Los reducidos e inmotivados detractores de José
González Marín que han pretendido, nada
menos, que borrar su recuerdo en Cártama,
su pueblo de nacencia y en donde está sepultado, olvidan que por mucho odio que despeguen en el empeño
los herederos de la falange reciclados en sociatas (“nunca segundas partes
fueron buenas”), mientras existan
cartameños que aman a su Patrona, Nuestra Sra. De los Remedios, se recordarán al hombre que la salvó de la quema que había decretado
un Comité Socialista al igual que quemaron todo el acervo cultural de
Cártama. Sépanlo estos parcos mentales. Es mucho el daño de imagen que estas corporaciones han hecho a la imágen de Cártama y a los sentimientos de personas decentes.