Yo creía hasta hace poco, que no era prudente hablar de uno mismo y, siempre he sido coherente con este criterio creyendo que, al hacerlo me podrían atribuir vanagloria y vanidad.
En esas estaba cuando, casualmente, leí en un libro del escritor francés, Mauriac, con una recomendación del mísmísimo Dios, Jesucristo, de este tenor literal:
Va çç
""No se ha hecho la LUZ para meterla bajo un Celemin (Armuz)". Y, Jesucristo continua:""Ni se enciende una lámpara para ponerla debajo de la cama""
Hh
Estuve varios dias meditando estas metáforas evangélicas y, rumiando lo errado que estaba y estoy al no hablar de cuánto yo honrada y positivamente he hecho y hago en mi laborar y relaciones diarias""
También me ilustró de la realidad de verdad de la cuestión que comentamos, como los políticos (todos) se inventan constantemente realizaciónes personales que no existen en su vanidoso magin.
SEGUIRÁ.-