El cristianismo es la religión enseñada
por Jesucristo, llamado por sus
contemporáneos Jesús de Nazaret,
pueblecito de Galilea donde pasó la mayor parte de su vida. Jesús recorrió
Palestina predicando nuevas doctrinas y, dando ejemplo de las más sublimes virtudes,
que le granjearon el amor y credibilidad de los humildes; pero, odiado por los
fariseos (políticos de la época), que pretendían monopolizar Iglesias y Ermitas, ´símbolos
religiosos, fue injustamente acusado y crucificado cuando contaba treinta y tres años de edad y gobernaba Roma Tiberio.
Si por revolución se entiende el cambio
brusco y total en las ideas y en todos los conceptos de la vida, el Cristianismo
ha sido la revolución más grande que conocen los siglos. Frente a la religión
pagana, que admitía la pluralidad de “dioses”
(los propios gobernantes con afán hoy de poder, mando, dinero ajeno, lujo,
corruptelas varias, etc), el cristianismo opuso el monoteísmo o doctrina de un solo Dios, creador Supremo y Padre de
todos los hombres. Frente a la
desigualdad social y a la esclavitud, admitida por todos los pueblos hasta
entonces, declara que todos los hombres son iguales ante Dios, cualquiera que sea
su raza o la clase social a que pertenezca.
Al concepto económico pagano, que consideraba el trabajo
sólo como obligación de los pobres, impone a todos los hombres el deber del
trabajo: “Ganarás el pan con el sudor de
tu frente”
En el orden político aporta, igualmente,
un concepto nuevo: la completa separación entre la política y la religión. Ante
la pregunta capciosa del fariseo (el político) que le preguntaba si era lícito dar tributo al César (Tiberio, césar romano, a través de Pilatos), Jesús le
muestra una moneda y le pregunta de quién es el busto que aparece en ella, y el
fariseo (político) responde: “Del César”. Entonces Jesús, pronunció aquella
frase paradigmática y célebre: “Pues al César lo que es del Cesar y a
Dios lo que es de Dios” Con estas palabras
separaba claramente la política de la religión, lo material de lo espiritual,
lo terrenal de lo celestial.
A la vez, el Cristianismo predicaba y
erigía en reglas de conducta la humildad, la caridad, la misericordia, la
paciencia, el amor al prójimo, el perdón de las injurias y la condenación de
violencia, física o conceptual, “tanto monta”. Ideas todas en abierta pugna con la organización social y
política de la actualidad, cual fue del
mundo pagano.
En una segunda aportación analizaremos
ejemplos prácticos que están a la vista sin, ni siquiera, salir de nuestro
propio pueblo: Una patrona a la vez “alcaldesa perpetua” y, su Ermita, propiedad
presuntamente espuria, del
Ayuntamiento político, etc.etctrilla. Al próximo; pararemos
atención en el bastón de alcaldesa que le han puesto a nuestra Patrona con el
que cruzado en banderola de guarda jurado, la pasean cada 23 de abril. Por
desgracia este año, al parecer, no.