia no  juzgue a Cártama  a tenor de semejante tropelía. 

Sí, ¿qué nueva sinrazón se nos prepara contra la noble y enjundiosa historia de Cártama en la memoria de sus hijos preclaros? Hay gente con tales ínfulas de gulliveres  que creen  que hasta los muertos  le hacen sombra y,  como no pueden "remorirlos", empañan su memoria.


miércoles, 4 de noviembre de 2015

LA VERDAD CULTURAL CARTAMEÑA: ENRIQUE LÓPEZ ALARCÓN (Cártama,1881 Habana 1.948)


                                                                     
A mi erudito amigo,Gerardo Hernandez Les,  tan conocedor de las nobles causas y personajes que avaloran y les da pátina a los pueblos,  le dedico este primer reportaje sobre  un hombre insigne de las letras y la política españolas, de cuna cartameña, muerto en el exilio, y que su pueblo tiene olvidado, por lo que es susceptible de recuperar su memoria y su obra. 
                                                              

( DRAMATURGO E INMENSO POETA DESCONOCIDO DE CÁRTAMA, SU PUEBLO)                                                                                                                                         Mas no podemos ofrecerte flores,
que en abril, esplendente primavera,
se fueron a formar los tres colores
que esmaltan el cendal de la bandera;
pero... aún le queda al vate la jornada
del poema de España libertada."

¡A PEPE GONZÁLEZ MARÍ, SU GRAN AMIGO Y PAISANO!

Caminos de  Andalucía...
rueda un rumor de guitarras,
de cante y de fantasía...
y Cadiz dice el tango,
y Huelva dice el fandango,
Córdoba la bulería...
y Málaga dice el rango,
el rumbo y la bizarría. 
Y tú, Pepe González,
bordas los campos de flores
y de cantes los caminos...
Lentos los de los molinos,
vivos los vendimiadores,
los de la trilla cansinos...
Tierra que canta la pena
porque la abruma el misterio
de que una "mare" tan "guena"
tenga al maruido en la "trena"
y al hijo en el cementerio...
             Enrique López Alarcón (Republicano muerto en el exilio).
                                                                                             
         El poeta, dramaturgo, empresario teatral (Director del Teatro Español de Madrid) y periodista, Enrique López  Alarcón, cartameño  virtualmente nacido en  Málaga (nieto de José Alarcón Luján), avalora  con su obra y actividad artística su  pueblo de nacencia, Cártama, siendo por ello, y en  justicia de patria  chica, susceptible  de ser recuperada su memoria y biografía (ya iniciada), en beneficio de nuestro patrimonio histórico- cultural. Cártama tiene la inmensa fortuna de contar  entre tantos otros personajes egregios de incidencia nacional,  con este hijo  de hondo  calado en la literatura y el periodismo español e internacional de su época.
         Al  terminar  la aciaga guerra civil de 1.936-39, se exilió en Panamá, Santo Domingo y Cuba, país  en donde murió con nostalgias de terruño.    .
         Fue un representante del teatro poético iniciado en España a principios del siglo XX por Francisco Villaespesa y Eduardo Marquina, continuado, entre otros, por  Goy de Silva, Luis Fernández Ardavín, Joaquín Dicenta, Joaquín Montaner, Ramón de Godoy Sala, Antonio y Manuel Machado, Fernando López Martín, Pedro Muñoz Seca y Miguel Echegaray. En su exilio, como otros intelectuales en  la misma tesitura,  tuvo que dedicarse  al periodismo.
         Cuando Villaespesa volvió de América a España,  enfermo y abatido, López Alarcón le organizó un homenaje en el Teatro Español de Madrid (que dirigía) el día 25 de enero de 1932, al que asistió el presidente de la República, Aniceto Alcalá Zamora; intervinieron  Manuel Machado, Eduardo Marquina, Fernández Ardavín, y  el rapsoda cartameño, José González Marín, su paisano y amigo desde la niñez,  recitó  poemas en honor del común amigo y gran poeta almeriense homenajeado.
         Enrique López Alarcón nació  el 22 de junio de 1881;  falleció, en La Habana, en 1948. Cursó sus estudios primarios en Málaga con los jesuitas, desde donde pasó a la Universidad de Granada para estudiar Filosofía y Letras. Con veintidós años se marcha a Madrid, en donde ejerció de redactor de numerosas publicaciones: La Época, La Tribuna, El Nuevo Evangelio, El Mundo, El Intransigente y La Mañana. Fue fundador de La Gacetilla y del periódico literario Gil Blas y, como quedó dicho, director del Teatro Español de Madrid.
          Durante la guerra civil, en coherencia con su espíritu libérrimo   y bohemio,  frecuentó los círculos anarquistas, colaborando en sus periódicos. En su exilio, tras breves estancias en Panamá y Santo Domingo, recaló en la Habana en 1940, donde murió dejando una hija mestiza. En los años dominicanos, publicó una colección de sonetos dedicados al dictador de este país, titulada Sonetos a Trujillo.. Ya en La Habana, publicó Soy español (para su amigo y paisano González Marín),  Madrigales y sonetos (1940) y, el poemario Martí (1942); también fue director de algunas puestas en escena del grupo Teatralia.
         En 1,937, en Santo Domingo tuvo ocasión López Alarcón de verse a diario con su paisano, Pepe González Marín quien, con la Virgen de los Remedios, patrona del pueblo de ambos en España,  había tocado en aquella república caribeña en su célebre  periplo poético mariano.  El gobierno del General Trujillo no le dio permitió entonces por obvias sospechas políticas  (después tras la publicación de Sonetos a Trujillo, sí), para acudir a la Habana  el 23 de abril de 1.937 a participar, como otros muchos artistas e intelectuales, en  la singular celebración del día de la Patrona de Cártama, peregrina por aquellas repúblicas iberoamericanas,  que   hubo de celebrarse en Cuba.
          Entre los títulos de mayor relieve de su numerosa obra dramática se cuentan: Golondrinas(1905), Con mujer y sin mujer (1905), La sal de Madrid (1926), Voy a ser cocota (1926), una comedia casi picaresca, de la que el crítico de ABC escribió: "… y si a ello se añade un diálogo pulcro y elegante como corresponde a los prestigios de López Alarcón, fácilmente se comprenderá el agrado con que fue escuchada la obra", Vivir (1929), La Dictadura (1930), Romance caballeresco: Comedia melodramática a la española, escrita en verso en tres actos y un epílogo (1933) y, Los majos del Perchel (1935), comedia lírica estrenada en el Teatro Calderón de Madrid. En colaboración con otros dramaturgos escribió un buen número de obras: con José Ignacio Alberti, Sebastián el bufanda, o, El robo de la calle Fortuny (película policíaca en cuatro actos y en prosa  estrenada en el teatro Romea de Madrid, en 1916), y, El collar de esmeraldas (1918); con Cristóbal de Castro Gutiérrez, Gerineldo. Poema en cuatro jornadas (1909), Los insaciables (1909), comedia picaresca en prosa, en cuatro actos, Las manos largas (1926) y La mano de la reacción,  zarzuela; con Ramón de Godoy y Sala, La Tizona (1917), drama romántico, y La madre Quimera, farsa romántica en cuatro jornadas (1918); con Alfredo Escosura, La Maragata (1931), zarzuela, y con Fernando Alarcón (otro escritor oriundo de Cártama), Paleta,  humorada lírica en tres actos y veinte cuadros que se estrenó en el Teatro Eslava de Madrid el 9 de junio de 1933. Entre las traducciones y versiones escénicas señalamos: en colaboración con otros autores, Fígaro, barbero de Sevilla y El casamiento de Fígaro  de Pierre Agustín Caron de Beaumarchais; Fortunata y Jacinta, versión escénica de la novela de Galdós, Fuenteovejuna, versión de Lope de Vega, y, Piénsalo bien,  traducción de Pirandello. Como poeta su obra fundamental es Constelaciones (1906). Entre sus novelas citamos: La cruz del cariño (1909) y Melilla 1909, crónica de un testigo, diario de la guerra escrito durante las operaciones en el Rif (1911), en que recoge su experiencia como corresponsal de guerra de El Mundo, en la Campaña de África de 1909.
         Este poeta cartameño (aunque nacido, repito,  circunstancialmente en Málaga) muerto en el, seguramente voluntario, exilio (se había casado en la Habana) nos dejó estos versos a la Cuba de Baptista: "Si Cuba libre nos da su leyenda, / clava el pendón y levanta tu tienda. / ¿Dónde encontrar, como hallamos aquí, / yunque y martillo, tambor y trofeo? / ¿Dónde el machete de Antonio Maceo? / ¿Dónde la estrofa y la fe de Martí?" 

            (Resumen de la semblanza, en ciernes, titulada, “Vida y nuerte en el exilio de un poeta cartameño”



martes, 3 de noviembre de 2015

PENSANDO CON VOZ AJENA



--Dicen que la historia se repite. Pero lo cierto es que sus lecciones no se aprovechan. (C.Cee)

            --Por desgracia, no es siempre la Historia como nos la cuentan  --ahora tenemos la muestra en la Memoria Histórica de marras--; la historia es el relato  del valor humano. Pero es  también historia de la cobardía humana que es la que hunde a los pueblos. Y de cobardía histórica está hecha la política del momento actual. (S.Z)

            --El hombre que se cree siempre más de lo que es y ejerce de tal, trae la ruina a los pueblos y es el orín de la cultura. (G.)

            --Si queréis saber quien es menganillo, dadle un carguillo. España es el país de los pedantes ignorantes con mando el plaza (Perogrullo)

            --Amistad:   “Que amistades que son ciertas
                               Nadie las podrá turbar…” (Cervantes)

            --La buena y verdadera amistad no puede ser sospechosa  en nada (Quijote)

                                               “Es cosa infame también
                                               Y de valor desigual,
                                               Del que es amigo leal,
                                               Mostrarle la cara al bien
                                               Y las espaldas al mal…” (Lope de Vega)

domingo, 1 de noviembre de 2015

CÁRTAMA CO N SU VIRGEN Y SU RÍO EN LA LITERATURA UNIVERSAL

         
            Estamos ante el  testimonio mediático (uno entre cientos)  que nos ofreció la prensa iberoamericana  sobre  una gesta única y  paradigmática  en la historia toda;  una grandiosa cantiga  lírica mariana incuestionable   con escenario  en dos continentes y  vértice en Cártama, de la que cualquier pueblo de cualquier país se sentiría, como se siente la mayoría del pueblo de Cártama, orgulloso. 

En septiembre de 1.936 apareció en la prensa de San José de Costa Rica un poema titulado, “Despedida y desagravio de Costa Rica” (a González Marín y a la Virgen de los Remedios que por órdenes desde España del comunismo internacional sufrieron un atentado en plena actuación escénica), salido del númen lírico  de un excelso poeta costarricense,  José Ramírez Saizar, el poeta de la Pampa”, que escribió obras como “Cinco mil albardas”, Chirco y Resedo, etc, que son universalmente reconocidas. El poema de exaltación de la gesta mariana del rapsoda y la Virgen por aquellas tierras hermanas, tienen el mérito de que, en renglones  concisos, enaltece la antes citada cantiga no fabulada sino protagonizada por personas  reales.  

Contrasta con ello que algunos cartameños, en perjuicio de la imagen de su pueblo, por boca del falaz  Cronista de la Villa, amanuense de los partidos, PSOE, PP, IU y CEPIC, Fernando  Bravo Conejo, quieren, siguiendo directrices superiores  borrar, al menos, el sentido profundo y entrañado en el pueblo de Cártama de la historia, sin caer en la cuenta de  que tal efemérides y evento está ya inclusa en los  anales internacionales y de España con letras de oro, y, con ambos protagonistas,   Cártama.

La última crónica, o lo que sea tal engendro mental (sectario, falso y malintencionado),  del Cronista Oficial de la Corporación cartameña contrasta (un ejemplo por miles)  con la altura moral, intelectual y veraz del poema a que me refiero, que hasta ensalza el río de Cártama (tomen nota los "lokos" del puente del río),  a  su Virgen, y al artista genial y  paje, González Marín; Alude de forma expresa a  las banderas que en muestra de hermanamiento con España y de exvoto, le regalaron a la Virgen todos y cada uno de los Presidentes de las repúblicas iberoamericanas que recorrió ciudad a ciudad, pueblo a pueblo,  nuestra Patrona en aquella aciaga ocasión histórica (cuando la querían quemar en su pueblo) escribiendo así una mirifica historia mariana sin parangón, porque además, repetimos, fue de carne y hueso, no fabulada como las del Mesteer de Clerecía en los albores de nuestro idioma por escritores de la enjundia de un Gonzalo de Berceo, un  Marqués de Santillana, un Alfonos X el Sabio, etc.etc.   

Inserto aquí el  tenor literal de dicho poema escrito por un literato de allende los mares, como otros muchos que obran en mi archivo,  testigo presente en el momento de los hechos por aquellas lejanas patrias y el lector pueda cotejarlo por sí mismo  sin la mediación tendenciosa  y aleve del cronista cartameño de marras. Todo logra reflejarlo el poeta costarricense de la más concisa manera en incontrovertible testimonio   como testigo de excepción,  en su crónica   reportaje en forma de  poema.

Es de  hacerle  saber al referido cronista que tergiversar y manipular la verdad histórica (por acción u omisión capitalizada) como él hace entre otras crónicas, en su última titulada, "7 Ermitas de Cártama"  conculca un inalienable derecho de las generaciones a recibir la historia de su pueblo escrita con rigor y exquisito orden verídico, sin aplicar ni un ápice de sentido ideológico a ello, y menos por mandato de terceros.

 Se ha inventado este señor  eventos de nuestra tradición mariana que es un atentado a la inteligencia, a la memoria y a la simple verdad monda y lironda. No hay derecho a eso.  No resistiría la verborrea falaz del mentado cronista la confrontación con cualquier persona medianamente informada sobre lo ocurrido en las fechas que él sembla de forma tan a la ligera. Y, he aquí el incontestable reportaje a que nos referimos del que debe tomar nota el Cronista Oficial de como se debe escribir  con responsabilidad sobre hechos históricos, porque, manipular la Historia con abuso de la crédula confianza obtenida con engaños es un pecado de lesa patria (chica y grande):