Con motivo de estas fechas de Semana
Santa he leído varias opiniones con respecto al patrimonio imaginero que un día
tuvo Cártama y que algunos atribuyen su falta en nuestra Iglesia parroquial a “a
que alguien los regaló a Alhaurín”.
En el libro “LA DESTRUCCIÓN DEL
PATRIMOMIO ECLESIASTICO… DE MÁLAGA Y SU PROVINCIA”, autor José Jiménez Guerrero
---Licenciado en Filosofías y Letras (Sección Geografía e Historia y doctor en
Historia)---, Editorial Arguval (pagina 477 a la 483, que se refiere a Cártama) se deja
constancia clara e indubitable del motivo por el que ese inmenso tesoro religioso artístico, falta de Cártama
y, caerá en la cuenta, si lee, de que nadie regaló nada nuestro a Alhaurín. Esa
es una lesiva especie más de las que alguien es experto en propalar en detrimento
de la cultura y conocimiento las raíces de nuestro jóvenes, lo cual es un
crimen de lesa patria chica.
Entre ese inconmensurable patrimonio
artístico cultural y religiosos, amén de uno alos archivos históricos más
valiosos de la Bética, se contaban:
Una imagen de San Pedro, el titular de la Iglesia dela época
de los Reyes Católicos, de talla; Idem de Santa Ana, del siglo XVIII, talla de
gran valor y mérito artístico que tuvo su Ermita a la Salida de Cártama hacia
Coín; ídem crucificado tallado siglo XVIII de gran valor y mérito; Idem un
Señor de la Humildad, talla antiquísima; idem Una Purísima muy antigua; idem San
Rafael de talla, magnífico; idem una Dolorosa, tallada; idem un San Miguel, una
Virgen de Belén, que el vulgo llamaba la Candelaria; idem San José, siglo
XVIII, de gran valor, de grandes dimensiones; idem Virgen del Carmen; idem San
Joaquín impresionante obra de arte (que se llevó el Obispado, si la memoria no
me falla); idem San Juan Bautista, de talla; idem San
Antonio de Padua, tallado; idem Virgen del Rosario de mérito; idem San
Francisco Javier, San Sebastián, San Roque y San Antonio de Pádua, tallados.
ADEMAS, cuatro retablos: el del altar mayor, el del altar del Sagrario, el de
la Virgen del Rosario y el del Cristo de la buena muerte. También se destaca lapérdida de un terno encarnado
bordado en oro, fechado en la época de los Reyes Católicos.
¡¡No!!, nadie regaló nada, dejen ya
de mentir de nuestra historia a nuestros
jóvenes y generaciones que son el futuro. Callen ya sus mentiras las viperinas lenguas tendenciosas distorsionando la historia real de nuestra patria.
He escrito de prisa y sintiéndome algo mal,
perdonen algunos lapsus semánticos en los que puedo haber caído. GRACIAS