domingo, 1 de septiembre de 2024



Amo y anhelo la paz, pero no al precio de aceptar hipócritamente la mentira para halagar infamantemente al falaz. 
Concediéndole Dios al hombre el don de la palabra lo hizo Rey de la Creación, por lo que el humano que usa mentira desciende al nivel de mera BESTIA, aunque sea Alcalde de una Villa o, dueño de todas las "artes, tretas, artilugios y tácticas de pillos"