La apelación que, como cronista"libre" de la Villa (desde hace 58 años), me propongo escribir acusando las flagrantes contradicciones del Sistema de Ayuda en domicilio a pensionistas ya inermes y, no pocos, impedidos física y psíquicamente por Ley de vida, son fácil presa de alienación y engaños opresivos, he de tomarme unos días antes de escribirlos para constatar ciertos extremos que me han contado que, de ser ciertos (yo jamás escribo públicamente sin verificar previamente la objetividad del suceso), ponen los pelos de punta.

En este país los corruptos no se toman vacaciones; tenemos pruebas fehacientes en los propios munícipes que rigen (salvo mermadas excepciones), nuestros destinos porque, también han aborregado en piara al pueblo, nos han puesto al cuidado de pastores. de garrote en ristre y ayudados de perros mastines (de dos patas que, haberlos, haylos y, muerden a la inocua manada con viperina saña).

Lo dicho: tiraré del teclado en cuanto haya contrastado los hechos de los que me han informado. De esta estirpe política se puede esperar todo esperpento reñido con la decencia. He dicho (por hoy).--------------------