Mi gran amigo Tomás de Sala, Alora, Profesor, Tesorero de Guadalpime, escritor y conferenciante de pegadizo y culto verbo, ha publicado en las redes el corto poema que, por su belleza, me permito reproducir. Reza así:
Era tan largo el tiempo
Era tan largo el tiempo y tan ancho el
espacio,
era tan breve el beso y tan hondo el
olvido,
era tan imperfecto el roce de los dedos,
la levedad del beso, la humedad de los párpados,
era tan solo y triste el universo mundo
con su saco de muertos cargados a la espalda,
que el olor a simiente, tan pronto evaporado,
era tan imperfecto el roce de los dedos,
la levedad del beso, la humedad de los párpados,
era tan solo y triste el universo mundo
con su saco de muertos cargados a la espalda,
que el olor a simiente, tan pronto evaporado,
nos regaló un momento de calma en el
naufragio.