Son tiempos de recordar tiempos idos y personas queridas que ya no están entre nosotros. Tenía yo 20 (1.951) años y, parece que fue ayer cuando acompañé a la madre buena y guapa a tomar ella las aguas de Lanjarón para sus dolamas.
En una de las fotos dedicatoria a la novia en Cártama, hoy mi mujer.