AAVV ERMITA LOS REMEDIOS
Socios de esta Asociación, vecinos
de Cártama y foráneos , nos informan, a efectos tramitales (de los que en breve daremos una más pormenorizada y actualizada reseña) de variados temas lamentables, y también de
todo punto reprobable alguno, que están teniendo lugar en nuestra Villa.
Uno, del que ya nos hemos ocupado
antes, es el de la descarada e irrazonable titularidad de la Ermita de la Virgen de los Remedios a
su nombre por el Ayuntamiento de esta localidad, pese a que Nuestra Patrona y cuanto le es inherente y
consustancial como, por supuesto y lógicamente, su ermita, fue un regalo que los Reyes
Católico hicieron en 1.485 a los devotos marianos de esta Villa, cuya
advocación primera, precisamente, fue Virgen
de los Reyes. Y con la titularidad y propiedad por derecho natural y consuetudinario
el pueblo le ha rendido culto a lo largo
de plurales siglos. No se comprende como las personas hoy ostensiblemente
sobresalientes, gente de pila y vela, que cuidan cuanto atañe a nuestra Patrona, se han allanado a la consabida
voracidad municipal, y más, en este caso que atañe a los sentimientos religiosos del
pueblo y a la pastoral de nuestra parroquia.
Dos, y
más grave si cabe por la inermidad del sector social a que afecta, como
son los jubilados y viejecitos, con la
anunciada huelga de las cuidadoras del
SERVICIO DE DEPENDENCIA, a quienes, la empresa “explotadora” del mismo (nunca
mejor dicho), lleva dos meses, según
afirman, SIN PAGAR a sus trabajadores, lo que ya afecta moral,
práctica y emocionalmente a la clase más indefensa y desprotegida del
contencioso. Se ha preguntado (y publicado) sus opiniones al Ayuntamiento, a la
empresa, a la parte laboral, pero NO a los auténticos pacientes del entuerto:
JUBILADOS Y VIEJOS YA ENFERMOS CASI TODOS, a los que sobre el estrés de una
vida que se les escapa, esta gente se lo sobredimensionan y sumen en una
auténtica tortura síquica y linchamiento moral.
Y no les da lástima, hasta el extremo de ni siquiera tenerlos en cuenta
ni preguntarles su parecer, y sacarles
de la angustiosa duda en que los tienen sumidos. ¡Cuánta irresponsabilidad e
ignominia!
Tres: Es tan llamativo este tema, referido también a la Ermita, que, para
no farragar, lo diremos en otro momento.