martes, 12 de septiembre de 2017

LOS POLÍTICOS COMO PROBLEMA NACIONAL

                    

            Reiteremos  nuevamente el dato porque  no es baladí: Alemania con unos 85 millones de habitantes bien gobernados (ojo al dato) tiene una nómina de políticos que  no sobrepasa mucho los 150.000. En España, con unos 46 millones de habitantes, mantenemos a tutiplén, y “lo que afanaren”   a 450.000 políticos , o sea, un político por cada 102 españoles, el equivalente a un cabrero y su piara de cabras que,  aunque sea fea la comparación, es elocuente; o sea, estamos en una indiscutible y cutre partidocracia. Al fin y al cabo, dictadura habemos. Sentada esta premisa, de la que no se escabulle ni dios, vayamos a lo que vamos que no es moco de pavo. ¿Me vas comprendiendo querido amigo, Antonio Fuentes Franco?
            En España,  desde la II República inclusive, los políticos han  manjado al pueblo con mandos escalonados escogidos con trampas electorales  de los más tontos de la nutrida cabaña para que obedezcan las CONSIGNAS emanadas desde los cucañeros de arriba,  para que la manada obedezca ciegamente, coma y calle. Siempre fue España, y lo es, un país de “comeycallas” contemporizadores por el medrugo.

            Por desgracia, esto que nos vende como democracia consolidada ( Cataluña les deja por embusteros de pelo duro) no tiene nada que ver  con la clásica definición que de democracia hizo Abrahán Linco como condición  indeclinable:  “Gobierno del pueblo, por y para el pueblo”  Así ha sido siempre acá y, Cataluña nos lo confirmado hasta el paroxismo estulto: Cuatro iluminados listillos, pero indigentes intelectuales de fondo, llevan dando por saco a toda una nación unificada de las primeras de Europa, pero  hoy habitada por una ciudadanía que no tiene ni puta idea de su propia historia.  ¿Cuándo coño ha sido España una nación de naciones  ¡¡¡¡Peeedroooooo!!!? Hoy no tengo ganas de escribir más, mañana seguiré porque hoy hay mucho arroz que menear en España y, ello, nos atañe a todo españolito de a pie. He dicho.