DEL SENTIMIENTO DE
ANDALUCÍA
Hoy tenemos una concepción y
un sentimiento de esta bendita tierra (la tierra de María, dijo el poeta)
que nos cobija. Yo, humilde escribidor, me voy
atrever a hacer con mi modesta
pluma una apología emocionada de la
tierra Madre de tantas cosas buenas. “La tierra fascinadora, la de las
emociones y sugestiones fascinadoras”
Todos los poetas, todos los artistas de todas las épocas y
generaciones, cantándola…, y ella inspirándoles; inspiración de la que son
motivaciones sus campos, sus horizontes, sus montañas nevadas, sus mares (puertas de embarque e inicio de
descubrimientos y conquistas de nuevos e inmensos continentes, por hijos
suyos aguerridos que fueron los primeros en terminar la vuelta
a la redondez de la tierra y sin dejar atrás todo un inmenso e ignoto continente), sus legendarios ríos cauces, algunos, de
civilizaciones que nos vinieron y enriquecieron la amalgama de nuestras
estirpes; orografía y geográfica sin par en una palabra. Tierra
madre de culturas ancestrales que subyacen silentes bajo nuestro solar. Tierra,
en donde proclaman sus mensajes misteriosos las pinturas de artistas famosos (Velázquez y Murillo paradigma de
tantos y tantos más), los poemas de los más singulares poetas (baste decir Juan
Ramón Jiménez, Lorca, los Machados y largo rol que sería
interminable enumerar).
Y la copla, y los
grandes bailaores y bailaoras, y el
cante jondo, y el colorido de una fiesta brava ancestral, y las Semanas de Pasión
siempre poniendo en el aire saetas que nos llegan al alma.
Tierra en donde se trabaja
sin tristura, en donde la copla y
la reja se entrelazan en las duras faenas de un terruño sólido que paga el sudor del duro trabajo
de sus labriegos al diez por uno de semilla pero, siempre
lastrado hasta casi la miseria, por la intervención desleal de la usura
desmedida.
No poca semilla de
andalucismo pregonero, cantaor y
faenero ofrece Cártama, mi pueblo, a
este humilde y torpe cuadro que dejo
escrito atrás.