Se necesita
tener una muy acusada distonía de
caletre para atreverse a llamar a una persona, en este caso a quien
suscribe, en términos de este tenor: “Hola, ¿Paco Baquero”.—Sí, ¿quien es?.- “Soy…y te llamo para una cosa: Hombre tú que vas de escritor, por qué no
escribes algo sobre la porquería con que
casi todos los días al alcalde le ha
dado por ensuciar las fachadas de nuestras casas…..”.-
Contestación mía: “Pues no escribo sobre lo que tú dices porque no me sale de los huevos, ya que pienso que el alcalde hace lo que debe
hacer un alcalde responsable: desinfectar el pueblo de virus en la medida que
le alcanzan sus medios, y compadre, cuando yo tenga que criticar a alguien, se
hacerlo solito sin que me dicte ningún imbécil como tú”…(y, trac, corté el
teléfono).-
Aprovecho la ocasión para, como cartameño perjudicado
por el maldito coronamuerte de los cojones, animar al alcalde a que siga desinfectando las calles del
pueblo, incluidas las fachadas en las
que, como piezas planas, también son
susceptibles de que se les adhiera el virus. Bien por usted, estimado alcalde.
Está cumpliendo con su deber de velar por nuestra seguridad. Gracias.