Caricatura que le hizo su amigo José Machado, hermano de Antonio y Manuel
Gracias querido amigo, Juan Bedoya: Aunque tengo el recorte original, empero te agradezco la oportunidad que me brinda tu aportación a este medio para comentar el elocuente significado de los sentimientos de Cártama en mejores tiempos humanistas, testimoniadas con grandeza de palabras sobre su hijo, genial artista y ser humano de excepción, José González Marín.
Con que estremecidas palabras de amorosa admiración de aquella Cártama de la que me siento casi coetáneo hacia un paisano que daba a su pueblo fama, pátina y esplendor empiezan a hablarle sus paisanos de entonces capaces de valorar la nobleza del ser humano: "Entrañable, fraternal y, mientras caliente nuestra sangre, inolvidable amigo del alma..... "Para terminar: "...acompañan (acompañamos) a tus padres en sus vicisitudes y alegrías...le levantan una altar en sus pechos (Cártama?) para consagrar tu nombre, al igual que el manto celestial de esta Virgencita de los Remedios te cubre y ampara dando tus recitales inspiración divina"
¡¡Qué paradoja amigo Juan: Aquel pueblo que otrora hacía justicia lírica y entrañada a su mejor hijo, hoy directa o por omisión de propios y extraños, se le nadea en incluso algunos le vituperan.
Del amor de González marín a la gente de su pueblo estimo pertinente aportar esta muestra: Recitaba en Vitoria. Dos cartameños que eran soldados allí, fueron a verlo. Sacaron entradas de "gallinero". Y, cuando fueron a entrar con uniforme de soldados pues allí, lógicamente, no tenían ropa de paisano, el portero les negó en redondo la entrada pues aquella función de etiqueta. Los soldados a unos pasos de la puerta, abordan a un señor y su señora: "Por favor ¿vienen ustedes al Teatro?. Miren que nos pasa ¿pueden ustedes entrar al camerino y decirle al Sr. González Marín que aquí hay dos soldados paisanos suyos y no le dejan entrar? "¡¡Hombre, menuda excusa para saludar a González Marín en persona.... descuiden, nos llegamos de seguido a ello!!
De inmediato, ya vestido para escena y hasta maquillado, Pepe González estaba abrazando a sus paisanos que servían allí a la Patria.. Se dirige al portero, que estaba pasmado de lo que veía:"Mire las entradas me las llevo yo, y, oigame bien: Si esto se repite y aquí vienen dos paisanos míos a verme, quita usted esa estera central y la dirige a mi camerino para que por ella entren mis paisanos. Los soldados vieron el recital desde un palco para ellos solos cabe el escenario. En un momento dado, le dedica con palabras previas un poema que empieza.
"Cártama tiene una una Ermita
en la que habita una Virgen chiquita.
Nuestra Señora , La Virgen de los Remedios..."