Rocío Cañadas 03.06.2013 | 00:5
Subida a la ermita de la Virgen. R. CAÑADA
Miles de personas acompañaron durante la jornada de ayer a Nuestra Señora
de los Remedios de Cártama en su subida a la ermita, tras más de un mes en la parroquia
de San Pedro apóstol; después de su bajada el 22 de abril, y la posterior
procesión, el 23. Un año más, la virgen se vio arropada por cartameños y
foráneos que quisieron celebrar el 75 aniversario de su regreso a la localidad
tras un largo viaje.
Y es que Nuestra
Señora de los Remedios, patrona de Cártama, es una virgen aventurera. Estuvo un
año y medio recorriendo Iberoamérica y llegado hasta Nueva York; y ayer,
domingo, celebró el aniversario de la primera subida a su ermita tras su viaje;
como siempre el primer domingo de junio.
El culpable de esta
aventura fue Pepe González Marín, actor y rapsoda, que raptó la imagen de la
Virgen de los Remedios ante el miedo de que fuera quemada durante la Guerra
Civil, como ya había sucedido con otras imágenes y templos durante la etapa de
la República. La imagen fue entregada a Cártama por los Reyes Católicos en
1485, y no fue hasta 1579 cuando acuñó el nombre de Remedios, al decirse que
ayudó a frenar la peste en la localidad; tal y como explicó el escritor cartameño
Francisco Baquero.
Por su valor histórico
pero, sobre todo, por el fervor que González Marín le tenía a su patrona, este
afamado juglar, decidió, el 23 de abril de 1936, llevársela en una caja de
zapatos, primero a su casa; y horas después, comenzar el periplo para sacarla
de España y llevarla consigo al continente americano. De hecho, el escultor
malagueño Francisco Palma preparó una copia, que finalmente fue quemada.
González Marín acompañado de su inseparable Antonio López Antoñico, llegaron a casa
de su amigo José María Pemán, a quien le confesaron que llevaban a la patrona
de su pueblo en una caja de zapatos y que se dirigían a América. Éste amigo
protector les ayudó a salir de España.
Ya en alta mar, el
capital del barco Cabo Santo Tomé, en el que viajaban, recibió orden de
detenerlo, pero éste atracó en una localidad de Brasil, fingiendo una avería,
para permitir al poeta escapar. En tierra firme, hizo su primera parada en
Uruguay donde regalaron a la Virgen de los Remedios su primera bandera, como
símbolo de hermandad entre los dos pueblos, según explicó Baquero, quien señaló
que tras ella llegaron numerosas banderas y condecoraciones; pero también
«actos terroristas» de los que González Marín salió «milagrosamente» ileso.
Pasó por Argentina, Chile, Perú, Venezuela, Puerto Rico, Colombia, Ecuador,
Bolivia, Panamá, Costa Rica, El Salvador, Honduras Nicaragua, Guatemala, y
Cuba, donde sufre un atentado. Allí, además, el 23 de abril de 1937 se celebra,
al igual que se hacía en su tierra, Cártama, la procesión de la Virgen de los
Remedios a la que acuden personalidades como Imperio Argentina.
Su última parada la
realizó en Nueva York en diciembre de 1937 donde González Marín sufrió un
atentado, a pesar de haberse refugiado en la Casa de España. Desde allí, se
montaron en un barco de nacionalidad inglesa con destino a Gibraltar, ya que el
poeta desconocía cuál era la situación del país. El 27 de diciembre de 1937
llegó a Gibraltar con la Virgen de los Remedios en un baúl. Supo que Cártama
formaba parte del bando nacional, por lo que sus miedos casi estaban disipados.
De nuevo, el gran
amigo de González Marín Francisco Palma se ofreció para restaurar la cara de la
Virgen que tras el periplo americano y el largo viaje se encontraba
descascarillada. Con la Virgen de los Remedios en perfectas condiciones, tal y
como cuenta el experto Francisco Baquero, González Marín se dirigió a Cártama,
y al pasar por la actual Avenida de la Aurora, de la capital, se encontró con
un cuartel donde había presos que iban a ser trasladados a un campo de
concentración. El juglar, con la imagen y Antoñico, consiguió liberar a unos 30
presos. Añade Fco. Baquero: en Pleno del Ayuntamiento de Cártama de 20 de
febrero de 2.014 quedó reconocido y reflejado en acta, pese a lo cual la moción
del PP instando la restitución del
nombre de José González Marín al Teatro que en su honor se hizo, y tal se llamó desde 1.942, y, los socialistas se lo
quitaron hace unos 10 años sin explicar aún por qué, dicha moción no prosperó, precisamente por
los socialistas (pese a los favores recibidos en Cártama y España de G. Marín),
IU y CEPIC de José Escalona. Aducían los socialistas, amplía Baquero, sin hacer encuesta, que el pueblo no quería a
G. Marín
Y tras más de año y medio fuera de su tierra, el 8 de febrero de 1938 Nuestra Señora de los Remedios vuelve a su tierra, Cártama. Los vecinos, aún enlutados por la Guerra Civil, dieron una apoteósica bienvenida a su patrona.
Y tras más de año y medio fuera de su tierra, el 8 de febrero de 1938 Nuestra Señora de los Remedios vuelve a su tierra, Cártama. Los vecinos, aún enlutados por la Guerra Civil, dieron una apoteósica bienvenida a su patrona.