Cabeza de talla del que era titular de los "moraos", nada menos que del escultor Fernando Ortiz, y también lo tenemos hoy porque la salvó el Exmo. Sr. Don José González Marín y, de su bolsillo le hizo el altar en donde se expone en la Parroquial de Cártama entrando a la izqda..
Entrados los años treinta, al empezar la II República, las corrientes laicistas persiguieron en mayor o menor medida, toda manifestación religiosa en Cártama, y cuando el Frente Popular con un "pucherazo" electoral (como ahora) gana las elecciones, la quema de Iglesias y convento que venían con el advenimiento de la República, desata el odio más feroz y, la Iglesia Parroquial, la convierten en cuadra para bestiajos.
Eso ocurrió en todos los pueblos, pero después (con la "primera normalidad" (veremos la segunda), todos los pueblos recuperaron sus tradiciones de Semana Santa, MENOS CARTAMA, que sí recuperó la tradición mariana de la VIRGEN DE LOS REMEDIOS, porque un hombre bueno se la jugó y la salvó, costándole ello tres atentados en suelo americano ordenado desde España a los tentáculos de allende el océano.
El utimo, en Costa Rica. Véae para honra de Cártama como le despidieron los poetas de Costa Rica con relación al atentado. Y Cártama atenta sólo a los demagogos que la encanallan:
Y, Cártama afamada por doquier él fue recitando porque la llevó siempre en su corazón.