Yo quiero dar las gracias de corazón a la infinidad de amigos (as) que desde estos
medios y otros, incluido llamadas telefónicas, me han dado consuelo y fuerzas
con sus palabras en estos momentos tan duros que, a veces, nos ofrece la vida,
hoy a mí, como en otras ocasiones a
cualquiera de nosotros, cosa que no quiero para nadie. Creedme: Os quiero. Un