miércoles, 30 de noviembre de 2022
(CONTEXTO DE ARTE Y DE UNA
BELLA CANTIGA MARIANA
GONZALEZ MARÍN PRESENTANDO EN ESCENA POR AMERICA A
(Dibujo
simbólico de Rafael Inglada)
Con el
título de “Presentación del recitador Pepe
González Marín ante los pueblos de
América”, José María Pemán
construyó un largo poema del que hemos creído oportuno incluir aquí
algunas de sus estrofas más significativas, ya que hacerlo con toda la pieza
literaria resultaría excesivamente largo:
“Público: éste
que ves
un tanto cantaor
y un tanto
poeta, que va
uniendo su verso con su canto
como dos rosas a
la vez,
¿tú no sabes
quien es?.
¡Pues es
un andaluz que lleva, como un santo,
por nimbo su
sombrero cordobés!
Un andaluz de CÁRTAMA y de MÁLAGA:
nombres dulces y
esdrújulos con aires de canciones,
que llevan,
resumiendo las frescas emociones
de
tres as colgantes como tres limones
verdes de
juventud y primavera.
(¡CÁRTAMA!...MÁLAGA!
¡Palabras de
alegría
al ritmo de su
esdrújulo bonito!
Colegialas que
van a pie cojito
por los
renglones de la geografía…)
Y un andaluz que
ha nacido
en ese rincón
florido
---ya
comprenderán ustedes---
con el cielo
azul por techo
y la espuma del
Estrecho
por alfombra, y
por paredes
las cuatro rosas
del aire,
ya comprenderán ustedes
que un tal
andaluz es hombre
que no hay cosa
que le asombre
ni asombro que
no desaire,
ni luz de
ilusiones rosas
que no ruede en
las tranquilas
negruras de sus
pupilas
hartas ver
tantas cosas.
(¿Qué cosa va a
encontrar nueva
un malagueño que
lleva,
por su costa de
esmeralda,
bordada de
tiempo y gloria,
cuarenta siglos
de Historia,
como una
alfombra, a la espalda?)
Por eso no
busquen ustedes en mí
la canción
extraña
que embruja y
engaña
tanto nuevo rico
como hay por ahí…
¿Si cuando la
nueva canción que se empeña
en decir los
mismo, de distinto modo,
iba, cuesta
arriba, subiendo a la peña
del nuevo
Parnaso, cruzó en un recodo
con la malagueña
que ya iba de vuelta,
sabiéndolo todo!
Si cuando
empezaba aquél
a buscar un nuevo traje
que verdeciera
el lenguaje
como verdece el
laurel:
mi dulce MÁLAGA
fiel,
ya tu cantabas
en él
aquello que tu
cantabas:
¡Rayito de sol
miel,
que das donde
ayer no dabas…!
¿Quién va a
enseñarme a cantar
y hacerme ver
más que veo?
¡Si soy de una
tierra que es toda Ateneo:
fábrica,
cortijo, cielo, tierra y mar!
Que me escuche
el que quiera escuchar.
Aquí no hay
engaño:
este es el que
canta y éste su cantar.
Bueno o regular,
sabido o
extraño,
extraño o
sabido,
yo soy yo, nada
más ---¿entendido?
Yo soy yo, del
principio hasta el fin…
¡Yo no estoy
traducido!
¡Yo soy Pepe González Marín!
---
“Cómo no: el Santuario de
---
“¡Y también
---“¡¡¡
---“...
Yo me la traje sobre las olas para salvarla, y aquí la tengo para que “remedie”
a mi pueblo de Cártama sus heridas y
continúe su tradición de amor a Ella”
(Juan Hernández Petit)
--- 1.937---
REFLEXIONES
LITERARIAS
Viendo el “pelaje” de la mujer política de hoy
en día, nos embarga el temor de que
Gustavo Adolfo Becquer se equivocara en
su célebre estrofa lírica, “…mientras la
mujer exista, habrá poesía…”
El sevillano vate parece que con su exaltación romántica de la vida
erró en no pocos de sus vaticinios como, en otros, acertó “… de
la triste alcoba, en silencio, todos se salieron,…Dios mío qué solos se quedan
los muertos…!
Pero yo, me quedo con el extremeño Gabriel y Galán: “…y
busqué una mujer como mi madre entre las hijas de mi noble pueblo…/Un milagro
de Dios que ver me hizo otra mujer como la santa aquella…!/ Componían mis únicos amores, la amante compañera, la
patria idolatrada…y, mi casa del lugar sencillo y entrañable…”.
Por favor, que no se entere la ministra del
ministerio bajoventrero de que un humilde escribidor de un pueblo de la baja Andalucía se atreve a escribir de este
tenor porque, entonces, me armaría una zapatiesta gritando a los cuatro
vientos: ¡¡FACHA, FACHA…!!.
Y añade Gabriel y Galán: “Qué feliz fue siempre
mi casa y con qué solidez está unida la
tradición y la honradez en ella…”
En esa mi casa tengo un loro parlanchín que, si
alguien pronuncia dentro “Gallardo” o “Tomiza”, el papagallo los
asocia con alcalde o su edil teniente y arma una escandalera alegando en su torpe
argot: “Lagarto, lagarto, lagarto… y,
ssssguenzas, sssguenzas” y, a ver quien entiende al loro..-
domingo, 27 de noviembre de 2022
sábado, 26 de noviembre de 2022
¡¡LA
ESPAÑA ARRUINADA!!
Indemocracia.
Abrahán Lincoln definió la democracia
como “el gobierno del pueblo por y, para el pueblo” O sea, el gobierno
del Derecho Natural, de mínimas leyes positivas
y sí, usos y costumbres populares consuetudinarios; las gentes relacionándose al amor del corazón y mandatos de la cabeza,
más que por derecho positivo “embudible”
legislado por los políticos mamasopas que han hecho de sus leyes espurios látigos para
arrear su consabida “manada”.-
Han
sometido a leyes absurdas hasta los actos y hábitos eternos de convivencia más
nimios y entrañables. 22 ministerios nacionales y 17 gobiernos autonómicos con
sus presidentes respectivos y, 17 hatos
de consejeros gastando, cuando no
robando cual los ERE, un amazonas de dineros
que succionan al pueblo, al que han llegado a arruinar estos vividores de las “autonosuyas”.
En abono de sus bolsillos y faldriqueras (también hay ministrillas tales Irene
Montero que hace bueno a Putin y, otras
del mismo corte) han creado una auténtica almaciga de absurdas leyes de imposible cumplimiento lo que convierte de
hecho a todos los españoles en potenciales reos. Lo que digo se lo ha dicho en plan de
advertencia plurales veces Europa a Pedro Sanchez, pero éste arropado por sus
socios canallas antipatrias (“dime con quién te juntas…”) se hace el longui
como un chulete de playa. Nos hemos
buscado esta desgracia patria.
En
sintonía con cuanto antes queda dicho
(me gusta escribir de forma irrevocable)
nuestro gobierno estos tahúres y “tahuras” imponen (¡¡por ley!!) hasta
16 tipos de familia, en un ataque feroz a la unidad familiar tradicional. La
familia es el Estado para ellos. ¡Comunismo puro y duro!: hasta quieren
eliminar el delito de sedición para que la declaración unilateral de
independencia de los vascos y catalanes no sea delito. Por cierto, el “sí” de
los nacionalistas a los presupuestos de Pedro Sanchez nos cuesta a los españoles 1.400 millones de
euros.
El
cachondeo de los ladrones socialistas de los ERE.-
Los condenados por los ERE culpan al PP
y a la prensa de tener que entrar en la cárcel como autores del robo estatal a
trabajadores más grande de la historia (ni más ni menos que 700 millones de
euros reconocidos gastados en parte en putas, drogas y mariscadas) ¡En la cárcel es en donde tenían que llevar
mucho tiempo estos ladrones de nuestro dinero, como de seguro llevarían si en
vez del PSOE los ladrones fueran del PP. El PSOE andaluz encima de ladrones
cínicos caraduras.
El
pamplas de FEIJOO.
Cuando veo a Feijoo
con el brazo extendido ofreciéndole la mano a Pedro Sánchez si hace esto
o lo otro, me dan escalofríos y recuerdo la II República cuando, Gil Robles
hacía lo mismo con el de Priego (Alcalá Zamora) presidente del gobierno
republicano. Habiendo ganado las elecciones a Gil Robles no le dejó, si mal no
recuerdo, de gobernar.
La
prensa de hoy nos da noticias del siguiente tenor resumido: “La mayoría de los
socialistas rechazan eliminar la sedición” que Sanchez, por mandato de sus “socios”,
quiere eliminar: El 56% de los votantes del PSOE y el 44% de los de Podemos están
en contra de la medida.
“La
cifra de oposición a la rebaja del delito de malversación supera el 70%”
Ayer
hubo una manifestación en Madrid pidiendo la dimisión de Irene Montero, cosa
imposible porque quien la puso en el cargo fue el “moña”, sin el que Sánchez no
podría gobernar.
Una
columnista de uno de los periódicos nacionales: “Pactar con Bildu la salida de
la Guardia Civil de Navarra es una indignidad. Es hacer política de miserables”
No
quiero cansar a mis amigos lectores. Seguiré con el análisis; quizás mañana.
viernes, 25 de noviembre de 2022
ANCESTRAL SEMILLERO DE ARTISTAS
(ÉGLOGA)
(Para
quienes saben acariciar la piel de la
vida al son de un cante jondo)
Las
primigenias crónicas ya nos sugerían una Cártama vivero de artistas, que siguió
siéndolo a lo largo de los siglos en
todos los ámbitos de la excelencia
humana hasta nuestras datas. Así, lo he dejado documentalmente demostrado en mi
libro, “Cártama histórica. El juglar y
En
tal sentido, refiriéndonos al cante
jondo --una despensa de saberes, de dolores y pasiones --, ya a finales del siglo XIX y durante la tercera década del XX (de seguro
que antes existieron otros artistas que
mi memoria no alcanza a concretar), de Cártama fue, Cipriano Díaz “Pitana”, de profesión cosario caminero
con carro de reata y bolsa, hoy ya incurso en los anales del flamenco que, en el
ejercicio de su profesión, hacía a diario con su carro mulero el recorrido de Cártama
a Málaga desde la media noche a la alborada.
Tanto cuando caminaba en la lobreguez de las noches invernales, como
cuando la radiante luna redonda le encendía la trocha y, al contorno lo orquestaba una sinfonía de croares de ranas en las almatriches, un rin
rin de grillos bajo la fresca grama, el buf buf del búho en los majanos, el
solitario y melancólico quejo de la oropéndola contrapunteados
por un ladrar de perros a lo largo de la cinta del río --¡oh
noches lorquianas en estos pagos de la
ribera guadalhorceña!--, Pitana, a la
luz del farol boyeril de aceite y torcía
acoplado al carro, espantaba la soledad del trayecto y la modorra
de los fuertes, pacientes y circunspectos mulos
del tiro, desgranando en el aire embalsamado de
hortelanos vahos, su repertorio enjundioso y profundo de seguidilla, martinete, malagueña,
temporeras raiceras, caracolas, tangos, cañas y..., caleseras, que él
adaptaba a su trajín con
exquisita voz y singular estilo terruñero: “Arre mulilla torda/ cascabelera/ a la hija del alcalde/ quien la cogiera; o, este otro cantar
fragoroso, castizo y de complicidad con la
reata de su carruaje: “A esta mula
castaña,/
Las mulas, identificadas
con su mensaje animoso, se engallaban arreciando
el paso mientras, el potro cunero de la
cabeza, lanzaba un relincho componiendo el paso, al tiempo que zarandeaba las
esquilas para que sonaran a guapeza de
macho en las neblinas de la noche. Y así, hasta llegar a
Cuando logró superar su timidez ante el público, sí cantó Pitana en el
de Chinita y otros cafés cantantes de
Málaga, en liza con los mejores cantaores de la época: Juan Breva,
Chacón, Niña de los Peines, etc; fue
creador de una preciosa malagueña, que, precisamente, se conoce como, “Malagueña
de Pitana”, al parecer inspirado en otra de la cantaora malacitana “
Con acierto cierto, y gusto plausible, mi pariente, Antonio Luque, hace poco ha abierto una peña en la emblemática barriada de doñana en Cártama, bajo el apelativo de, “Peña Flamenca Pitana”, verdadero oasis de arte en el desierto cultural de estos tiempos.
Coetánea
de Pitana, fue la humilde mujer de jornalero, Mariquita la del Terralo (Chirra
de Cártama), que cantaba las saetas de forma profundamente mística y singular,
única por su peculiar pureza --“cuando
canta
Y luego, fueron El Zocato, Carbonero, sin
contar grandes cantaores anónimos, generalmente especialistas en temporeras que se expresaban en los tajos, la trilla, la
arada..., tales, entre otros, Francisco Moreno Botello (Frasquito de
Y, de la misma estirpe social que Frasquito, fue su tío, Pedro Botello, quien estando de
guarda en
No quiero
dejarme atrás al gañan morero, Antonio Aranda (Niño de
En definitiva, dentro del amplio campo
expresivo del flamenco en todas sus
manifestaciones, en el cante jondo aparecen las plurales cambiantes del sentir
popular significadas en los distintos enunciados formales, palos, que le imprimen elocuencia
suma a este arte. También, el
lenguaje popular es subsidiario de muchos términos del flamenco y cante jondo
que constituyen hoy la arqueología semántica
de una cultura campesina ya desaparecida. Tan sólo en las letras del
flamenco llegan hoy a nosotros
designaciones como: agostadero,
arreador, alverjón, balsones, manijero, garbera, gurriato, dornajo, faenero, chiquichanga, rejadilla, manque, raspa, viergo, santateresa, la bamba (copla del columpio) y, tantas otras que sería
imposible incluir en un trabajo de estas dimensiones; menos aún, citar las composiciones que las
contiene, aunque vamos a incluir la siguiente como un ejemplo por miles:
se
lo quisiera desí,
y me
ocupa la bergüensa.
Dígaselo usté por mi
A qué varón que tenga mi edad no se le ríen las pajarillas al evocar cuando del dintel de cualquier puerta alta, o en la rama de algún árbol amarrábamos los cordeles haciendo columpio y, mientras las niñas cantaban la bamba, los zagalones cogíamos por las caderitas a la moza sentada en un saco entre las cuerdas y la remontábamos cuanto podíamos para, el regreso, recibirla nuevamente abrazados a su cintura subiendo asido a ella unos dos metros hasta volver al suelo nuevamente, y volverla a lanzar al aire con toda la potencia de nuestros brazos en celo, para a la bajada repetir nuevamente el abrazo con ella. “Juventud divino tesoro ya te fuiste para no volver...”
Cuanto
queda escrito es una previa puesta en ambiente de la escueta reseña
del 8º Festival Flamenco, José Hurtado “Ramolichi” que, como otros
años, tuvo lugar en Cártama la noche del pasado sábado 24 de septiembre con el
aforo completo. Pepe Ramolichi, como su
padre y hermanos, fue mi amigo y, así lo
recuerdo. Como tal, siendo yo presidente de
En dicho Festival Flamenco de “Ramoliche”, participó un plantel de cantaores, guitarristas y bailaoras, dos de ellos hijos de Cártama, cuya juventud no fue óbice para dejar claro se trata de consumados y consagrados artistas que dejaron muy alto el pendón de sus respectivos terruños: En primer lugar, y de forma sorpresiva al no estar anunciada, desgranó cantes hondos con exquisito gusto y personal estilo. la joven de 15 años, María del Carmen Aranda, nieta del titular del festival, José Hurtado “Ramoliche”, acompañada por la guitarra de Paco de Ronda, al parecer su director artístico, a los que el público les dedicó entusiastas y redondas ovaciones.
Destacadas actuaciones tuvieron Vanesa Fernández y Paco Carmona acompañados por las guitarras de Pepe Satorre y Francisco Vinuesa, y también tuvo una actuación impactante la bailaora Reme Fernandez.
Y,
también al cante, el joven cartameño de
20 años, Antonio Luque “Canito”, un maestro consumado pese a su edad, avezado ya en lides flamencas por escenarios y
salas de toda España, como también, en algunos del extranjero. No puedo
sustraerme a cierto apasionamiento al reseñar la actuación de Antonio Luque
“Canito”, amén de por los méritos de su arte, porque he seguido su carrera
hacia la cumbre del arte, paso a paso, desde
niño y, en lo sentimental, lleva el nombre y el apelativo de mi abuelo, y tío abuelo suyo, Antonio “Canito”, cuya remembranza me saca pellizcos
de nostalgia de el Cortijo El Convento,
Junto al Alamillo en los aledaños del Alhaurín de
jueves, 24 de noviembre de 2022
SOLEDAD
“Soledad
de soledades
Y
todo soledad”,
Nos
dejó escrito en
sus estrofas de oro
Fray
Luis de León.
Pero
no nos dejó dicho
Donde reside la soledad:
¿En
el aislamiento eremita
A
sola con Dios y tú pensar,
O,
en medio del mundanal?,
Ese
es el enigma real.
Yo
me refugio en mis padres
Que
son en el cielo, Dios,
Y
la Virgen de los Remedios
Que es okupa en su Ermita.
Y en la tierra, mi abnegada esposa,
Mi hijo bueno y, mis nietos,
Y,
¡¡qué acompañado me siento!!
miércoles, 23 de noviembre de 2022
EL HOMBRE ABATIDO
Aquel niño, jugaba en los alrededores de la cortijada. De
improviso, reparó en el extraño hombre que estaba sentado en el balate
del largo camino de herraduras que, de este a oeste, atraviesa las tierras de
regadío de
Su figura abatida reavivó en el niño cortijero, que entonces no pasaba de los cinco años de
edad, los presentimientos que, desde unos meses antes, tenía pegados a su
espíritu cual una de esas garrapatas adherida a la piel del enorme y leal perro
con el que todas las tardes salía a jugar en compañía de su hermanilla, de como unos dos años y medio, por
el idílico paraje que circundaba el cortijo en el que, en una de sus rústicas
dependencias, la familia tenían su
hogar.
Su mente infantil no
pudo evitar incardinar de inmediato a aquel lastimado ser humano en el tenso miedo que, de un
tiempo acá, percibía en las palabras y adustos semblantes de sus padres y en el de los gañanes, boyeros y
peones de la hacienda. Intuía, y temía, que algo grave alteraba la inmensa paz
y virgiliano devenir de aquella, para él, entrañable comunidad cortijera. Invadía
su alma infantil una cierta melancolía por algo bello de su corta vida que
presentía se estaba acabando sin que pudiera precisar, ni siquiera intuir,
sus auténticas causas. Se respiraba en el ambiente la tragedia. La
transmitía las conversaciones de los mayores. Se oían de vez en cuando tiros y
rumores populares extraños.
Lo que más le desasosegaba,
era que ya no venía a enseñarle el alfabeto, los números y a ponerle planas de palotes, el amado maestro rural,
“Bizco de Antequerilla”, como antes diariamente lo hacía. “¿Ya no me quiere el maestro bueno que amén de
enseñarme cosas preciosas, nos traía, a mi hermanilla y a mí, caramelos,
peladillas con almendra dulce dentro y algún que otro juguete de vez en cuando?”.
Al niño le empezaba a invadir una
profunda tristeza de ausencia; algo malo pasaba. Se empezaba a confirmar,
para él, aquella tarde con la aparición
del hombre de pobres trazas que, en su visible derrota física, había terminado
casi recostado en el talud que, con el de la otra margen, encajonaban el
camino.
Aquel hombre vestía
prendas sobreusadas y ajadas, lo que añadía a su abatida compostura una
apariencia infinitamente penosa. Posiblemente, por alguna razón, se había
puesto en camino desde el tajo con las ropas de trabajo sin tener tiempo de
cambiarse. El niño no había aprendido
aún a tener miedo y no lo sintió en esos momentos. Estaba seguro que
aquel hombre no era uno de los “tíos mantequitas”, con
cuyo cruel menester, se asustaba entonces a los niños para que fueran
obedientes y, en sus juegos, no se alejaran mucho de sus casas. Sus
padres jamás asustaron el niño.
Tenía el indigente
prójimo encastrada la barbilla en su pecho, y se cubría la cabeza con un sudado
sombrero de fieltro cuyas anchas
alas ocultaban su rostro,
quizás adrede por miedo a que le conociera algún caminante de aquella realenga,
en cuyo lindazo, él estaba zozobrado. En sus manos, entre las rodillas, a
duras penas sostenía un jarrillo de hojalata, con en el que, para saciar la sed
aquella soleada tarde, había intentado escanciar agua del pozo de la otra
vera del camino (pozo, que fue otrora alivio de caminantes), pero la
bomba hacía años y años que estaba mohosa y rota y, su cabida, casi soterrada.
Ostensiblemente, a
aquel ser humano le faltaban las fuerzas físicas y evidenciaba un gran
abatimiento emocional. Ya, sí empezaba a tener miedo. El mismo miedo que percibía
en su entorno vital.
El hombre escorado abrió
desmesuradamente los ojos cuando oyó tiros en lontananza como. Evidentemente,
también sentía angustia y miedo. En las alturas del cielo, ahora apenas volaban
las palomas sino, insidiosamente, bandadas de negros grajos descolgados de las
sierras colindantes que planeaban en círculo lanzando agudos y espeluznantes
graznidos, al igual que, en menor cantidad, hacían los buitres también
estirados sus viscosos, largos y desplumados
cuellos oteando el “Arroyo de los bichos muertos”, llamado así porque
en su hondo cauce y entaramados márgenes, los labradores y ganaderos tiraban
los animales de granjas muertos por accidentes o epidemias, especialmente
porcinos y, allí, eran consumidos por las aves carniceras en un santiamén.
Ecología vital que entrañaba drama.
El niño no supo qué le
indujo a, en vez de salir corriendo asustado hacia e3l hogar, acercarme al hombre inerme sin miedo y, de
rodillas a la altura de su cabeza, alzarle el sombrero. Su mirada,
apagada e implorante, le estremeció. Mecánicamente gritó “¡maaama, ven
corriendo, corre, corre, aquí hay un hombre muriéndose...!
El
precepto de amor y servicio al prójimo era cotidianamente puesto en práctica
por aquellos padres buenos, como por una gran mayoría de las gentes de aquellas
generaciones: Cada día que salía el sol, la afluencia de pobres necesitados de
socorro era constante a la casa-cortijo de
A las voces
ella llegó corriendo como una gacela asombrada, a donde su hijo estaba junto al pobre hombre abatido. Empezó a
darle dulces cachetes en su cara sin
afeitar y con los ojos en el infinito, pero respirando (habría sufrido un
desmayo), y categóricamente ordenó al niño, con voz sobrecogida caridad: “¡Corre hijo
mío, corre y llama a Paco el Tito el boyero y, a Frasco Porra que acaba
de llegar a la pesebrera con la carreta cargada de entresaco de maíz, y diles
que vengan corriendo a ayudarme a llevar a este hombre a la casa...ah, y dile
también al “chiquichanga” que apareje
una bestia por si hay que ir al pueblo por el médico, este hombre está mu
malito, mu malito...” Ni un perdigón peonando en
barbecho, habría corrido más que su hijo a cumplir la petición de la buena madre. Han
pasado unos 80 años, y aún quien aquello
vivió, tiene gravada en su mente la imagen que, cuando volvía corriendo
delante de Paco el Tito, Frasco Porra y Diego
Pupilo, ofrecían su madre sentada junto
al desdichado prójimo con su cabeza sostenida por uno de sus brazos y
abanicándolo con su propio sombrero en la otra. El enorme y bonachón Diego Pupilo Porras
cogió al hombre en sus brazos y lo llevó a la gañanía, cabe la vivienda de Frasquito
y su esposa Paca, acostándolo en uno de los catres que en ella había para
el boyero y los peones “manteníos”.
Aquel ser humano
derrotado por el miedo a la vida, no llegó a conocer al padre, como
deseaba porque, en esos momentos, aún andaba laborando por los tajos. En esas,
desde el cortijo se vio salir del pueblo una enfervorizada multitud dando
gritos revolucionarios y flameando grandes banderas de
Al volver a casa el
chaval, ubicada dentro del enorme patio de labranza, su madre miraba
absorta hacia las huertas. De sus grandes y bellos ojos, manaban lágrimas. También ella tenía un
presentimiento en relación al esposo cabal que laboraba, pese a estar ya
próximo el ocaso, en los tajos por un jornal de diez reales.
Esto sucedía, como he podido
constatar, el día 8 de agosto de 1.936, y el día 1 del mismo mes había
tenido lugar el primer “asesinato” en la retaguardia, después de la
quema de todas las imágenes y ocupación de
Seis días después del episodio del hombre del camino, Frasco Porras dijo a los padres del niño que lo descubrió y posiblemente salvó: “Al hombre que socorrimos hace unos días, lo han matado en su propia casa; con una coyunda lo han amarrado a un pilar de obra de la vivienda y, delante de él, han violado a su mujer e hija. Después acabaron con su vida”.
martes, 22 de noviembre de 2022
CRONICAS DE LA GUERRA Y LOS TOROS.
Me
complace dedicar estos trabajos sobre nuestra historia a la Peña Taurina de Cártama cuya labor y ejemplo cultural son meritorios.
***
Inicio de fecha de recopilación: julio
1.936
I
Es
curioso que pueda seguirse el devenir de la guerra a los compas de la fiesta de
los toros. Para hacerlo posible he
consultado mucha bibliografía y he puesto a prueba mi memoria ya nonagenaria
que debe no poco a los relatos que de ello me hacia mi fraternal amigo Pepe
González Marín que lo supo por lo que le contaron su multitud de amigos de
todas las ideas pues él pasó el mayor
tiempo de la guerra en la América hispana llevando en sus brazos la Patrona de
su pueblo protagonizando la más hermosa cantiga mariana de todos los tiempos
par gloria de su pueblo.
Si
hubiese de establecer un orden temático sería, y será, algo de este tenor: Los toros en los primero mese de la guerra.- Asesinato de ganaderos.-
ninguna corrida en la España de Franco y veinte en la republicana.- Los toreros
hacen el paseíllo puño en alto.- “Cara al sol” y saludos falangistas en las
plazas de toros.- Los matadores de la zona roja se pasan a la nacional.- “Toros
de la famosa ganadería del Frente Popular” ( Antes Samuel Hermanos).- Rafael el
Gallo a sus 54 años torea para los republicanos.- Asesinato de Juan Luís de la
Rosa y Valencia II.- “Pepe el Algabeño, enlace de Queipo de Llano, muere en el
frente.- “Solidaridad Obrera” pide la abilición de las corridas.- Nueve
miembros de la familia de Marcial Lalanda, muertos por los milicianos. En
siguientes trabajos se abordaran, obviamente, otras referencias.
Reflejan estos trabajos unos calendarios aciagos en
muchos casos, siniestros: Una guerra civil
entre hermanos, cada uno con la quijada de Caín en ristre.
Como si en esta tierra que tan alto
significado concede a la muerte, se hubiera de atacar al otro hasta el final.
Yo lo vi pues fui “niño de la guerra”
lunes, 21 de noviembre de 2022
11Rafael Dupouy y 10 personas más
Comentarios
Francisco Baquero Luque En
mi casa se supo de este ilustre señor y se le admiró porque Pepe González Marín
hablaba mucho y bien de él en las asiduas tertulias. En realidad de verdad la
historia de Venezuela y la de Cártama está de alguna manera especial
interrelacionada. Cómo están gravada en mis recuerdos El Convento de Santa Rosa
de Lima, Coromoto, Famila Tamayo con su "Villa Cártama" en honor de
nuestro aedo genial y su cantiga mariana cuando se llevó por esas repúblicas a
la Virgen de Los Remedios para salvarla de la quema en un momento aciago de la
Historia de España, etc.etc Srs. Dupouy, mi entrañable amistad y mis respetos.
Un abrazo
Me gusta · Responder · 2 · Ayer a las 11:33
Rafael Dupouy Querido amigo don Francisco
Baquero Luque:
Muy agradecido por su cariñoso, interesante y agradable comentario que aprecio
bastante, viniendo de una persona tan culta, noble y bondadosa. Doy gracias a
Dios por contar con amigos como usted. Desde Venezuela reciba un fuerte abrazo.