AMÉRICA
(CONTEXTO DE ARTE Y DE UNA
BELLA CANTIGA MARIANA
GONZALEZ MARÍN PRESENTANDO EN ESCENA POR AMERICA A LA PATRONA DE CÁRTAMA
(Dibujo
simbólico de Rafael Inglada)

Con el
título de “Presentación del recitador Pepe
González Marín ante los pueblos de
América”, José María Pemán
construyó un largo poema del que hemos creído oportuno incluir aquí
algunas de sus estrofas más significativas, ya que hacerlo con toda la pieza
literaria resultaría excesivamente largo:
“Público: éste
que ves
un tanto cantaor
y un tanto
poeta, que va
uniendo su verso con su canto
como dos rosas a
la vez,
¿tú no sabes
quien es?.
¡Pues es
un andaluz que lleva, como un santo,
por nimbo su
sombrero cordobés!
Un andaluz de CÁRTAMA y de MÁLAGA:
nombres dulces y
esdrújulos con aires de canciones,
que llevan,
resumiendo las frescas emociones
de la Bética costera,
tres as colgantes como tres limones
verdes de
juventud y primavera.
(¡CÁRTAMA!...MÁLAGA!
¡Palabras de
alegría
al ritmo de su
esdrújulo bonito!
Colegialas que
van a pie cojito
por los
renglones de la geografía…)
Y un andaluz que
ha nacido
en ese rincón
florido
---ya
comprenderán ustedes---
con el cielo
azul por techo
y la espuma del
Estrecho
por alfombra, y
por paredes
las cuatro rosas
del aire,
ya comprenderán ustedes
que un tal
andaluz es hombre
que no hay cosa
que le asombre
ni asombro que
no desaire,
ni luz de
ilusiones rosas
que no ruede en
las tranquilas
negruras de sus
pupilas
hartas ver
tantas cosas.
(¿Qué cosa va a
encontrar nueva
un malagueño que
lleva,
por su costa de
esmeralda,
bordada de
tiempo y gloria,
cuarenta siglos
de Historia,
como una
alfombra, a la espalda?)
Por eso no
busquen ustedes en mí
la canción
extraña
que embruja y
engaña
tanto nuevo rico
como hay por ahí…
¿Si cuando la
nueva canción que se empeña
en decir los
mismo, de distinto modo,
iba, cuesta
arriba, subiendo a la peña
del nuevo
Parnaso, cruzó en un recodo
con la malagueña
que ya iba de vuelta,
sabiéndolo todo!
Si cuando
empezaba aquél
a buscar un nuevo traje
que verdeciera
el lenguaje
como verdece el
laurel:
mi dulce MÁLAGA
fiel,
ya tu cantabas
en él
aquello que tu
cantabas:
¡Rayito de sol
miel,
que das donde
ayer no dabas…!
¿Quién va a
enseñarme a cantar
y hacerme ver
más que veo?
¡Si soy de una
tierra que es toda Ateneo:
fábrica,
cortijo, cielo, tierra y mar!
Que me escuche
el que quiera escuchar.
Aquí no hay
engaño:
este es el que
canta y éste su cantar.
Bueno o regular,
sabido o
extraño,
extraño o
sabido,
yo soy yo, nada
más ---¿entendido?
Yo soy yo, del
principio hasta el fin…
¡Yo no estoy
traducido!
¡Yo soy Pepe González Marín!
---
“Cómo no: el Santuario de la
Virgen también ha sido quemado y expoliado… “
---
“¡Y también la Virgen
de Los Remedios!—clamó Cártama y Málaga.
---“¡¡¡ La
Virgen de Los Remedios, no!!!---
decía un cable enviado desde América por el rapsoda José González Marín, y añadía:
---“...
Yo me la traje sobre las olas para salvarla, y aquí la tengo para que “remedie”
a mi pueblo de Cártama sus heridas y
continúe su tradición de amor a Ella”
(Juan Hernández Petit)