Escuetamente
definida, España es hoy un páramo cultura, convertido en pastadero de un hato
de tales.
En
España, y por ende en muchos de sus pueblos incluida Cártama, se lleva a cabo
hoy una despiadada campaña para borrar nuestra grandiosa Historia, difamar a
nuestros personajes preclaros, eliminar nuestros valores patrios y cívicos, en
incluso personales, y, la novedosa
manera de implantar una dictadura
partitocrática adoctrinando a nuestros hijos. Y una gran parte de los padres
tan contentos porque así quedan descargados del sagrado trabajo y deber de ser padres. Es alucinante.
La
sociedad civil actual con su cobarde nihilismo y pereza volitiva, facilitamos a
la sobredimensionada plaga de políticos que padecemos, y pagamos al precio
que ellos se asignan con caradura sin igual, los desmanes antes referidos sin
que los intereses de una nación con
cuarenta y siete millones de habitantes les importe un huevo. Para eso se han
inventado una ley del embudo electoral que les confiere patentes de corso casi
indefinidamente. Y no se atreva nadie a criticarles cargado de razones: Esta apatía del pueblo no
hay razón que alcance a razonarla. Sencillamente es irracional o, más bien, es
una alienación patológica de lesa patria.
Un ejemplo cercano por decenas y decenas, lo que los ediles del
consistorio cartameño han hecho con la memoria del más egregio y bondadoso
cartameño de todos los tiempos, José González
Marín, al que han vituperado en la memoria y azotada con agravios
comparativos vejatorios que, en su
tozudez egotista están a punto de repetir con motivo del llamado Museo de
Cártama, que no es sino un vil remedio de Museo que ha costado un huevo y el otro
también.
Y que nadie pida cuentas que, de eso, “ellos se lo guisan y se lo
comen” remedando el refrán.
Meditando
esta mañana en tan anómala gobernanza, he hecho mío el bello poema de Fray Luís de León
que reza:
Aquel será dichoso
Y de buena ventura, que en su ayuda
Pone a Dios poderoso,
Que en solo Dios se escuda,
Y nunca su fiducia de Dios muda.
Pero a estos les espera la Historia de su pueblo, esa historia no escrita por indigentes políticos, la que Cervantes definió de esta sabia guisa:
"...madre de la verdad, émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, maestra de la vida, ANUNCIADORA DE LO PORVENIR"
Ahí nos verá nuestro pueblo un día, pero mientras tanto es susceptible que los socialistas de Cártama restituyan fama y honra del mejor hijo de Cártama de todos los tiempos que los socialistas han quebrado por el delito de llevarse a América y salvar la imágen de la patrona que ellos (los que salvaba de ir al campo de concentración) querían quemar, y traerla sana y salva junto con esos 36 socialistas de su pueblo que liberó de ir a un campo de concentración en plena guerra civil, jugándose su vida por ello. Y eso está reconocido por el incoherente Ayuntamiento cartamitano en acta de sesión de pleno del 20 de febrero de 2.014.
¿Los de la Asociación Cultural Jirafa ("cuando una linde... con esto del nombre Jirafa")? Estos están entretenidos en contar uno a uno bichitos del coronavirus.
¡¡¡Restituir, señores, es el camino honrado y de caballeros...!!!
¿Los de la Asociación Cultural Jirafa ("cuando una linde... con esto del nombre Jirafa")? Estos están entretenidos en contar uno a uno bichitos del coronavirus.
¡¡¡Restituir, señores, es el camino honrado y de caballeros...!!!