Turno para la poesía:
MORALEJA
En las nubes escondía
un monte su alta sima
sobre él una gran encina había
y en lo alto esta tenia
un águila su querencia.
En torno a la alta encina
cada alado pajarraco
posaba con vanidad,
cuando entre ellos extrañados
vieron un día a un gusano:
“¿Cómo exclamaron con sorna
sin alas subió hasta aquí
tal bicho de forma rara,
y él respondió: “Yo con maña
y arrastrándome subí…”
¡Oh, políticos de España…!
válgaos la moraleja.
CAMPERAS
A
mi gran amigo Gerardo Hernandez Les
Presumiendo
de sus plumas y espolones
tras
las gallinas corretea el gallo
orgulloso
cantor de sus amores y,
engreído
sultán del gallinero.
El
cerril potro, de impaciencia lleno
resopla
y relincha cuando otea
a
la recalentada burra que masca y masca…
mientras
la moza de orondos senos
ordeña
a la paciente vaca coletera.
De
las espigas en el mar dorado
levantase
en vuelo hacia los olivos
un
tropel de tórtolas, gorriones y verdones;
allá
en las tapias de verdor radiante
un
labriego que la parva trilla,
echa
un rengue y en el dornillo
hace
el gazpacho de la merienda
mientras
las culleras en la era quedan
y en la hierba punta se carean.
El
campo es luz, movimiento y vida
hermanado
con el toldo sideral,
mientras
la culebra en el rastrojo
recta
y acecha al pajarillo inocente
que
la ve a tiempo y, vuela, vuela y vuela…
Francisco
Baquero Luque.