LOS
MESES DEL AÑO Y EL CAMPO
ENERO
Cada día en Cártama el sol apunta por la Sierra de Almotaje,
Y
no alcanza a calentar el relente mañanero del mes de enero.
El
labriego, se acurruca cabe el generoso
calor del humero
Alimentado
con recios troncos a cuya bondad alude el refran,
Bien
conocido del labriego: “Ni
puta vieja, ni fuego con virutas”.
Saca
el abuelo petaca, librito y mechero de torcía,
Y, con parsimonia de gato, lía su primer cigarro
que sentado en su baja silla de aneas, en paz se fuma
Mientras piensa circunspecto en las tareas que trae el día.
Aparece
la abuela con el desayuno; cafetera de café con leche
y unos platos con arrope de higos y trocitos de ajos picados,
“¡¡Venga a “sayunar”, y
después, unos a la escuela
y el abuelo a echar la obrada con su yunta en la besana.”.
Enero
es aún mes de siembra tardía si no ha
llovido en la otoñada
Para los secanos: Alcaceles, cebada arvejas
(verzas)
Altramuces
(“chochitos” les llaman en Utrera) yeros
y
Garbanzos
negros para cebar el guarro de la matanza de Navideña …
Y,
pese al relente frio de la mañana que
atería los campos,
Embozado
en su pelliza el abuelo aparejaba su
burrilla,
Metía
en el cujón del cerón sus herramientas
Y
su taleguilla con frugales viandas para almuerzo, y merienda. Y,
Echaba
camino abajo subido en la parda pollina
Hacia la realenga de la antigua “mesta” de
trashumancia
En derechura del haza tras vadear
el río. Pero iba contrariado: no
era favorable el adagio campero que reza,
“Siembra
con llovizna y escarda con frio”
A
su paso por los Cardiales, tras cruzar el río,
Se
espanta la perdiz, que en celo adelantado,
Entre
las breñas y sembrados, corteja
Piñoneando
a su perdigón:
¡¡Cuchichí,
cuchichí, cuchichí…!!
El
campesino, cristiano viejo, pide para que llueva a la Virgen de Los
Remedios y a San Isidro Labrador
¡¡¡Era
aquella la hora en la que imperaba la paz de Dios…!!!
Y
en enero también las almazaras de aceitunas
Están
a pleno rendimiento
Con
dos turnos (día y noche), manijerado por el
Maestro
de almazara, el bueno de Miguelón, de
día y,
en
el de noche, Antonio el Pichi.
Al cambio de turnos ende tempranera hora,
Se sacaban ya tostadas las rebanadas de pan
moreno del fogón del termo y
y se echaban para que flotaran y se emparan
de aceite virgen
en las enormes tinajas de barro vidriado de la
bodega.
Y
luego, tras el prensado de cada “faena” de masa de aceitunas molidas , el
aceite obtenido queda arriba en los pozuelos
Y
el capataz los iba sacando con una cazoleta de hojalata ad hoc
Que
los molineros en acarreaban y cubos e iban echando en las
Enormes
tinajas de barro de 600 litros de la bodega.
El “alpechín” con su olor característico
Corrían
por las cunetas del pueblo y, desembocaban en las acequias
Cuyas
aguas ennegrecían.
FEBRERO
Según
el refrán campero,
Ya
en febrerillo el loco, a veces,
Busca
la sombra en perro,
Y, en el mes que sigue, marzo, el perro y el
amo.
Es
casi primavera…y el gañan canta a la yunta que ara, quedito quedo:
“Arando en un erial
se
me perdió la besana,
Y donde la vine a encontrar
Echando un rengue rumiando
Detrás
de una retama….”
Estamos
aun en febrero
Cuando
la sangre empieza a removerse
Hasta en la emplumada especie que estalla en celo, y
lo expresan
cantando sus mejores y más aparatosos
gorjeos.
Ya, a la puerta del tempero, llama la
primavera.
MARZO
Dia
21. ¡Y, llegó la primavera!:
Se
fueron las avefrías, los estorninos las engañadizas
y los zorzales,
Y
llegan las tórtolas, los abejorrucos,
Los
”Aviones” veloces, los vencejos y golondrinas.
---A
estas las ama el pueblo sencillo alegando que,
Según
secular tradición, con sus místicos picos
iban
quitando
las espinas de su corona al Señor,
Cuando
lo llevaban hacia el Calvario con la Cruz a cuesta
A
purgar nuestros infraternos y bestiales pecados.
Las
golondrinas construyen y ponen sus nidos
En
los aleros de las calles del pueblo labriego
Y
en las vigas de los tinados al que convierten
En
un cachito de cielo.
¡¡Qué
tibieza la de los tinados con los nidos colgados
Del
techo asomando las cabecillas los
pataletes,
Que
esperan el gusanillo que cada hora les trae la madre
Trincados
por los campos abiertos y, como abren
sus picos cuando llega!!.
Las vacas con sus
rumios hacen tintinear sus esquilas y esquilones
en un concierto de arpegios somnolientos.
ABRIL
¡Primavera!
El mirlo en celo, plumas negras
Pico
gualda mota lírica del campo,
Sobre el tocón de un seco árbol
Alargando
el cuello, ¡para que le oiga la mirla!,
Gorjea
imitando el canto de todos los pájaros
De
la emplumada especie: el trino de la alondra
(Punto
inmóvil levitando fijo en el celeste
espacio) y a
Los
jilgueros que picoteaban sobre los altos
cardos borriqueros
Buscando
en sus flores la semilla negra que son su alimento.
En
eso, irrumpe en el campo que oteaba la
alondra,
Perseguida
por un galgo con letales intenciones, una liebre que volaba más
que
corría con las abierta fauces del galgo
pegadas al jopo. La alondra le
instó
con bello canto: “¡¡Frena tu carrera, veloz liebre, y escucha de mi
pico
los arpegios preciosos en loor del Hacedor de todo lo Creado. Y la
liebre:
“Pa cantiñas voy yo, hermana alondra..,
más valdría que te tiraras
En picado sobre el galgo distrayéndolo con
aleteos y picándole en el lomo
Para que yo pueda escapar y, entonces, y solo
entonces, podría yo reparar
Y
fruir en la grandeza de Dios.
Cuentecillos
de este tenor de literatura docente,
eran los que nuestros
Los abuelos contaban otrora a sus nietos niños.
¡¡¡Oh
Cartama y sus campos en abril de cada año!!!
Antonio
Machado lo cantaba de cien maneras: “En abril
Las
aguas mil y entre nublado y nublado
Hay
un trozo de cielo añil.
Ya
las espigas de los trigales están empanzando con sus frutos dentro, y las cebadas segadas para
su trilla.