La crítica teatral de 1.934 que antecede aparecida en "La voz" de Guipuzcua con firma de Maximiano G. Venero (al que tuve el honor de conocer personalmente en Cártama en una de sus visitas a ésta), resume, aunque no exhaustivamente, miles y miles de reseñas del mismo tenor firmadas por infinidad de cualificados autores, la excepcional categoría artística y humana el aedo guadalhorzano y español, nacido en Cártama, José González Marín, que dio, y da en su memoria, honra y prez por el mundo entero de habla hispana a sus patrias chicas y grande.
Fue, según apelativo de los propios poetas de su época a los que dio a conocer por medio mundo, "poeta de poetas" y primer actor único de la escena patria a todo lo largo de la primera mitad del siglo XX. Nació en Cártama, en ella vivió siempre entre sus paisanos y, en Cártama, quiso estar enterrado.
Ya al volver de América con la Virgen salva en la epopeya lírico mariana más espectacular y bella que conoce la historia, fue atacado con feroces acusaciones de "rojo" por algunos falangistas (después socialistas por aquello del sol que más calienta en cada momento, entonces con en la "camisa nueva", cuyos vástagos, hoy también ya de izquierda, lo baldonan después de muerto tildándole de falangista), todo por el delito de haber avalado, jugándoselo todo impulsado por cristianismo, a 36 presos de izquierda que vio al pasar cerca del Cuartel de la Aurora que le dijeron serían internados en un Campo de Concentración, porque en guerra ningún bando dejaba tras sus avances bélicos quintas columnas. Deseo fervientemente no se me ponga en el disparadero de hablar.
Lo indiscutiblemente cierto es que quien esto escribe, por haber sido favorecido con su noble amistad durante 18 años hasta la muerte del amigo del alma, y porque mi pueblo necesitaba de la memoria de tan universal personaje del que fue cuna, dedique grandes espacios de mi vida a recuperarla del ominoso olvido a que estaba sometida. No estuve solo en el empeño, sino que se sumaron al empeño amigos de Cártama y otros pueblos de la comarca y Málaga. El resultado es que la memoria del Emo. Sr. José González Marín está hoy total e indeleblemente recuperada. Y, lo que es más: hay personas amantes de la cultura y de la historia de de Cártama y de nuestra comarca de cuyos pueblos y de Málaga fue hijo adoptivo que han recogido el testigo de los que por ley de vida no tenemos ya fuerzas para seguir en tan grato trabajo histórico cultural. Y, detrás, me consta que está la inmensa mayoría de las gentes de Cártama y resto de pueblos con conciencia histórica y sentido de la justicia historiológica. CONTINUARÁ.