miércoles, 18 de julio de 2018

PINCELADAS INTERACTIVAS DE MI PUEBLO, CÁRTAMA

En  Caracas (Venezuela); con él llevaba en loor de poesía, devoción y PATRIA, a la Patrona de Cártama, Ntrª Srª de los Remedios,  con la que escribió por aquellas tierras hermanas  la más hermosa cantiga mariana de toda la historia de la humanidad.


1,935. Primera carta que vino a Cártama dirigida a calle González Marín recien titulada sí por el alcalde republicano mi tío abuelo,Antonio Vargas Franco, asesinado por el Frente Popular de Cártama. Es Momoria Histórica pero, ésta, verdadera no el trolón sectario y guerracivilista de Zapatero y adláteres.

Querido y admirado en todo el mundo de lengua hispana, haciendo ese amor extensivo a su pueblo, Cártama, comarca guadalhorzana, Málaga y España.
¡Cuanto amos trasmina el poema de arriba de una mujer limeña! Por algo los poetas le llamaron, Faraón de los decires, "Hermano mayor de nosotros los poetas" y "Poeta de poetas"

De Rafael  Alberti adjuntándole  el poema, "La huida  a Egipto", de la Sagrada familia cuando la persiguió Herodes.
Ella hoy mi mujer, entonces mi novia. (67 años juntos)
Con mis compañeros del último curso de bachiller (7º) en el Colegio Hermanos Maristas de Málaga.
Al gibe moro abierto cabe el camino de subida a la Ermita y vuelto a enterrar. Tiene dos entradas de agua desde la Sierra de las Viñas.
La prensa se hizo eco de mi desafío a una debate al hispanista Ian Gibsón en la Sala  El Pimpi a lo que aunque comprometido no tuvo valor de acudir. Yo si di la conferencia y está escrito lo que le dije.


SOBRE MI NUEVO LIBRO,"LO QUE OÍ, VI Y VIVÍ EN MIS 87 AÑOS"



Mi abuelo Francisco Baquero Santos, "Frasquito Talento". Arriba sólo, abajo con una hija viuda de Diego Castro Navarro. A ambos, por ser decentes (¿No quereis Memoria histórica..., Ocaña y compañía?) los mataron las izquierda de Cártama del Frente Pupular. A mi abuelo torturado hasta la muerte a palos  16 milicianos y, a mi tío, quemado vivo porque se escapó, cayo por un barranco encima de un zarzal al que pegaron fuego y alli calcinado abandonaron su cadáver. No acuso a nadie, simplemente constato hechos que aparecen en mi libro: "LO QUE OÍ, VÍ Y VIVÍ EN MIS 87 AÑOS", que ya lo demanda una editorial. No todos los testimonios que lo sustancian son de la guerra, sino cuando llega su capítulo cronológico.

ALGUNOS DE LOS DOCUMENTOS DE MI NUEVO LIBRO, "LO QUE OÍ, VÍ Y VIVÍ EN MIS 87 AÑOS"

En la Sierra de Cabra reteniendo una cabra montés que se dirigía furiosa 
a embestir a un grupo de amigos con niños

                                                    
Credencial de Delegado Comarca Guadalhorce del Diario Málaga Costa del Sol
Del homenaje que  los intelectuales hicieron a José González Marín al llegar éste a Buenos Aires llevando consigo la Imagen de la Virgen de Los Remedios; dejó en su lugar una copia que quemaron los fentepopulistas creyendo que era la auténtica y cuando comprobaron  que era un copia consiguiera que el gobierno sxentenciara a muerte a González Marín.   Apareció en el Diario ABC, ya incautado por el Frente Popular y véase en el añadido la amenaza sin tener en cuenta que en el acto de homenaje a González Marín estuvo el embajador de la España Republicana, Díez  Canedo. Documento de excepción que dice mucho de la España de 1.936.

viernes, 13 de julio de 2018

LA RAE Y LA FEA Y ACARTONADA CARMEN CALVO

             La ministra, de lo que sea (da igual), pero del Gobierno, no votado de  Pedro Sanchez ---que aunque  nacida en Cabra (Córdoba),  hay que citarla   atenido a la raíz  griega: egabrense y no cabrera ni  cabrona ( eso nunca, que nos sos caballero)---,  intenta "domesticar" a la RAE para que acople el lenguaje a la ideología de género. O sea, adecuar el texto de la Constitución de forma "inclusiva, correcta, y verdadera" Es decir, según la de Cabra, el lenguaje y los recursos del Estado, al servicio de un feminismo radical, mal entendido y achochino, tal cual..
           
               Lo antes dicho por un lado (¿les parece a ustedes poco?) y, ahora, otra guinda que no es paja de habas: 

                FRANCO RETA A TERESA SANCHEZ:  Franco, Isabel de nombre,  es la rival dentro de Podemos, de Teresa Rodriguez, que ya no pavea con Pablo Iglesias (mejor sea el año que ambos) y le ha plantado cara perro (a) a la Delegada andalusí del mentado partido por cosillas, digamos...baladíes políticamente hablando. Teresa Rodríguez negó ayer en Granada por enésimo embite que vaya a dislver la formación en la  REGIÖN (¡que coño autonomía; es un cortijo de señoritos  con todo suplido y bien pagados con nuestro dinero), como ha insinuado el sideral genio de Echenique. "Antes me corto..." ¿qué se puede  cortar la tal Teresa Rodríguez?

                 LO QUE SENSATAMENTE PIDE LA CIUDADANÍA.  Los arquitectos reclaman a la Presidenta de la Región andaluza construir más vivienda sociales. Piden una política  activa de viviendas que cubra  la demanda ciudadana de VPO. Pero no, esta gente a sus engaños, a escapar de las Justicia con  los ERE y a sacar a Franco a colación y al PP, que no fueron Santos, pero ya es Historia que deben escribir los historiadores y no los sectarios fundamentalistas políticos (as) de mierda.

                   Griñan y su antecesor de infausta rememoración, remanentes del franquismo por via paterna,  en plena vorágine  del juicio de los ERE y Cursos de Enseñanza que les implica como presuntos ladrones a obreros, usando las tarjetas,  FAFFE se gastaron sobre 14.500 euros en en putas y reposiciones de burdel. ¿Sabía en su tiempo de estos doña Susana tiene un gabán que en cá bolsillo le cabe un pan?
                      
                        MAÑANA LES SEGUIRÉ CONTANDO. MIENTAS TANTO, ¡¡¡A CALLAR, A CALLAR!!!! Va siendo hora de que sólo hablemos los que no tenemos caca de la vaca...
             

miércoles, 11 de julio de 2018

SOBRE CULTURA POPULAR


                        
            En 1.917,  el Nóbel español de literatura, Benavente, escribió   una comedia cuyo  significativo título reza: “El mal que nos hacen”.  En el fondo la obra   emite un mensaje moral referido a un tema eterno en todas las capas sociales y estados de las personas: La deslealtad interesada.

            La humana  deslealtad, capitalizada..., ¡cuánto dolor ha ocasionado a las creaturas de Dios a lo largo de los siglos! Y, a eso voy sin otra intención ni propósito que  el ejercicio periodístico de fondo.

            Al pueblo llano le llega con excesiva frecuencia la imagen de ciertas personas, (sobre todo si se significan  por algo noble), alevosamente prefigurada por animosidades e intereses espurios e inconfesables  de virtuales y espontáneos enemigos de esas personas. Suelen ser, en efecto,  adversarios con inquina inmotivada, sin causa ni razón, casi siempre generada por envidia al  mejor, o porque no opinan de la sectaria forma que ellos. Lo vemos --y sufrimos directa o empáticamente—a diario: El espectáculo del maltrato moral al prójimo por gentes que quieren y no pueden porque sus miserables carencias propias no dan para actos nobles, es entristecedor e indignante.

            Lo que antecede, es  vicio del alma que ya recogieron en sus obras señeros escritores y sabios desde la antigua Grecia hasta nuestros días. Precisamente, en una de sus fábulas, el moralista de aquella época remota, Esopo, nos ilustra elocuentemente tal vicio, de esta guisa   “¿Veis esos cachorros de la misma camada, hijos de la misma madre y del mismo padre, que juntos corren, juegan, se besuquean y abrazan...? Pues echad en medio de ellos un hueso, o introducir en su grupo una perrita caliente y veréis que pasa” 

            Aunque, cual digo antes,  este  vicio tuvo, y tiene, siempre arraigo testimonial  en las sociedades de todos  los tiempos (ya  Caín mató a su hermano Abel por envidia), en la España de hoy constituye una sibilina arma de todos los indigentes morales; arma que suele ser  letal (lo se bien): Con ella, se   han llevado a la ruina  hacienda,  fama, honor e imagen de muchas personas honradas; incluso, hasta el deceso profesional, y no digamos social.

            Y, con ser repulsivo el aleve e irreparable daño  que hacen a personas,  mayor calado tiene  el que irrogan  al pueblo en donde se da el criminal entuerto ya que, una vez  nadeadas  las personas de entidad moral sólida, acaparan las directrices y representación de la ciudad esas maldicientes  ricias y gandingas éticas  e intelectuales.

            De  lo antes enunciado, Cártama no es una excepción. Más bien es, si  entramos de lleno en la realidad de verdad de su casuística,  un paradigma; y con esto no solivianto ningún secreto  ni hiero ninguna fama; el  pajeado  es de sobra sabido y referido; y quizás, las causas de tan mantenida situación desde los albores del siglo XX, o desde  antes se deban a la consuetudinaria incultura impartida por las áreas pertinentes. La cultura, según Benavente, es “la buena educación del entendimiento”, y, para educar el entendimiento no existe más que un camino: la lectura. Lectura es igual a cultura. Las áreas de cultura municipales, casi siempre en manos legas, confunden capitalizadamente la cultura del pueblo con el adoctrinamiento y publicidad ideológica más o menos encubierta del mismo.

             En Cártama, sin embargo han existido genios del saber y el arte  como  un Enrique López Alarcón, poeta enorme (el autor de “La Tizona” y “Canto a la muerte de Joselito” que escribió una noche de vino y hembras en una  venta sevillana en compañía de  su paisano, Pepe González Marín, declamando versos que hacían llorar, el charlista García Sanchiz, el torero del arte supremo, Gitanillo de Triana y, otros personajes de semejante estirpe artística), “Loa poética a las cuatro hijas (sus primas) del cartameño que fuera alcalde de Málaga,   José Alarcón Luján --Concha, Remedios (madrina de Picasso), Soledad y Josefa”, a las que cantara el pueblo, y él recogió en rotundos versos: “Señor alcalde mayor/ no persiga a los ladrones,/ que tiene usted cuatro hijas/ que roban los corazones...!”; están  enterradas en la Iglesia Parroquial de Cártama y  la Plaza tiene  un azulejo con sus nombres: “Paco Juan Ramo”, erudito donde los hubiera para más mérito autodidacta, que siendo agnóstico me regaló mi primera Biblia y, me hizo dejar la lectura de Zane Grey, Palacio Valdés, Pereda …,  por la de Zola, Verleine, Heine, Lorca, Unamuno, etc; un Juan Gutiérrez Faura, autor del primer libro que se escribió sobre la Historia de Cártama “Recuerdos cartameños”, en cuya sustanciación tuve el honor de participar;  se ha escrito, por grandes tratadistas, entre ellos varios cartameños,  el magnífico libro, “Cártama en su historia”, que editó el Ayuntamiento de Cártama siendo alcalde, José Escalona Idañez; el malogrado Miguel del Pino Roldán nos tradujo del latín la, “Lex Favia Malacitana”, que alumbró Rodríguez  Berlanga;  mi caro amigo, Antonio Vargas “Aljáima”, ha escrito libros de sólida poesía y paseado medio mundo empapando sus retinas de motivos culturales;  Francisco del Pino Roldán ha escrito uno de los mejores libros sobre nuestro pueblo,  Cártama en la literatura y, otros muchos sobre Velez Málaga en donde le han dedicado una calle que se le niega en Cártama por ser un cartameño  no de determinada onda política;  Pedro Dueñas ha escrito dos o tres libros;la profesora cartameña, Remedios Larrubia Vargas, ha escrito al menos dos libros de sumo interés cuales,  Los cultivos subtropicales en la Costa Mediterránea”, “Agricultura y espacio metropolitano”, “Producción y Comercialización de los cítricos en la perovincia de Málaga”,Agricultura de Málaga y el bajo Guadalhorce” (en colaboración); para algunos eruditos de arribo no han existido en Cártama un Diego Marín Sepúlveda, abogado y ejecutivo de talla nacional; un Enrique Marín, perito y experto agrónomo amén de lector empedernido, etc. etc.

            Los culteranos que aquí nos culturizan desde las instancias exclusivas y excluyentes alegan que la ortografía la inventó un capitalista para humillar a los trabajadores. Así, de un golpe político de bajura, se manda a capar  monas a Nebrija, Marcelino Menéndez Pelayo, Menéndez Pidal, Miranda Podadera,  Díaz Plaja, etc. etc. Se dijo un día de Cártama: “Cosas veredes amigo Sancho...”  

Y las estamos viendo ad perpetuan re memórian.

lunes, 9 de julio de 2018

PROBABLE EDICIÓN DEL LIBRO DE UN CARTAMEÑO EN SUB AMÉRICA


             
Si se consiguen salvar algunos obstáculos, al parecer  de orden fiscal, una editora de Córdoba (Argentina)  podría editar el libro, “ECOS DE LA ALHÓNDIGA”, ---Vidas y costumbres labriegas de la hoya del Guadalhorce (47 relatos focalizado en CÁRTAMA) ---  del que es autor,  Francisco Baquero Luque.

 La aludida  editora ha mostrado interés en llevar a cabo este proyecto. Ya veremos si ello es posible finalmente; en todo caso, el inicio ha sido para este autor una enorme satisfacción, como comarcano guadalhorzano y, como cartameño: Una piedrecita más  puesta en la argamasa literaria de la historia interactiva de Cártama. Ya con eso sumado a una vida entera  dándome a Cártama y nuestra comarca sin igual,  quedo contento.

A MI AMIGO PACO RUEDA

Ya se que vas a leer hoy  a otros amigos mientras coméis     tu alegato contra las chafarrinadas de la Junta de Andalucía. Independiente de  tisquimicosos "peros" que te puedan poner , yo te animo sin cortapisa a que lo lances a donde proceda (si al Rey, mejor), cuidando siempre de no caer en lo punible de alguna palabreja que debes solapar como, a hideputa,  "honoris causa", a chorizo, "presunto ladrón", etc Termino con una cita de sobra conocida: "Porque no sois ni fríos ni calientes, os vomitaré de mi boca..." Adelante Paco si ello te lo pide tu sentido de la equidad. 

sábado, 7 de julio de 2018

MUERE UN ESPAÑOL ILUSTRE DE CÁRTAMA



La muerte del padre Emilio Cuevas Sanmartín, SI, de 94 años de edad, ocurrió en la enfermería de San Estanislao  de Málaga el 30 de enero de 2.018. Nadie en Cártama, su pueblo de nacencia,  evocó con tal ocasión la figura y valía de su eminente hijo.
Nació, pues,  en Cártama (Málaga) el 7 de abril de 1.923; a su muerte llevaba 76 años en la Compañía de Jesús y 61 de sacerdote.
Siempre llevó a gala el ilustre sacerdote cartameño (según su biógrafo,  Ignacio Maury Rodríguez-Bolívar, S.I,) ser de Cártama --¡”que buen vasallo…!”—y, sus últimos años, evocaba su infancia con aún más frecuencia. Le gustaba recordar que era paisano de aquel jesuita, encargado por el P. General de ir a las misiones guaraníes de la antigua provincia de Paraguay  para convencer a sus hermanos de la Orden que  se sometieran al Tratado de Límites entre España y Portugal, siendo reyes de aquella, Fernando VI y Bárbara de Braganza. Era el P. Altamirano (véase mi libro,  Cártama histórica. El Juglar y la Virgen Peregrina”), un jesuita que en la película, “La Misión”, nos hicieron los cineastas  el regalo historiológico  de encarnarlo en cardenal.
Quiero recordar que,  Emilio Cuevas Sanmartín, era el penúltimo hijo del  singular médico oficial de la villa, desde que terminó su  carrera hasta su muerte, José Cuevas Fontalva, que tuvo cinco vástagos en este pueblo: Concha  (casada  con el maestro nacional en Cártama,  oriundo de Periana y,  un tiempo alcalde de ésta, Fco. Segovia),  Francisco, José, Emilio y la dulce Matilde quien, también, quiso, como su hermano Emilio, entrar al servicio de Dios y su Iglesia, como monja.
Cuando yo, con siete años (1.938),  entré en la escuela de Francisco Romero Martín de Cártama, ya cursaba primaria en ella, Emilio Cuevas quien,  en 1.941, se marchó a El Puerto de Santa María,  en cuyo noviciado jesuítico pasó dos años  y, cuatro, en el juniorado. Se trasladó  a Madrid a estudiar filosofía, para hacer después las prácticas de Magisterio en el Colegio Portaceli de Sevilla.
Siguen  cuatro años de teología en Granada, pasando después al Colegio San Estanislao (El Palo) de Málaga; después pasa a Las Palmas de Gran Canaria, ejerciendo su apostolado  en la Iglesia San Francisco de Borja y, en el Colegio San Ignacio, donde ocupó diversos cargos (según semblanza  que hace de él, el S.I antes referido, Ignacio Maury), fundamentalmente de Administrador de Comunidad y del Colegio. Simultáneamente es nombrado párroco de la Iglesia Ntra Sra. Del Atlántico y adscrito a otras.
El padre Cuevas Sanmartín, tuvo una gran preocupación por los pobres y menos favorecidos en donde quiera que estuvo, destacando en él la sobriedad material en que vivía. Estas dos virtudes fueron los rieles de su vida.  Aún en Las Palmas, su salud se desmejoró ostensiblemente y, queriendo estar más cerca del recuerdo de  su  pueblo, pasa finalmente a la enfermería de Málaga, en donde muere en la paz del Padre, con la constante saudade de su pueblo de nacencia, en el que  quiso cantar su primera misa cuando se ordenó sacerdote.
No ha merecido el Reverendo,  fraternal e ilustre hijo de Cártama, Emilio Cuevas Sanmartín, S.I,  que pasó por la vida impartiendo el bien  y el amor entre los seres humanos, en especial entre los más desfavorecidos, el más mínimo recuerdo de su pueblo de natal. ¡Lo de siempre…!




MUERE UN ESPAÑOL ILUSTRE DE CÁRTAMA


                                        
La muerte del padre Emilio Cuevas Sanmartín, SI, de 94 años de edad, ocurrió en la enfermería de San Estanislao  de Málaga el 30 de enero de 2.018. Nadie en Cártama, su pueblo de nacencia,  evocó con tal ocasión la figura y valía de su eminente hijo.
Nació, pues,  en Cártama (Málaga) el 7 de abril de 1.923; a su muerte llevaba 76 años en la Compañía de Jesús y 61 de sacerdote.
Siempre llevó a gala el ilustre sacerdote cartameño (según su biógrafo,  Ignacio Maury Rodríguez-Bolívar, S.I,) ser de Cártama --¡”que buen vasallo…!”—y, sus últimos años, evocaba su infancia con aún más frecuencia. Le gustaba recordar que era paisano de aquel jesuita, encargado por el P. General de ir a las misiones guaraníes de la antigua provincia de Paraguay  para convencer a sus hermanos de la Orden que  se sometieran al Tratado de Límites entre España y Portugal, siendo reyes de aquella, Fernando VI y Bárbara de Braganza. Era el P. Altamirano (véase mi libro,  Cártama histórica. El Juglar y la Virgen Peregrina”), un jesuita que en la película, “La Misión”, nos hicieron los cineastas  el regalo historiológico  de encarnarlo en cardenal.
Quiero recordar que,  Emilio Cuevas Sanmartín, era el penúltimo hijo del  singular médico oficial de la villa, desde que terminó su  carrera hasta su muerte, José Cuevas Fontalva, que tuvo cinco vástagos en este pueblo: Concha  (casada  con el maestro nacional en Cártama,  oriundo de Periana y,  un tiempo alcalde de ésta, Fco. Segovia),  Francisco, José, Emilio y la dulce Matilde quien, también, quiso, como su hermano Emilio, entrar al servicio de Dios y su Iglesia, como monja.
Cuando yo, con siete años (1.938),  entré en la escuela de Francisco Romero Martín de Cártama, ya cursaba primaria en ella, Emilio Cuevas quien,  en 1.941, se marchó a El Puerto de Santa María,  en cuyo noviciado jesuítico pasó dos años  y, cuatro, en el juniorado. Se trasladó  a Madrid a estudiar filosofía, para hacer después las prácticas de Magisterio en el Colegio Portaceli de Sevilla.
Siguen  cuatro años de teología en Granada, pasando después al Colegio San Estanislao (El Palo) de Málaga; después pasa a Las Palmas de Gran Canaria, ejerciendo su apostolado  en la Iglesia San Francisco de Borja y, en el Colegio San Ignacio, donde ocupó diversos cargos (según semblanza  que hace de él, el S.I antes referido, Ignacio Maury), fundamentalmente de Administrador de Comunidad y del Colegio. Simultáneamente es nombrado párroco de la Iglesia Ntra Sra. Del Atlántico y adscrito a otras.
El padre Cuevas Sanmartín, tuvo una gran preocupación por los pobres y menos favorecidos en donde quiera que estuvo, destacando en él la sobriedad material en que vivía. Estas dos virtudes fueron los rieles de su vida.  Aún en Las Palmas, su salud se desmejoró ostensiblemente y, queriendo estar más cerca del recuerdo de  su  pueblo, pasa finalmente a la enfermería de Málaga, en donde muere en la paz del Padre, con la constante saudade de su pueblo de nacencia, en el que  quiso cantar su primera misa cuando se ordenó sacerdote.
No ha merecido el Reverendo,  fraternal e ilustre hijo de Cártama, Emilio Cuevas Sanmartín, S.I,  que pasó por la vida impartiendo el bien  y el amor entre los seres humanos, en especial entre los más desfavorecidos, el más mínimo recuerdo de su pueblo de natal. ¡Lo de siempre…!




MUERE UN ESPAÑOL ILUSTRE DE CÁRTAMA


                                    
La muerte del padre Emilio Cuevas Sanmartín, SI, de 94 años de edad, ocurrió en la enfermería de San Estanislao  de Málaga el 30 de enero de 2.018. Nadie en Cártama, su pueblo de nacencia,  evocó con tal ocasión la figura y valía de su eminente hijo.
Nació, pues,  en Cártama (Málaga) el 7 de abril de 1.923; a su muerte llevaba 76 años en la Compañía de Jesús y 61 de sacerdote.
Siempre llevó a gala el ilustre sacerdote cartameño (según su biógrafo,  Ignacio Maury Rodríguez-Bolívar, S.I,) ser de Cártama --¡”que buen vasallo…!”—y, sus últimos años, evocaba su infancia con aún más frecuencia. Le gustaba recordar que era paisano de aquel jesuita, encargado por el P. General de ir a las misiones guaraníes de la antigua provincia de Paraguay  para convencer a sus hermanos de la Orden que  se sometieran al Tratado de Límites entre España y Portugal, siendo reyes de aquella, Fernando VI y Bárbara de Braganza. Era el P. Altamirano (véase mi libro,  Cártama histórica. El Juglar y la Virgen Peregrina”), un jesuita que en la película, “La Misión”, nos hicieron los cineastas  el regalo historiológico  de encarnarlo en cardenal.
Quiero recordar que,  Emilio Cuevas Sanmartín, era el penúltimo hijo del  singular médico oficial de la villa, desde que terminó su  carrera hasta su muerte, José Cuevas Fontalva, que tuvo cinco vástagos en este pueblo: Concha  (casada  con el maestro nacional en Cártama,  oriundo de Periana y,  un tiempo alcalde de ésta, Fco. Segovia),  Francisco, José, Emilio y la dulce Matilde quien, también, quiso, como su hermano Emilio, entrar al servicio de Dios y su Iglesia, como monja.
Cuando yo, con siete años (1.938),  entré en la escuela de Francisco Romero Martín de Cártama, ya cursaba primaria en ella, Emilio Cuevas quien,  en 1.941, se marchó a El Puerto de Santa María,  en cuyo noviciado jesuítico pasó dos años  y, cuatro, en el juniorado. Se trasladó  a Madrid a estudiar filosofía, para hacer después las prácticas de Magisterio en el Colegio Portaceli de Sevilla.
Siguen  cuatro años de teología en Granada, pasando después al Colegio San Estanislao (El Palo) de Málaga; después pasa a Las Palmas de Gran Canaria, ejerciendo su apostolado  en la Iglesia San Francisco de Borja y, en el Colegio San Ignacio, donde ocupó diversos cargos (según semblanza  que hace de él, el S.I antes referido, Ignacio Maury), fundamentalmente de Administrador de Comunidad y del Colegio. Simultáneamente es nombrado párroco de la Iglesia Ntra Sra. Del Atlántico y adscrito a otras.
El padre Cuevas Sanmartín, tuvo una gran preocupación por los pobres y menos favorecidos en donde quiera que estuvo, destacando en él la sobriedad material en que vivía. Estas dos virtudes fueron los rieles de su vida.  Aún en Las Palmas, su salud se desmejoró ostensiblemente y, queriendo estar más cerca del recuerdo de  su  pueblo, pasa finalmente a la enfermería de Málaga, en donde muere en la paz del Padre, con la constante saudade de su pueblo de nacencia, en el que  quiso cantar su primera misa cuando se ordenó sacerdote.
No ha merecido el Reverendo,  fraternal e ilustre hijo de Cártama, Emilio Cuevas Sanmartín, S.I,  que pasó por la vida impartiendo el bien  y el amor entre los seres humanos, en especial entre los más desfavorecidos, el más mínimo recuerdo de su pueblo de natal. ¡Lo de siempre…!

miércoles, 4 de julio de 2018

PEDRO EL DESCONCERTANTE


Jamás ha existido desde  que elegimos vivir en democracia  un presidente del gobierno con tan exiguas fuerzas propias y sin haberse comprometido ante el Congreso con un programa serio y claro; este presidente que ha obtenido el poder mediante el abordaje llevando como pendón la bandera negra con la calavera, a más a más   ha basado su acceso al poder en oscuras negociaciones antipatrias con unos aliados que, curiosamente, incumplen la Constitución diariamente y, pretenden hacer añicos  la unidad de España mediante un golpe de Estado que ningún  gobierno del mundo dejaría impune y, el actual presidente  lo premia, siendo por ello presunto connivente tácito del incumplimientos de las leyes que él ha jurado cumplir y hacer cumplir.  Hay que agradecerle que no implicara a Dios en el juramento del cargo. Sí,  lo peor de lo peor, y eso que en la piel de toro abundan los  réprobos.