Ellos con su sacrificado, noble condición y honrado trabajo, hicieron grande a la Patria de sus amores, a la tierra que pisaron nuestros padres y los acogió en su seno tras la muerte y, ahora, un puñado de chiquilindonguis indigentes éticos, quieren destruir la tierra en donde nos nacieron y criaron nuestro mayores dejándonos prosperidad y bienestar sibarita con sus sudores. Y nosotros, no tenemos arrestos para defender, ni su memoria ni nuestra estima. Estamos acomplejados ante una minoritaria, crecida y arrogante ricia política.