PELILLOS A LA MAR
A
pesar de incomprensiones
de
quien menos las esperaba,
yo
capto la belleza metafísica
que
es el querer bien a quien se ofusca,
y,
a quienes injustamente me hieren,
yo
ni reproches ni rencores
les
aplico que, ello, seria venganza
de
quien dice, como yo, tener a Jesús
por
referente y, propicia a la Virgen
que,
Ella, me alejó siempre el desaliento,
y
me hizo tener la verdad por bandera.
Nunca
me bañaré en alberca
de
rencores contaminada el agua
pues
siempre en mi vida, aunque
dolorida,
estoy propicio a
regalar,
pese a mi genio, una sonrisa.
Pero,
Paca, mi Hada madrina que en
el
cielo moras, bien sabes tú, cariño
que
estoy calvo de echar pelillos a la mar.