Mientras algunos
macanditos, con la mentira groseramente
rentabilizada echan pañetas de ricias sobre la historia de nuestro pueblo y baldonan y nadean la memoria de antepasados que le dieron lustre
y fama, yo, con la verdad monda y lironda, los seguiré ensalzando amorosamente.
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1881-1948
España desde Cártama
"Mas no podemos ofrecerte flores,
que en abril, esplendente primavera,
se fueron a formar los tres colores
que esmaltan el cendal de la bandera;
pero... aún le queda al vate la jornada
del poema de España libertada."
Enrique López Alarcón. (A J. González Marín)
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El
poeta, dramaturgo, empresario teatral (Director del Teatro Español de Madrid) y
periodista, Enrique López Alarcón,
cartameño virtualmente nacido en Málaga (nieto de José Alarcón Luján), avalora con su obra y actividad artística su pueblo de nacencia, Cártama, siendo por ello,
y en justicia de patria chica, susceptible de ser recuperada su memoria y biografía (ya
iniciada), en beneficio de nuestro patrimonio histórico- cultural. Cártama tiene
la inmensa fortuna de contar entre
tantos otros personajes egregios de incidencia nacional, con este hijo de hondo calado en la literatura y el periodismo español
e internacional de su época.
Al terminar
la aciaga guerra civil de 1.936-39, se exilió en Panamá, Santo Domingo y
Cuba, país en donde murió con nostalgias
de terruño. .
Fue un
representante del teatro poético
iniciado en España a principios del siglo XX por Francisco Villaespesa y
Eduardo Marquina, continuado, entre otros, por
Goy de Silva, Luis Fernández Ardavín, Joaquín Dicenta, Joaquín Montaner,
Ramón de Godoy Sala, Antonio y Manuel Machado, Fernando López Martín, Pedro
Muñoz Seca y Miguel Echegaray. En su exilio, como otros intelectuales en la misma tesitura, tuvo que dedicarse al periodismo.
Cuando Villaespesa
volvió de América a España, enfermo y
abatido, López Alarcón le organizó un homenaje en el Teatro Español de Madrid
(que dirigía) el día 25 de enero de 1932, al que asistió el presidente de la República , Aniceto
Alcalá Zamora; intervinieron Manuel
Machado, Eduardo Marquina, Fernández Ardavín, y el rapsoda cartameño, José
González Marín, su paisano y amigo desde la niñez, recitó poemas en honor del común amigo y gran poeta
almeriense homenajeado.
Enrique
López Alarcón nació el 22 de junio de
1881; falleció, en La Habana , en 1948. Cursó sus
estudios primarios en Málaga con los jesuitas, desde donde pasó a la Universidad de Granada
para estudiar Filosofía y Letras. Con veintidós años se marcha a Madrid, en donde
ejerció de redactor de numerosas publicaciones: La
Época, La Tribuna ,
El Nuevo Evangelio, El Mundo, El Intransigente y La
Mañana. Fue fundador de La Gacetilla y del periódico literario Gil Blas y, como quedó dicho, director del
Teatro Español de Madrid.
Durante la guerra civil, en coherencia con su
espíritu libérrimo y bohemio, frecuentó
los círculos anarquistas, colaborando en sus periódicos. En su exilio, tras
breves estancias en Panamá y Santo Domingo, recaló en la Habana en 1940, donde murió
dejando una hija mestiza. En los años dominicanos, publicó una colección de
sonetos dedicados al dictador de este país, titulada Sonetos a Trujillo.. Ya en La Habana , publicó Soy español (para su
amigo y paisano González Marín), Madrigales y sonetos (1940) y, el poemario Martí (1942); también fue director de
algunas puestas en escena del grupo Teatralia.
En
1,937, en Santo Domingo tuvo ocasión López Alarcón de verse a diario con su
paisano, Pepe González Marín quien, con la Virgen de los Remedios, patrona del pueblo de
ambos en España, había tocado en aquella
república caribeña en su célebre periplo
poético mariano. El gobierno del General
Trujillo no le dio permitió entonces por obvias sospechas políticas (después tras la publicación de Sonetos
a Trujillo, sí), para acudir a la Habana el
23 de abril de 1.937 a
participar, como otros muchos artistas e intelectuales, en la singular celebración del día de la Patrona de Cártama,
peregrina por aquellas repúblicas iberoamericanas, que hubo de celebrarse en Cuba.
Entre los títulos de mayor relieve de su
numerosa obra dramática se cuentan: Golondrinas(1905), Con
mujer y sin mujer (1905), La sal de Madrid (1926), Voy
a ser cocota (1926), una comedia casi picaresca, de la que el crítico de ABC escribió:
"… y si a ello se añade un diálogo
pulcro y elegante como corresponde a los prestigios de López Alarcón,
fácilmente se comprenderá el agrado con que fue escuchada la obra", Vivir (1929), La Dictadura (1930), Romance
caballeresco: Comedia melodramática a la española, escrita en verso en tres
actos y un epílogo (1933) y, Los majos del
Perchel (1935),
comedia lírica estrenada en el Teatro Calderón de Madrid. En colaboración con
otros dramaturgos escribió un buen número de obras: con José Ignacio Alberti, Sebastián el bufanda, o, El robo de la
calle Fortuny (película policíaca en cuatro
actos y en prosa estrenada en el teatro Romea de
Madrid, en 1916), y, El collar de
esmeraldas (1918); con Cristóbal de Castro Gutiérrez, Gerineldo.
Poema en cuatro jornadas (1909), Los insaciables (1909), comedia picaresca en prosa,
en cuatro actos, Las manos largas (1926) y La
mano de la reacción, zarzuela; con Ramón de Godoy y Sala, La Tizona (1917), drama romántico, y La madre Quimera, farsa romántica en cuatro
jornadas (1918); con Alfredo Escosura, La Maragata (1931), zarzuela, y con Fernando
Alarcón (otro escritor oriundo de Cártama), Paleta,
humorada lírica en tres actos y veinte cuadros que se
estrenó en el Teatro Eslava de Madrid el 9 de junio de 1933. Entre las
traducciones y versiones escénicas señalamos: en colaboración con otros
autores, Fígaro, barbero de
Sevilla y El casamiento
de Fígaro de Pierre Agustín Caron de
Beaumarchais; Fortunata y Jacinta, versión escénica de la novela de
Galdós, Fuenteovejuna, versión de Lope de Vega, y, Piénsalo
bien, traducción de Pirandello. Como poeta su obra fundamental
es Constelaciones (1906). Entre sus novelas citamos: La cruz del cariño (1909) y Melilla 1909, crónica de un testigo, diario
de la guerra escrito durante las operaciones en el Rif (1911), en que recoge su experiencia
como corresponsal de guerra de El Mundo, en la
Campaña de África de 1909.
Este
poeta cartameño (aunque nacido, repito, circunstancialmente en Málaga) muerto en el,
seguramente voluntario, exilio (se había casado en la Habana ) nos dejó estos
versos a la Cuba
de Baptista: "Si Cuba libre nos da su leyenda, / clava el pendón y levanta tu tienda.
/ ¿Dónde encontrar, como hallamos aquí, / yunque y martillo, tambor y trofeo? /
¿Dónde el machete de Antonio Maceo? / ¿Dónde la estrofa y la fe de Martí?"
(Resumen de la semblanza, en ciernes, titulada, “Vida y nuerte en el exilio de un
poeta cartameño”) (CONTINUARÁ)