Nota:
Este humilde poema lo escribí un día del
Padre cuando mi hijo. Hoy con 47 años, sólo tenía 6.
¿Quién es quién por sí?
Sólo dándose se es,
Y sólo así, hijo mío,
Tiene sentido el vivir.
¡Sólo
dándose se es…!
Yo lo sé:
El trigo que nos dio el
pan
Dándose a la tierra fue,
Y el agua sólo dándose
Del hombre
apaga la sed.
¿Qué valor tienen las
alas
Si no sostienen en el cielo
A quienes están ya en él?
Vivir es darse hijo mío,
En la
unción de nuestras almas
Con amores sin retorno,
Y apagando mutua
sed.