¡OH ENFERMERAS, ENFERMEROS Y MÉDICOS, ÉMULOS DE HIPÓCRATE…!
Ángeles de blanco azul y verde
Si alguien tiene grandes motivos para estar agradecido a
enfermeras, enfermeros, médicos y sanitarios
en general, yo soy uno de ellos porque, no una sola vez me he visto en la necesidad de acudir a hospitales con
dolencias graves (dos veces operado de aneurisma aórtico, tumor de piel,
úlceras gástricas sangrantes, etc.) y, médicos y enfermeros (as) del dispensario de
Cártama y de Urgencias, seres
exquisitos a los que debo que todavía, a
mis 89 años, ande vivo y escribiendo
artículos y libros por estos pagos terrenales.
Pese a lo antes dicho, no quiero ser ceremonioso en
este día internacional de ellos y, eso
sí, les doy de todo corazón las gracias
y les deseo trabajo y vida muy felices, y dilatadas en bien de la humanidad. Están demostrando, como siempre, su categoría humana y una capacidad de entrega y abnegación, que nos emociona.