Del libro, "EL JUGLAR Y LA VIRGEN PEREGRINA"
De
Francisco Pérez Fernández podemos decir
que fue otro ilustre hijo de Cártama,
quien con su categoría humana y emprendedora honró a éste su pueblo por España
entera, por lo que mereció, siendo alcalde de la villa Antonio Vargas Franco, ser nombrado por la
Corporación municipal hijo predilecto de
Cártama el día 30 de agosto de 1.935, de lo que da testimonio el pergamino que
aparece en la página anterior.
Dicho nombramiento fue motivado por el hecho de haberle sido
concedida al ilustre cartameño la
Gran Cruz de la Orden de Beneficencia por Decreto de 11 de junio de
1.935. Recogemos en la fotografía que sigue el momento en que el Ministro de la
Guerra de la República del gobierno
Lerrauz, Gil Robles, le hace entrega de
la correspondiente medalla.
El acto-fiesta de entrega del título
de hijo predilecto al Exmo. Sr. D.Francisco Pérez Fernández en su pueblo natal,
Cártama, tuvo lugar el día 25 de septiembre de 1.935 y, el “Boletín Oficial de
los Previsores del Porvenir”, lo describe de esta manera:
Aparecen en la foto el homenajeado, Francisco Pérez Fernández (con barba
blanca); el alcalde, Antonio Vargas Franco (con la vara de edil mayor); el
párroco, Juan Martín Serrano (con sotana); empezando por la izquierda,
Francisco Vargas Díaz; a su izquierda el secretario del Ayuntamiento Guillermo
Álvarez Prolongo; con la bandera, la madrina del acto (“Señorita Cártama”)
Remedios Rodríguez Maldonado y damas de honor (Mariquita Faura y Remedios
Olmedo); a la derecha el niño Fco.
Roldán que, andando el tiempo, se conocería por “Paco el Lili” que fue
monaguillo y sacristán de la parroquia de Cártama), y casaría con una sobrina del
sacerdote Martín Serrano. A la izquierda del párroco, el maestro, Francisco
Rubio Serón, que diseñó el pergamino que antes se inserta acreditativo del
nombramiento de Francisco Pérez Fernández como hijo predilecto de la villa.
En este acto religioso celebrado con tal ocasión en la Ermita de la
Virgen de Los Remedios, el entonces párroco, Juan Martín Serrano, dictó un
discurso laudatorio del Sr. Pérez Fernández, que dadas las circunstancias
---fue el párroco que justo un año después entregaría la Imagen de la Patrona
al Juglar cartameño para que la salvara
llevándosela América---, le dedico aquí un mayor espacio:
“Cuando,
hace unos momentos, desde esta elevada cumbre…, veía venir cuesta arriba al
ilustre fundador de LOS PREVISORES DEL PORVENIR acompañado de una multitud que
le vitorea y aplaude… y hasta mi llegan
los acordes de la música, que confundidos con los aplausos de la muchedumbre,
forman el himno de gloria que se canta a los triunfadores…Por eso, cuando he
visto esta mañana llegar hasta el altar
de Nuestra Patrona la Virgen de Los
Remedios a nuestro querido paisano Excelentísimo señor don Francisco Pérez
Fernández para comenzar el día de su homenaje en nombre de Dios y ante
el altar de la Virgen, me dirijo a él
para decirle emocionado: “Habéis pasado por Cártama hace unos momentos…, habéis
recorrido algunas de sus calles; pero hasta ahora, excelentísimo señor, hasta
ahora no habéis entrado en cártama, porque hasta ahora no habéis paladeado el
misticismo del cantar épico de la multitud agradecida. ¡Cuántos recuerdos;
cuántas emociones habrá experimentado y estará experimentando vuestra alma en
estos momentos, anciano ilustre y venerable! Seguramente que al besar el suelo
de la madre patria chica, vuestra imaginación habrá puesto delante de vuestros
ojos aquella otra madre, la mujer santa que pasó por el mundo con el nombre de
doña María Fernández Díaz, la que, aunque no era de Cártama, hizo cuando os
trajo al mundo lo que hacen las mujeres cartameñas cuando el Cielo concede
frutos de sus entrañas… enseñar a sus hijitos a amar a esta otra madre…, a la
Madre las otras dos Madres.. la Virgen
Santísima de Los Remedios… y poner, después del primer nombre, el dulce nombre
de la Patrona… Así reza vuestra partida de bautismo: Francisco de Paula, José
María de los Remedios (*).
… Yo os nombraría, excelentísimo señor, Hijo Predilecto de la Virgen de
los Remedios, de Cártama; si para ello
no fuera bastante, que lo es, el sacrificio de venir de tan lejanas tierras
para ver a la Madre, otra coincidencia providencial justificaría la concesión
del mayor de los galardones que puede ostentar un cartameño.
Sólo
Dios es grande, excelentísimo señor, y
todas sus obras llevan el sello de la grandeza; vuestra obra lo lleva… y nuestra Santísima Madre, La
virgen de Los Remedios, … haya inspirado el hermoso pensamiento de la fundación
de una sociedad que ha llenado de gloria
a España en tanto grado, que sus actuales dirigentes… traspasará la
frontera para beneficiar a otros mundos…
Si algún día, excelentísimo señor, se piensa en poner bajo los auspicios
divinos vuestra obra grandiosa, no
olvidéis que esta Imagen milagrosa tiene ya derechos adquiridos… y causa
deleite recordar … que un pobre moribundo, el que al ser preguntado si la
conocía y responderle, “No señora..” díjole estas palabras: “ Yo soy la madre
de la Misericordia” .
Si
de momento no es procedente y aceptable
mi súplica, tenga el señor Director de LOS PREVISORES DEL PORVENIR sobre su
mesa de despacho una fotografía de la Señora, que yo le voy a regalar y
dedicar, que si Ella acepta el nuevo Patronato que se le ofrece, no le faltarán
medios de inspirar a los 500.000 asociados de nuestra benemérita Institución lo
que deben hacer para que este pensamiento plasme en realidad. Yo, mientras
tanto, seguiré pidiendo a nuestra
Patrona que prolongue los días de vuestra vida tanto cuanto sea preciso
para que os hagáis digno del título de Hijo Predilecto de la Santísima Virgen
de Los Remedios, Patrona Excelsa de la Villa de Cártama”
(*) También como segundo nombre llevaba
el de Los Remedios el insigne pintor
malagueño Pablo Picasso, en honor a su madrina, cartameña, una de la
cuatro hijas de José Alarcón Luján, que era, con sus
hermanas tan guapa que, según el cantar popular “robaban los corazones”
El
discurso en nombre de la Corporación municipal, el alcalde lo delegó en el
Secretario del Ayuntamiento, Guillermo Álvarez Prolongo, que vino a decir:
“…
Otra vez ha delegado el Ayuntamiento y el
señor alcalde en mi para que dé cuenta y os dirija la palabra con motivo de un
acto solemne y trascendental para nuestro pueblo; recientemente vibró también
de emoción este pueblo con motivo del homenaje a otro cartameño ilustre: hay, pues, dos fechas señaladas este
año para este pueblo: el día 2 de junio,
homenaje al sin igual rapsoda Pepe González Marín, hijo de Cártama, y hoy 25 de
septiembre, homenaje al excelentísimo señor don Francisco Pérez Fernández, cartameño,
nacido en este pueblo el 2 de julio de 1.861; dos fechas en el año actual que
pasaran a las efemérides gloriosas de Cártama.
Cártama no puede permanecer alejada
de las obras de sus hijos, y la de don Francisco es demasiado grande, demasiado
hermosa; él creó, él laboró por la constitución y realización de LOS PREVISORES
DEL PORVENIR (después se convertiría en el Banco Popular de
tan arraigada solvencia entre todos los de España, es decir, este Banco tuvo su
germen intelectual en un cartameño de pro),
esa Asociación que previene para los días de la vejez, y él la llevó adelante y
llegó a su triunfo completo, reconocido recientemente por el Gobierno de la
República que le ha otorgado la honrosa distinción de la Gran Cruz de
Beneficencia
Ha aprovechado esta oportunidad el pueblo de Cártama para expresar al
excelentísimo señor don Francisco Pérez Fernández su cariño y su adhesión, y en
sesión celebrada por este Ayuntamiento se acordó por unanimidad nombrarle hijo
predilecto de Cártama según atestigua este pergamino que el señor alcalde
tendrá el honor de entregar a nuestro insigne paisano, y se acordó también dar
su nombre a una de sus calles donde el
nació hace setenta y cuatro años… Y Cártama se honra con tener en una de sus
calles el nombre de su hijo benemérito.
…Sólo me dirigiré (ya) al ilustre cartameño y le diré que cuando sienta
acabarse esa magnífica vida que tanto
bien ha hecho a España entera, cuando
vea cercana su última hora, venga a Cártama a recibir la bendición de la Virgen
de Los Remedios, y para que su cuerpo quede en Cártama y sea acompañado hasta la postrer morada por todos
los cartameños reconocidos al ilustre paisano fundador de la institución
española LOS PREVISORES DEL PORVENIR”
El homenajeado respondió a todos estos
discursos laudatorios con el suyo propio durante el lunch que le ofrecieron en el Ayuntamiento en el
que entre otras cosas también
interesantes para la historia e
intrahistoria de Cártama, dijo:
“Digno
alcalde de mi pueblo y amigos todos: Son tantos los elogios y alabanzas que
estoy recibiendo en estos días de mis queridos paisanos y amigos, que me da
casi miedo, y llego a pensar si es que me he muerto, porque cuando uno se muere llega la hora de
las alabanzas, y todo se vuelven elogios. No se yo si cuando me muera habrá
para mi tantos elogios… como los que recibo este día.
El
señor Secretario de nuestro pueblo, al igual que nuestro querido Cura Párroco
esta mañana, ha dicho cosas que me han llegado al alma…
Empezaré por lo principal que hay para todos nosotros, que es nuestra
Virgencita, a la que se refería el Párroco,
y también el Secretario, coincidiendo ambos en que me imbuyó mi madre,
porque no es que lo improvise yo ahora…
Pruebas hay en Cártama de que he penado antes de ahora en este mi querido
pueblo.
Y
pudiera citar a don Félix Roso (1)
antiguo Párroco de esta Villa que regentaba la Parroquia en 1.899, cuando iba a
Melilla (siendo militar de grado); hice una escapada antes de embarcar y vine
a ver al Párroco para preguntarle a que hora y cómo podía yo cumplir la orden
de mi madre, de visitar la Virgen de Los remedios; me rogó en aquella ocasión
el citado Párroco que, como en el Palacio Real regalaban en ocasiones cálices
para las Parroquias pobres, viera de obtener uno para la nuestra, y como me
unía una buena amistad con el entonces Obispo de Sión, obtuve uno para esta
capilla…Esto os demuestra que yo siempre pensé en Cártama; de esto hace más de
treinta años, cuando yo ni pensaba que un Gobierno me había de hacer la concesión que motiva que
pueblo haga lo que hoy hace.
Siempre
pensé en Cártama, y en las cosas de Cártama; y recordaba esta mañana a algunos
aquella copla antigua copla que empieza:
Viva Cártama, viva; famoso pueblo…,
lo digo sólo para recordar mi amor y
recuerdo constante al pueblo, pues es copla que le cantaba mi madre a mi
hermano cuando yo tenía cuatro años, y esto lo he tenido en mi memoria durante
setenta, pues tengo setenta y cuatro. Y recordaba no se qué de un arca antigua,
que se conservaba en la capilla, y al preguntar hoy sobre ello me ha confirmado
el Cura que, efectivamente, es un arca que se conserva al pie del camarín de la
Virgen. Todas eran cosas que me refería mi madre, que no era de Cártama, pero
que tenía grande amor a este pueblo.
…Pues
si todo me ha sido muy grato, me es aún más que el Ayuntamiento del pueblo de
Cártama, pueblo que tanto quiero porque es el pueblo donde nací y al que llevo
siempre en mi corazón, sabedor de la distinción que me concedía el Gobierno de
la Nación, me telefonease a Madrid como lo hizo, a lo que yo contesté
correspondiendo como debía y que el Ayuntamiento por unanimidad
---y creo que hacéis bien en estar unánimes con respecto a mi, porque acaso sea
yo uno de los pocos españoles que no tiene color político ninguno, ni lo tendré
jamás, por la sencilla razón de que dirijo una institución en la que hay tal
variedad de colores políticos, tal variedad de creencias entre sus asociados,
que no falta ninguna de las variantes que existen, desde los más fervorosos
creyentes hasta los que no creen en nada.
A
mi me ha ocurrido, y os voy a referir,
un caso en Valencia: que dos asociados… que no estuvieron en un acto de
LOS PREVISORES DEL PROVENIR con banderas
sus músicas por las calles me dijeron: “No hemos podido venir porque somos comunistas, teníamos que estar
en la revolución, pero ya teníamos cuidado de que a los previsores no les
pasara nada”
Esos
son los Previsores: comprenden a todos, desde la derecha más derecha hasta la
izquierda más revolucionaria… En mi no han de ver nunca sino un hijo de Cártama
y nada más.
Me dicen también que han tenido la atención de ponerle mi nombre a una
calle que pasa cerca de la casa en que nací, aunque no sea la misma, que ya ha
sido reemplazada por otra más moderna, pero en fin, queda su sitio, como decía
el señor Secretario.
Y el pueblo (de España), que
era su pesadilla…la vejez, decía: “Todos los diputados y todos los
políticos que venían al pueblo nos ofrecían lo que no cumplían, pero don
Francisco nos cumple lo que prometía, y no creemos a los demás que nos
predican, pero a don Francisco sí, porque gracias a sus hechos no pedimos
limosna, ni le falta a nadie el pan de su vejez”
Y
eso es lo que yo quisiera que pasara en Cártama, eso es lo que quisiera en un
momento que pensaran mis queridos paisanos cuando juzgaran la obra de este cartameño.
(2).
…
ha aceptado el Sr. Rubio Serón (ser
delgado de LOS PREVISORES DEL PORVENIR en Cártama), y dentro de las muchas satisfacciones que tengo esta temporada, una de
las más grandes es la de concurrir a la constitución de la Sección de Cártama.
Queremos
celebrar siempre la apertura de una nueva sección con algo de fiesta; y para
ello hemos traído a los niños de las escuelas 12 libretas, o mejor dicho 13,
que son: 5 que regala el Consejo de Administración, porque yo creía que había 5
escuelas, y luego resulta que hay 6, pero el Sr. Montanary ha dicho que él daba
la 6ª, y el señor Rubio la otra, con las cuotas de entrada pagadas y tres mensualidades,
y ahora las dará el señor Alcalde, y otra con algo más de tres mesualidades
para el pequeño Fernando Lozano (3), al
cual le pongo en la libreta ya un año, de regalo, y si está de su familia, su
padre, venga acá, tome estos diez duros para que se vaya ayudando un poquillo,
y además le dejo una orden al señor Rubio para que todos los años, mientras
viva, me pase cargo de todas las mensualidades; le dejo esta orden que dice:
“Autorizo al Representante de la Sección
de Cártama para que todos los años, en el mes de agosto, me pase cargo de doce
mensualidades para la cartilla 470.922
A, que inscribo a nombre del niño Fernando Lozano, y yo ordenaré su imposición
en la cuenta de dicha Sección. El Director general, Francisco Pérez Fernández…”
(1) Don Félix Rosso fue otro sacerdote, coetáneo del Padre
Villegas (éste tío de Juan Martín Serrano), todos muy arraigados en Cártama.
Aún conserva el nombre de Lagar de Rosso una casa sita en la Sierra de Cártama
junto al camino que conduce a través de Las Viñas a Alhaurín de la Torre.
(2) “La obra de este cartameño” (Francisco Pérez
Fernández), que la institución
PREVISORES DEL PORVENIR, dio lugar a
la creación de un Banco, El Popular Español, y fue precursora de las instituciones
estatales de subsidios de vejez,
pensiones, plan de jubilaciones, etc.
(3) Decíamos en el prefacio que este era un libro de
intrahistoria, que tendía a resaltar
a esos héroes anónimos del día a día,
que pasan por la vida silenciosamente sin que se ocupen de ellos
las páginas de
los periódicos ni quede constancia de su abnegada vida salvo en la memoria
de
los que le conocieron.
Este es el caso, paradigmático,
de ese niño tan aludido en esta reseña de la época, Fernando
Lozano. Por una grave enfermedad no podía andar de
pie, y aprendió a hacerlo a gatas, con
dos trozos de medias ruedas de coche en las rodillas,
que eran sus pies, y, en cada mano, dos
trozos de madera de forma
cúbica, con sendos sujeciones de correa al dorso de la misma para
al andar no hacerlo poniendo
las manos en el suelo. Pese a tan lacerante impedimento físico,
Fernando Lozano se superó y
realizó profesionalmente de forma realmente impresionante e-
jerciendo dos oficios: Latero y
albañil, amén de lañador, y en todos
como auténtico virtuoso.
Mientras vivió, él era el que
hacía las cantaras de hojalata para la leche en todas las medidas,
para el aceite, desde la media
panilla, al medio litro y al litro. En las cocinas todos los jarros
de hojalata, tan usados en
aquello paupérrimos tiempos, eran hechos por él, y los candiles, y
faroles de boyeros, etc.
Como albañil, era un auténtico especialista en el empiedro de las
calles, eras y caminos como último trozo del
camino de la Ermita aún conserva el
empedrado que él realizó. Y, maravillaba verlo, pese a su enorme defecto físico,
andar de rodillas y manos por los
andamios.
. Era fruto del
matrimonio de Fernando Lozano con la María “Mamauche”.