España constituye hoy un lugar de permanente mentira, en el que la traición (hasta de los
hermanos) y, la sinrazón como dialéctica cotidiana (sobre todo en política), tienen
su consuetudinario asiento.
Doy Gracias a Dios porque, me ha dado fuerzas para saber abstenerme de la
connivencia moral con esta feria de alevosías
e iniquidades que hoy presenciamos por
doquier. Tengo apuntado en mi subconsciente con caracteres imperecederos la
sentencia de Bolívar que ya de niño me impactó: “Con la verdad por delante ni
ofendo ni temo”.-
El hombre
que es realmente hombre, apuesta siempre por la hermosa propuesta de Simón Bolívar; aunque le cueste la vida,
que ya vemos lo que vale un país, o un pueblo, con gentes que traicionan la verdad y la justicia como
afanadero espurio de pesebreros.
He dejado para la próxima semana algún ejemplo de este
pensamiento que estoy transcribiendo.
Y dice el refrán que aplico a esta pensada
de hoy: “Buey viejo, surco derecho”