Comparto en estas dos entregas de las habituales que hago para de una vez por todas simplemente ponderando el pueblo de Cártama estos documentos fehaciente, ellas serían motivos suficientes:
1. Que el Sr Alcalde de Cártama por acción y el resto de la corporación por omisión dejen ya de una puta vez de calumniar y baldonar con oprobio la preclara memoria del cartameño más Ilustre que ha tenido Cártama en su historia y, aconsejado con su acólito haga un acto público de desagravio a este hombre más eximió que ha tenido Cártama en toda su historia.
2 Que de una puta vez se abstenga el Alcalde en su patológico prurito de ensalzar comparaciones necias y onerosas en el camino de la Virgen a la Ermita.
3. Yo, que lo conocí durante 18 años y lo acompañe como ayudante escénico por muchas candilejas de España digo que decir de el que mataba a personas con una espada es una canallada monstruosa y además una calumnia paradigmática.
4. El Alcalde lo ha explicado muchas veces no estaba autorizado moralmente a quitarle el nombre al teatro.
Seguiremos.