Esta
señora que ustedes ven, que físicamente es
un sarmiento, delgada como un hueso y el pelo cano como la flor del almendro;
la cara chorreada de penas y dolores,
que lleva su enjuto cuerpecillo
envuelto en un mantón hecho de jirones de tragedia como un personaje escapado
de alguna de las obras de Esquilo, de Sófocles o, Eurípide, esta señora, que
tiene 84 años es , Remedios Díaz Miranda, más conocida familiar y poéticamente,
como Remedios Lopez, cartameña de
nacencia y de crianza, y, además, juglar, o sea, poeta del
pueblo. Pero más que nada, y en virtud de lo dicho, en realidad ella misma es poesía
encarnada, con un argumento musical sin régimen de continuidad, anafórica,
pero cargada de autenticidad, es decir que ahonda en los motivos y llega al
sentimiento y emoción de las gentes, porque , como dice la Biblia, “ de la abundancia de su corazón habla su
lengua ”
Remedios Lopez, espiritualmente es una planta frondosa nacida en un
desierto de desgracias, que lucha
impertérrita contra la penuria de la
perra vida que el destino le ha marcado , de lo que paradójicamente emerge
su númen para cantar con brío y fuerza, ya lo verán ustedes, y pese a
sus 84 años, sus versos callejeros nutridos, si bien de tragedia, también de
esperanza, de alegría, y, de perdón,
pues no poco tiene que perdonar a sus congéneres. ¡ Cuanto sabe de perdón
Remedios Lopez .- ! Por esta razón su poesía es emocionalmente caótica, porque
caótico es el mundo que percibe. Su poesía está hecha de magma, de sentimientos
en ebullición.
Como dijo
alguien, “ el dolor es el padre de la poesía y su madre la misericordia. Del
infortunio y la piedad estrechamente abrazados en las almas nobles, nacieron
los más sabrosos frutos del ingenio humano...”.
.Con lo que
antecede no quiero comparar ( las comparaciones son siempre odiosas por
inexactas ) el ingenio de nuestra hoy homenajeada, con el de los monstruos de
las letras que cito. Solo he querido resaltar con ello, que el ser humano, incluida como ejemplar muestra
Remedios Lopez, es capaz de sacar
fuerzas de flaqueza en la adversidad, y
sobreponerse a las amarguras, y a veces extremas realidades de la vida , para
mantener vivo en su alma y en sus
hechos, la esperanza y el
ideal, que ella sitúa con arraigada fe en el más allá.
Como dijo Quintana delos poetas:
“ ....Remedios en su misión
sobre la
tierra que habita,
es una planta
maldita,
con frutos de
bendición..”
MUCHAS
GRACIAS