Aunque
de la misma raíz etimológica, para el
tráfico verbal del común no significan igual “fachendoso” (estos son
los más en la piel de toro) que “facha” (figura, traza, aspecto según la R.A.E), pero, a esta última palabreja los políticos de dialéctica fachendosa
y capitalizada --los
consabidos chichiribáinas y pinganillos--,
le han añadido en los tiempos modernos una querracivilista y
peyorativa deriva semántica, que refuerza la propia sonoridad prosódica
del término tan aviesamente prostituido para baldonar. El entuerto, como
tantos del mismo jaez, se encuadra en una antigua, y al parecer recurrente,
arma dialéctica marxista. Lenin
postulaba: “Es moral todo aquello que
resulta útil al partido…” Y, el célebre
hierofante del socialismo alemán, Bebel, mantenía: “La democracia social tiene un solo adversario: la religión” ¡Qué
hideputa honoris causa!
Debo
explicarme sobre esto de “facha”: Antiguamente, entre los campesinos se tenía como “fachendosa” a la manita que llevaba
a cabo con arte especial el hacerle a los pañiles y cajones en
los que se envasaban los productos
hortenses (tomates, pimientos, berenjenas, limones, naranjas etc), la “fachada”,
o “cara”.
Consistía ello en preparar las tandas superiores de los productos embalados (cara, o fachada en el expresivo argot rural), para ofrecer a la primera vista del posible comprador en el mercado central una primera impresión atractiva
--que “se metiera por los ojos” y despertara el deseo de posesión (los
labriegos inventaron el marketing igual que en Cártama han sido los mejores arqueólogos con sus arados y chapulinas)-- con los mejores productos de sus pegujales, con el vistoso color de la
sazón vegetal, perfectamente ordenados y, por dentro hasta el fondo, se
llenaban los continentes con los frutos de menos calidad comparados con los
de la “cara”. El hortelano se las apañaba así y de otras guisas del mismo y legítimo tenor en el tráfico
mercantil corriente, pues tenía que vender lo bueno y lo menos bueno que le daba la madre tierra por
el sudor de su trabajo en ella; lo que no vendía, sólo servía para “echárselo a los guarros”, o para tirarlos a las acequias, mermando así sus ya raquíticos ingresos. Éste, en una pincelada,
era antes el negocio del campo, del que la parte suculenta del beneficio no era
para el que lo trabajaba, sino para intermediarios, banqueros, usureros y demás parásitos. Hoy son los mismos pero con
otra “cara”, o sea, “carotas”: Presidentes de Gobierno, Diputados (das)-- algunos con
sus queridas y queridos, que haberlos haylos--,
consejeros, alcaldes y alcaldesas, ediles y edilas, sindicatos y tantas
otras gentes de sospechoso vivir como a
diario nos pone ante los ojos las
crónicas de prensa; si somos ya tan dependientes de esta asfixiante partitocracia es porque machos y hembras del honrado laborar pasamos de todo incluída nuestra ruína material y moral a las que nos encamina.
Sirva
lo dicho como símil que cuadra aquí cual bidé en casa de putas: lo que Zapatero, y ahora Rajoy y sus respectivos
correligionarios, le hacen a España es,
precisamente, “la cara”, mientras se la están cepillando por manifiesta ineptitud, mala fe
ideológica y latrocinio más o menos ostensiblemente; están dejando al pueblo, al que explotan, el resto del pañil ya agostado su contenido
por estos caraduras. Como táctica engañabobos, de vez y más se hacen una buena foto
chic y, a vivir tranquilos y "progres" que son dos días, y, sigamos tachando agresiva y arrogantemente de “fachas” a los que nos descubran el tejemaneje que nos traemos entre mano y así
acomplejarlos y que callen. En controvertido y reciente artículo, Arturo Pérez
Reverte venía explicar como en la cera
de enfrente de las Cortes presenció la salida de Diputados y Diputadas que le
dieron hecho un artículo sin desperdicios del que transcribo algunos párrafos “…Hay coches oficiales con sus conductores y
escoltas, periodistas dando los últimos canutazos…y un tropel de ambos sexos
encorbatados ellos y peripuestas ellas…no les distingo pero se les conoce por
la cagada…Van pavoneándose
Dijo Zapatero y conmilitones mercenarios de hoy que odian la pena de muerte y apuestan (de boquilla) por la vida, y así lo pregonan con
énfasis en todos los foros que viene a pelo, pero, como ejemplo emblemático de flagrante mentira, han hecho una ley cruel por la que las niñas preñadas
con 16 años pueden decidir, sin siquiera el consejo de sus padres, el asesinato cobarde del indefenso hijo que llevan en sus entrañas, con la
alevosa circunstancia de que a tal monstruosidad execrable desde todos los
puntos de vista lógicos y morales, le hacen
la “cara”
vendiéndole al pueblo apagado de
espíritu y razón dicha ley como “progre”, que
Liviana Aido (autora, a “cara” hecha, del entuerto), María
Teresa Fernández de la Viagra ,
la Pagín (o
como coño se escriba) y, otras ilustres damas de nuestro pegujal político celebraron su aprobación en el congreso con
efusivos abrazos, besos y carantoñas de congratulación ante las cámaras de TV.
Y, quienes no comulguen con ley tan “progre”,
según esta chusma aplicarle el motejo de “fachas”, instituyendo este término grosero en tabique separador de unos y
otros, con lo que a las gentes honradas y de condición ideológica sana les ponen
el vejatorio palabro como sambenito para diferenciarlos de ellos. Por ello, y “pa dalles”, yo ya quiero ser “facha”. Y, ¿qué pasa, cabritos...?
No quiero, aún siéndome fácil, alargar este suelto con más ejemplos, que serían interminables, del mismo tenor “progresista” que están en la mente de todos: España ofrece el mayor fracaso escolar de Europa; agostamiento temerario del erario público con riesgo para pensiones y demás servicios constitucionales sociales al ofrecer pingues y pantagruélicas subvenciones a los sindicatos verticales zapateriles y a asociaciones afines de degustadoras de orgasmos clitóricos; al cafre cubano Castro; al orangután dictador de Venezuela, Maduro; al zorruno coletudo Iglesias y su reala, etc.etc.
No quiero, aún siéndome fácil, alargar este suelto con más ejemplos, que serían interminables, del mismo tenor “progresista” que están en la mente de todos: España ofrece el mayor fracaso escolar de Europa; agostamiento temerario del erario público con riesgo para pensiones y demás servicios constitucionales sociales al ofrecer pingues y pantagruélicas subvenciones a los sindicatos verticales zapateriles y a asociaciones afines de degustadoras de orgasmos clitóricos; al cafre cubano Castro; al orangután dictador de Venezuela, Maduro; al zorruno coletudo Iglesias y su reala, etc.etc.
O
sea, que una persona como este humilde menda que fue (y es en la memoria y en
la emoción) buen hijo, buen padre, buen ciudadano, aunque comete la incorrección política, al parecer de
“facha”,
de creer en Dios, que amo a mis patrias (grande y chica), y las llamo así,
patrias, y lo proclamo con la palabra y por escrito, que odio el robo y la
mentira en cualquiera de sus manifestaciones, que soy fiel amigo de mis amigos,
que detesto al marxismo porque tiene el rostro manchado con la sangre de 110.000.000 de seres humanos
sólo en Europa…, corro el “peligro” de ser tenido por “facha” como, de hecho, ya alguno me
ha llamado. Pues bien, no se repriman: si ese epíteto es el que distingue a las personas normales y
honradas de los otros, yo, quiero ser “facha” y, a mucha
honra. ¡Fuera ya complejos ante la arrogancia
pedestre e intolerante de los antes mentados y demás!. Si, yo quiero ser “facha”. Y, tras lo
dicho, amárrenme el mosquito por los huevos: ¿A que viene tanto complejo ante estos papafritas, follapavas que tras
insultarte la inteligencia invoca “educassión” al devolverle el cumplido. Y
Rajoy: ¡oh, que se troncha…! ¡Majara,
remanga enaguas como embozo…!
¿Qué
llevan los hortanos
en ese rubio pañil?
cubierto con verde grama?
van limones de Alhaurín,
coinas perillas sanjuaneras
y naranjitas de Cártama y,
a sus espaldas, políticos
que los roba y engaña.