En estos momentos aciagos de la historia en que España carece de un Estado con presencia imperativa, tal es su deber, como español y hombre de bien (de lo que me precio ser), felicito e me identifico con admiración y gratitud a nuestras fuerzas de seguridad, G. Civil y Policía Nacional que, como siempre han cumplido de forma abnegada su misión en el golpe de Estado sedicioso que unos impresentables han dado en Cataluña.
Parece como si el gobierno de la nación UNA obedeciera ---a saber...--- órdenes de más arriba para actuar de forma que nuestra Patria se fragmente y destruya.
A los que alcanzamos a vivir aquellos tiempos de infausta memoria, esto de Cataluña nos parece una repetición calcada. REITERO CON EFUSIÓN mi solidaridad con nuestras Fuerzas de Seguridad, únicas instituciones honorables que le quedan a España hoy.