Dedico este trabajo de recopilación historiológica sobre un
pueblo singular del que me honro en ser hijo nativo, Cártama (España), a la familia Dupouy de Caracas (Venezuela) ---descendientes
de un eximio presidente de aquella república y benefactor de la misma---, que
tanto afecto me inspira. Ellos, han
mostrado infinidad de veces un gran y afectivo interés por nuestra historia que
conocen, como en otras partes de Latinoamérica, por mis escritos y mi libro, “Cártama
histórica. El juglar y la Virgen Peregrina”, que me solicitaron y tuve el
honor de remitirles junto a DVD (recopilación precisa y preciosa de Antonio
Fuentes y Carlos Pacheco) , en el que se relata, entre otros hitos del devenir de este pueblo con su profunda historia interactiva con la de Iberoamérica,
el de la imagen de nuestra Patrona, la Virgen de los
Remedios, cuando, exiliada itinerante por las naciones, ciudades y pueblos de
Iberoamérica en un momento fratricida de
nuestra historia patria en 1.936, visitó aquella hermana ciudad de allende el
océano, Caracas, y nuestra Patrona fue huésped asilada de su Patrona, la Virgen
de Coromoto, durante un tiempo en la
capilla de Ésta. Va por ustedes en nombre de Cártama, y en el mío propio cómo
no, queridos amigos.Ustedes, cuando
injustamente la envidia y el rencor inmotivado me han mordido, pese a la
distancia han estado sin ambages conmigo. Dios lo pague a ustedes si la gratitud y
afecto de este humilde escribidor no igualara en magnitud
I
Existe en la provincia de Málaga
y en un rincón de su hoya una población de unos 3.800 (Idelfonso Marzo, al que sigo, escribía esto en 1.839) habitantes, situada en el
declive de una ladera… y encerrada en los ángulos de la antiquísima Cartima. El extranjero ilustrado que saluda nuestro
puerto, pregunta inmediatamente por
este solitario municipio de nuestra grandeza romana y parte a investigar sus ruinas, esos restos colosales y esas
nobles inscripciones; no sin dolerse de nuestra incuria y del vergonzoso
abandono en que tenemos a éstos único
indicios de la historia de una ciudad tan famosa. No deja de meditar
delante de aquella cruz de piedra caída
al pie de un pedestal latino o el aspecto de esa pintoresca capilla de la Virgen de los Remedios, que colgada en las laderas…de un castillo mahometano es
el centro de esperanza y de profundos
consuelos del afanado agricultor que le
tributa sus creencias y que se goza en sus prodigios, …
Cuando se llega a contemplar la
magnificencia de los restos
esparcidos con profusión sobre el
terreno de Cartima (1), que parecen
como brotados por el mágico poder de los
sucesos a que exclusivamente se refieren; cuando se consultan las
tradiciones sobre la dilatada superficie de esta pulverizada Metrópoli,
cuya numerosa población se extendía aún al otro lado del río, el Gran
Cartamón (2), y lindaba con sus sepulcros hasta el solar de Casapalma
(3), desvanéncese las dudas
acerca de la inverosimilidad de que este
tropel de ciudadanos erigiesen
monumentos tan grandiosos a las virtudes patricias, corriendo a inscribir sus
glorias sobre los eternos mármoles… El silencio de los historiadores sobre
Cártama (pueblo oculto según la etimología púnica) se ubica entre dos líneas
paralelas de montañas (de ahí su nombre fenicio) y en el centro del edénico
valle del Guadalhorce famoso.
El silencio de los historiadores,
dice I. Marzo en su célebre revista cultural Guadalhorce, (y ello no es totalmente cierto y de de cuyo trabajo sobre Cártama aquí me hago
eco), sobre los sucesos de este pueblo
no pudieron retraer de su importancia primitiva, pero ¿quién habrá que ignore
que en las páginas de la historia no se estampan muchas veces esos anales pacíficos que revelan las inscripciones de
una ciudad opulenta y que sólo amó las artes?. CONTINUARÁ.