Estamos ante dos posibles
derivas del problema España: O Monarquía, o una República Comunista a cuya
presidencia aspira el ambicioso Pedro Sanchez. Si la derecha no se une, la
suerte está echada (salvo que Europa
intervenga).
La responsabilidad histórica de la derecha española en estos
cruciales momentos es enorme. Estos son los términos de la cuestión a todas
luces.