martes, 29 de octubre de 2024



Es un hecho cierto la anomalía de una investidura insostenible: El Gobierno es rehén de las exigencias de los separatistas Vascos y Catalanes y, se ve sometido a la voluntad de un prófugo de la justicia con deseos de venganza. Con unos presupuestos prorrogados y desfasados respecto a la situación económica y las necesidades de gastos, Sánchez se aferra a la Moncloa eludiendo el principal instrumento de gobierno; así que su pretensión no es gobernar en beneficio de los españoles.
Asediado por las investigaciones judiciales a su entorno familiar y los graves problemas provocados entorno al partido con el cual gobierna, al presidente sólo le queda mantenerse a flote huyendo de la realidad siempre.