(NUNCA HE SENTIDO MÁS ASCO, PESE A LOS MOTIVOS QUE NOS DAN HOY NO POCOS POLÍTICOS).
Repito una vez más que cuando hablo generalizando en estos términos de los políticos, jamás incluyo a los de mi
pueblo de ningún partido; cuando no estoy de acuerdo con alguna contradicción
de algunos, me dirijo directamente a él, tal vengo haciendo como cronista y periodista independiente, libre y férvidamente
veraz de mi pueblo. Y si como humano yerro en alguna apreciación, de inmediato
que caigo en ello pido disculpas.
Sí, jamás sentí más asco que el
pasado jueves, cuando estaba viendo las noticias en el televisor y apareció en pantalla un tal,
JULEN ARZUAGA en su intervención en EL Congreso Vasco.
El malnacido heredero de ETA escupía, en retórica infame e impune (oh Pedro Sanchez y otras yerbas anti patria
por acción u omisión), su odio contra la Guardia Civil, Policía Nacional y, por extensión en mi
aprecio, la municipal, por el delito de defender abnegadamente nuestras libertades y seguridad ciudadana, y
siempre expuestos a un tiro en la nuca de los malditos etarras de marra o, de
algún otro terrorista.
A estos hombres y mujeres con glorioso
uniforme que honran y les honra, les
llamó el asqueante citado, “lobby asqueroso” “genocidas”, “nazis”, cuando lo
que han hecho, con arrojo indeclinable, es acabar con la siniestra banda asesina que
hoy están tan panchos en los estrados y en las instituciones, a la
que sí se le puede llamar coherentemente, “lobbys asesinos convictos”, “genocidas”
(miles de muertos inocentes a su cargo, incluidos niños) “nazis”, etc.
Malhaya seáis, gente espurio vivir,
que así tratáis a quienes, hasta a vosotros que dábais tiros en la nuca a
inocentes criaturas os protegen con
riesgo de sus vidas. ¡Malhaya seaís…!.