En España elegimos a nuestros políticos
mediante listas cerradas: para elegir a uno “aprovechable”, hay que
votar, por cojones, a la lista entera,
seleccionada ”a su conveniencia”
por el cabeza de lista y, éste, a
conveniencia del partido al que no
interesa tener en sus filas ni en el pueblo a nadie que le haga sombra, o sea, que tenga
más luces que él. Es una chafarrinada de
tomo y lomo mantenida en pie por gente de caletre deleznable y, con
la poca vergüenza de presentárnoslo como democracia. Así como suena y, el pueblo, vamos a votar tan
panchos y “democráticamente”.
Y, así, hemos rejuntado y damos de comer a unos 500.000
macanditos (as) en un país con no más de
47.000.000 de vecinos desculturizados, ileidos, iletrados y parcos en luces
(salvo excepciones), más del doble,
¡¡coño!!, de políticos que cualquier país de Europa con el doble de habitantes. ¿Es mentira?
En virtud de lo dicho vemos como
gentes de medio pelo, que en la vida civil no han hecho otra cosa que echar
barzones y no ser capaces salvo, si acaso y si fueran
tiempos de ello, guardar una piarilla de gorrinos. Esto se lo acabo de oír a un hombre de campo ya mayor, de los de antes de la
guerra, que como comprenderán, me ha dado
el artículo hecho, por supuesto, que tendrá
una segunda parte o, una segunda y hasta una tercera porque, el tema, da para
una “carretá” repleta hasta portera.
Ya sabemos que en política hay
que elegir entre dos males, pero la dolama política de España actualmente es muy
grave y, rectificamos o, esto, revienta.
Un ejemplo por cientos: En su afán de protagonismo y mando espurio, Pedro Sánchez
está a punto de premiar a representante emblemática etarra con 800 muertos a sus espaldas de los
que no dice nada la ley de Memoria
Histórica falsa que promulgó el nefasto Zapatero, entregándole a los vascos la provincia de Navarra a cambio de
que, el P.N.V le vote la investidura. Esto tiene mucho arroz que menear…
que, el P.N.V le vote la investidura. Esto tiene mucho arroz que menear…