La odisea de la Virgen de los Remedios por todas las repúblicas de Iberoamérica y Nueva York durante año y medio, ciudad a ciudad, pueblo a pueblo en loor de devoción y poesía, constituye la cantiga mariana más hermosa de toda la historia de la humanidad; cantiga no fabulada como las del Mester de Clerecía (Berceo, Marqués de Santillana, Alfonso X el Sabio, Etc), sino en carne y hueso por un eximio y genial artista, hijo de nuestra comarca y, su ayudante escénico. Y Cártama denigra la memoria de tan egregio hijo. Así nos va.
Hoy los políticos, mediante una treta legal han hecho a esta Ermita propiedad del Ayuntamiento en perjuicio del pueblo que fue su dueño y vasallo cinco siglos consecutivos; dueña de su Ermita que los Reyes Católicos levantaron para Ella y, la regalaron a Cártama cuando la tomaron a los moros. Esta imagen era la que llevaron los Reyes en su tienda de campaña.
Las banderas que orlan los muros son las de todos y cada una de las repúblicas hermanas de hispano américa hasta 16, cuyos mandatarios le regalaron a la Virgen en calidad de hermanamiento con España, sin distinción de bando en liza entonces, devoción y exvoto para que dieran testimonio en los muros del santuario. En la década de los sesenta un cura, chiflado, las quemó.
Hoy la Ermita tiene dependencia que amenazan ruina. Es triste la situación actual.