1º.- En el
diario, “LAS 2 ORILLAS.CO”, apareció ayer el siguiente y sobrecogedor titular: “Los
abuelos deberían sacrificarse y dejarse morir para salvar la economía”.
Según el citado medio esto lo dice el Vicegobernador de Texas, Dan Patrick,
en una entrevista a Fox News.
No nos espantemos los españoles; no nos lo dicen como
en Texas: En España lo están haciendo de diferentes formas, todas execrables:
Falta de medios sanitarios en los hospitales por imprevisión, falta de inspección
sanitaria en los asilos, y carencias imperdonables: no tenemos guantes, ni gel,
ni mascarillas; incluso les falta elementos sanitarios a muchos médicos, y, ¡qué dolor!, por tan
graves carencias por negligencia presuntamente punibles se contabilizan a hoy no pocos muertos.
2º.-
En España, tenemos como “caso” llamativo la paradigmática falta de vergüenza torera, de
escrúpulos morales y desaprensión
presuntamente criminal de nuestros gobernantes socialistas comunistas, quienes,
desde otra perspectiva cual negligencia presuntamente dolosa y, por ende, insisto,
sería punible, a los que amen de lo
dicho se les puede atribuir, según los hechos, un ínfimo grado de luces
mentales y una alta proporción de posible cinismo. Son los clásicos cucañeros sin
otro oficio que su hábito de gatear y, con
toda propiedad se puede tener como propia de arribistas cucañeros carente de un solo dedo de luces mentales.
3º.- Pero la dicotomía increíble reside en que no poca gente de la sociedad civil,
siguiendo la diabólica y abigeo retorica
de sus adalides, tratan de mentalizar a
la gente desde las redes de que “no es momento de criticar a los presuntos
criminales que han causado situaciones letales de seres humanos, que la crítica
vendrá después, y como es lo consabido, tales granujas si critican ya pero buscando
alguien a quien trasegarle sus culpas, cosa que hemos leído hacen ya enfocando
al PP y Cs, que como siempre los muy cobardicas callan para que no le llamen “facha”, por mal entendida “educassión”. Casualmente alguien recientemente me ha llamado a mí “facha”, y le contesté “¿Ahora
te enteras tú de que soy un facha? Yo creo y defendería con las armas la unidad
de mi patria, España; yo creo y rezo todos los días a Dios, yo creo que el
dinero ha de cumplir una función social; yo estoy en contra del genocidio del
aborto y mantengo que la Memoria Histórica es mentira en gran parte; yo creo en
la vida y que la muerte no acaba con ella; Yo jamás miento (al contrario que
los actuales políticos cuyas palabras sin excepción son trolas y engaños capitalizados,
yo fui concejal una vez y no cobraba nada y trabajé ilusionado por mi pueblo;
fui buen hijo, soy buen padre, buen esposo (más de setenta años unido a mi
esposa), quiero la paz y no la guerra civil que vosotros provocasteis en dos ocasiones
(Asturia por designios de Prieto y Largo
Caballero, que luego se llevaron el tesoro de España en el Vita a Méjico) y la
del 36 por el Frente popular…SÍIIII, yo soy un honrado “facha”, tú, hijo de
puta honoris causa (todas las madres incluidas las que paren a hijos de putas,
son santas y buenas madre como la mía y la de todos), eres un lameculo de
politiquillos de tres al cuarto. SIIIII, ¡cabrón!, yo soy facha ¿Ahora te
enteras? Anda, sigue laborando para que
a los asesinos por negligencia e ineptitud no se les critique…, y para que la gente se
entretengan y distraigan de la tragedia haciéndose fotitos y estampándolos en las redes”
Este apelativo de un “facha” confeso va sin
corregir, pero lo asumo tal cual. Y, para terminar este apelativo, otro sí digo: Claro que soy un "facha", tengo verguenza.