Sr. Alcalde de Cártama, digamos con qué derecho se permite
usted sembrar el camino de la Ermita de cuadros de losetas con motivos de la
pagana Jarifa y el Abencerraje de
marras, que son su obsesión patológica.
Ya sé que los que presumen en devotos de la Virgen, no tienen huevos de,
ante de su tamaña desconsideración a nuestra multisecular tradición, no tiene
cojones de decirle lo sinvergüenza y revanchista que es usted. Por hoy basta
pero le tengo en remojo algo que le va a saber a cuerno quemado. Ustedes le
adelantaron con sus injusticias la muerte a mi mujer, tras 74 años juntos. ¿Qué
clase de chusma apesebrados son ustedes?
A la vista esta lo que son…