EL CASO, “ABENCERRAJE--JARIFA CARTAMA”
Cuanto aquí expongo es versión real, que tomo del famoso arabista, don Emilio García Gómez al que citan en un celebrado libro de Historia Comarcana sobre el dicho cuento árabe , los señores Estrada Segalerva y el hispanista , Alberto de Mersseman , en el que apenas se menciona a Cártama, en el “El Abencerraje y la Hermosa Jarifa”, salvo para ridiculizarla de este tenor literario:
“En Granada fui nacido
De una mora de valía,
Y en Cártama fui criado
Para triste suerte mía”
O sea, el Alcalde de aquesta Villa, con algunos de sus acólitos (as) de marras, hacen de sus plurales y retorcidas obcecaciones normas de gobernanza. ¡¡Así nos va por estos pagos!!
Intelectualmente y, en este “caso” visto y comprobado hasta la saciedad, les han robado historiológicamente, piezas de su acervo cultural a Coín, que es algo mucho más indigno que el plagio mondo y lirondo y, ¿con que objetivo positivo para “Carthima?” ---ya me entienden porque, analicen ustedes la chafarrinada que han protagonizado estos mamasopas: Se ha creado en el Ayuntamiento de Cártama una Concejalía expresa que Atiende una Concejala. Sin ambages la nominan cara al público, JARIFA.
Y de esta forma literal consideran los eruditos antes citados, el fenómeno literario que estamos comentando:
“Descendiente de los Abencerrages, aquel Abindarraez se enamoró en Coín, según el romancero, y cuando visitaba a su amante cayó preso de Narváez. Este caballero Castellano, conmovido por el amor del mancebo, le dejó seguir bajo palabra de honor de que volvería para sufrir su suerte, ya que debía de considerarse su prisionero. Y así fue como Abindarraez llegó a Coín y vio a su Jarifa…
Y cumplió lo prometido, pues regresó a presencia de Narváez, pero en compañía de su amada, que había abandonado padres, riquezas y honra para correr la suerte infausta del joven Abindarraez.
Gozaron de indulgencia, pues Narváez les perdonó la esclavitud y les hizo volver al lado de los suyos en Coín”
Amor, nobleza, poesía de Coín se vislumbra en esta pequeña historia, y, por supuesto, decencia, que falta en otros recovecos políticos, fáciles de colegir sin estrés de las neuronas; ¿o es que acaso nadie sabe que la Concejalía JARIFA ha tratado, y trata y, para ello se creó, de disuadir a los devotos de la Virgen de los Remedios de su fe en Ella y, deriven sus inquietudes intelectuales hacia un laicismo favorable a la ideología putrefacta y mercantilizada de parte nefasta del Consistorio? ¿Para qué entonces, se han instalado en el Sacro camino de la Ermita cuadros de losetas con motivos del “moro” cuento del Abencerraje y la Jarifa y, para qué se ha creado esta Concejalía? Mientras rumian esta su propia desvergüenza política digan qué daño hizo, el egregio Cartameño José González Marín para que se le quite su nombre al Teatro por él inspirado en 1,942 para sustituirlo ahora por un cutre topónimo y en su fachada sur el agravio comparativo de pintar una enorme efigie del Abindarraez y la Jarifa. Es indignante. Ya les preparo otra parrafada más explícita. Ya estoy cansado de escribir; los 93 años pesan ¡He dicho!
