Me asombra que siempre nos quejamos de que los
políticos nos engañan
aviesa y compulsivamente y, sin embargo, ellos con sus embuste no son nuestro problema. Nuestro problema somos nosotros mismos que los creemos.
aviesa y compulsivamente y, sin embargo, ellos con sus embuste no son nuestro problema. Nuestro problema somos nosotros mismos que los creemos.
Y, también es cierto que todos ellos prometen y nadie cumple; pues todo se arreglaría votando a NADIE. (Hay fórmulas para hacerlo)
Hemos visto
que con el dinero de los majaras que somos
la sociedad civil, los
espabilados políticos hacen magníficos aeropuertos que valen fortunas en donde
nunca llegan aviones, pero, ellos, se
embolsan comisiones millonarias; igual
hacen puentes incluso en donde no hay ríos. Por eso cuando acabemos con
el coronamuerte
a base de fumigaciones, deberíamos empezar una desinfección por doquier contra
la endémica virosis bípeda que consuetudinariammente sufre España y, que son los políticos.
En definitiva, nos venden perdices y
nos cuelan mochuelos y, nosotros los aplaudimos y, además, les pagamos en buti.