Miré los muros de la Patria mía,/ Si un día fuertes,ya desmoronados,/ de la carrera de la edad cansados/ que caduca ya su valentía./ Salíme al Campo, ví que el sol bebía/ los arroyos del bielo desatados,/ y del monte quejosos los ganados,/ que con sombras hurtó su luz al día./ Entré en mi casa, vi que amancillada/ de anciana habitación era despojos;/ mi báculo más corvo y menos fuerte./ Vencida de la edad sentí mi espada,/ y no hallé cosa en que poner los ojos/ que no fuese recuerdo de la muerte./ ++++++ "Miré los muros de la patria mia". Este elegíaco Soneto de QUEVEDO dedicado con amargura a la patria de su tiempo amancillada, bien pudiera ser aplicado a nuestra patria actual.