En una réplica que, por
principios, me vi obligado a establecer en este mismo medio a unas falaces
acusaciones que un señor Rueda me hizo el dia 17 del cte. mes y año en el contexto
del actual debate mediático sobre el controvertido tema del Museo de Cártama,
en ciernes, refiriéndome a la Corporación Municipal de hace años, y no a
la actual ni pasada, dije que el Ayuntamiento de Cártama me había robado
parte de mi vivienda cuando, en realidad, lo que sí hizo fue desposeerme
de de un trozo de ella sin previo ni posterior
aviso, privándome del derecho de oposición.
En definitiva, y vengo en
reconocerlo, que he empleado indebidamente el término robar, aunque sin la más mínima
intención de ofender o insultar a nadie al concretar que, en realidad de verdad, atenidos
a un presunto abuso de ley, fui desposeído de una
propiedad legítima.
Pudiera haber sucedido que al escribir el palabro mi mente estuviera distraída pensando en los condenados en firme por los
ERE de Andalucía. ¿Quién no tiene un lapsus al escribir una réplica ofuscado
por la impertinencia injusta del replicado?
Disculpe, pues, repito, quien se haya podido
sentir ofendido; en ningún momento es mi intención tal cosa. Gracias.