A MIS RECUERDOS VOY DE MIS RECUERDOS VIVO
Guadalhorce sereno, ¡oye mi querencia…!
Que me viene sobre recuerdos en el tiempo, lejanos,
De tus aguas orladas de sotos nemorosos,
En donde abunda flora y fauna paradisiacas
Que Virgilio cantara en Églogas y Geórgicas.
Hay en ti, Guadalhorce mío, cenital ternura,
Majestad en tu porte y mirifica hermosura.
En tus aguas otrora claras, padre sol ya no reverbera,
Ni las noches estrelladas en ti se reflejan.
Eres, Guadalhorce del alma, un trenzado de siglos
Que alimentan la razón de mis quimeras
En el velo ensimismado de mis saudade,
Metáforas de mi pueblo, mi alegría y mi pena trocadas.
Aun discurres mi rio milenario por la vega ubérrima
Entre sotos, cañaveras, juncos y tarajales.
Amo a corazón latiente al vertical álamo
Que desde tu orilla apunta al cielo,
En cuya fronda de ramas y trémulas hojas
Anida y arrulla la tórtola y el ruiseñor gorjea.
¡Oh Guadalhorce!, nutridor de acequias de regadíos
Que refrían miles de fanegas de dadivosas huertas
Que son dilatados vergeles que pueblan
Las miles y miles de hazas desde Alora a la Málaga ibérica.
Yo nací, amado río, en la Alhóndiga cabe tu corriente
Desde poniente al Maren Nostrum, padre de la Historia
Y de los pueblos de Tarsis confederados.
¡¡Río Guadalhorce: quererte a ti, es amar al Dios bueno y,
Aspirar la ternura de Tu Madre, María de Los Remedios;
Loada seas, Madre Santísima….!!
Cuando de escribir acabo y releo
Me acuerdo con nostalgia de aquella mi niñez de oro,
Cuando aún no fui “Uno de los niños de la Guerra”.